Prólogo

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Las noches son tranquilizadoras para unos. Para otros, representa el inicio de algo, la culminación de un evento, o simplemente es un cielo oscuro con estrellas y una luna de un brillante blanco que ilumina toda una ciudad.

Para él, las noches representaban el recuerdo de algo que jamás debió ocurrir. Una tragedia tan dolorosa que lo dejó devastado. Y siempre sería así.

Cuando el cielo se iluminó de un tono amarillento, fue cuando sus noches pasaron de ser tranquilizadoras y exquisitas, a tortuosas y aniquiladoras.

Su risa, su voz... La manera en que recordaría por siempre a esa persona que dejó de existir en éste mundo de una manera tan terrible, sería algo que lo torturaría para siempre.

Inevitable SeducciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora