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Everybody's got no place to hide.

— Dejaré la Legión de Reconocimiento y volveré a la Policía Militar. — Sonaba firme y muy decidido. Él sabía que eso era lo mejor para Shekina y Jolene.

Levi se cruzó de brazos y se apoyó sobre la pared que estaba detrás de él, sabiendo que algo estaba muy mal.

En la casa de la familia Tamashi sólo había tres velas encendidas para iluminar lo que era la cocina y el pequeño comedor, pero era suficiente como para que el padre de la familia y Levi pudieran verse los rostros sin necesidad de estar muy cerca.

— ¿Volverás a trabajar para el que te hizo matar a tu mejor amigo?— Preguntó Levi y el señor Tamashi sólo se recostó sobre el respaldo de su silla y se cruzó de brazos.

— Todos trabajamos para él, Levi. — Avisó.

— Como sea... ¿Te irás a vivir al interior del muro Sina?

— Sí. Pero el rey me ha pedido que fuera yo sólo y que deje a mi esposa y a mi hija aquí.

Levi alzó una ceja, confundido.

— ¿Qué?

Generalmente, cuando un soldado se unía a la Policía Militar, las personas con las que vivía se mudaban al interior del muro Sina junto con el recluta. Pero el rey le había pedido específicamente a Tamashi - que ya había estado en la Policía Militar antes - que abandonara su puesto en la Legión de Reconocimiento y que volviera a servirle.

Después de lo que había pasado, el señor Tamashi había decidido abandonar por completo su labor en la Policía Militar y fue cuando se unió a la Legión de Reconocimiento que conoció a Levi, quién se había unido a las tropas hacía poco tiempo.

El padre de la familia se inclinó sobre su silla y miró a Levi a los ojos, casi explicándole que algo estaba muy mal.

— Lo sé... Es extraño. Por eso quiero pedirte un favor y es muy importante que lo cumplas.

El silencio reinó el lugar y el señor Tamashi se ocupó de no hablar tan alto ya que Jolene y Shekina estaban durmiendo en una de las recamaras de la casa. De todas formas, ya había hablado con su esposa acerca del favor que tenía que pedirle a Levi y ambos rogaban para que Ackerman accediera al pedido.

— Estoy casi seguro de que el rey está tramando algo, y sé que es en contra de mi hija. — Habló refiriéndose a Jolene. — Así que, Levi, por favor... Enséñale a Jolene a defenderse. Entrénala hasta que sientas que le enseñaste todo lo que sabes, y cuando acabes métela en la Legión de Reconocimiento. Y lo más importante... Protégela. No te lo estoy pidiendo como amigo, te lo ruego como un padre desesperado que ya no sabe que más hacer.

Levi lo observó durante varios segundos, aún con los brazos cruzados sobre su estómago.

— ¿Tú crees que el rey se haya dado cuenta?— Preguntó. Ambos sabían a lo que Levi se refería.

— Estoy seguro de que sí.

Levi soltó un "tsk" en cuanto oyó la respuesta de su compañero y apretó los puños con fuerza.

— Aunque accediera ¿Crees que esa mocosa querrá aprender a pelear?

El señor Tamashi suspiró.

— Jolene vive en una caja de cristal ¿Sabes? Su mente está limitada a los muros y creo que tú puedes ayudarla a salir de esta jaula.

— Ya veo...

Pensó su respuesta durante varios segundos mientras se dedicaba a observar la cocina que estaba detrás de su compañero. El jamás había sido bueno con los niños, pero Jolene nunca había sido de ese tipo de infantes a los que les gustaba pasarse el día molestando a los demás. Jolene había aprendido a leer por su cuenta a una edad muy temprana, hacía preguntas que no correspondían a su edad y observaba el mundo que la rodeaba con mucha curiosidad.

Young Blood |Levi Ackerman|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora