Introducción

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Caí en picada, al vacío, a un abismo sin fondo.

No sé qué sentir. La forma en que se complementa conmigo, como una pieza que no sabía que me hacía falta, es algo que jamás había experimentado. Y me aterra. Saca a relucir lo peor de mí.

Me aterra saber que fui capaz de sucumbir a ésta inevitable seducción de la que fui víctima.

Las reglas estaban escritas:
Solo una noche.
Sin palabras.
Sin contacto futuro.

Jamás había ignorado mis propias reglas, hasta que ella llegó a mí. Una ola de puro fuego corría por mis venas cuando la miraba, cuando mis manos tocaban su piel...

Pero aprendí de la manera más dolorosa, que el fuego puede ser tan placentero como destructivo.  

Inevitable SeducciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora