i'm Your Stalker [Victuuri]

Capítulo Especial

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¿Alguna vez han leído o escuchado que el color verde representa la esperanza y serenidad? Bueno, alguna vez yo había oído por ahí esa frase. Yo no era muy creyente de tales palabras, pero debo admitir que estar frente a una persona quien tiene los ojos de ese color te hace creer que hay mucho más que esperanza.

Cuando me había inscrito en la clase de ballet pensé que iba a ser el único hombre que estaría presente y esa podría haber sido una de las razones de que por renunciaría fácilmente a mis sueños de practicarlo, para mi suerte, había otros chicos y gracias a eso tomé un poco más de confianza. Aún así, mi físico tampoco me acompañaba, se podría decir que era duro y tosco para quienes me veían, por lo que practicar algo donde la capacidad física lo era todo, era realmente complicado.

La mayoría de los hombres de la clase tenían grandes dificultades y me sentía bien al no ser el único que fallaba, pero existía alguien quien incluso llegaba a humillar a la más entrenada mujer. Yuri Plisetsky era un chico con grandes habilidades en el ballet, su cuerpo era realmente flexible y sus movimientos se volvían demasiado delicados, su rostro era de gran concentración cada vez que la practica comenzaba, parecía que había nacido para bailar.

Algo que odiaba de ese chico era que cada vez que terminaba, era felicitado por la profesora y se sentía superior a todos, o por lo menos eso es lo que quería demostrar con su mirada de superioridad, pero cada vez que veía su mirada fija en mi, yo creía que él estaba esperando más de mi y por momentos creí que el verde de sus ojos querían decirme que tenía la esperanza de verme superado.

Nunca hemos hablado directamente, nos veíamos en clases y eso era todo, aunque él siempre estaba pendiente de mi cuando me mandaban a hacer los ejercicios pero aún cuando fallaba, él no me decía nada ni siquiera de como mejorar. Las chicas y chicos de mi clase siempre estaban comentando de que la actitud que tenía Yuri era realmente desagradable, por mi parte, nunca he criticado a alguna persona sin antes conocerla porque chicos como él no eran lo que aparentaban.

En un inicio quise hablarle directamente para saber como era realmente, pero aunque tuve muchas oportunidades para conversar con él, nunca me di el animo de hacerlo ¿Como lo haría? "Hola, soy Otabek y quiero ser tu amigo", bueno, suena normal pero no es mi estilo. Así pasó una día, una semana, un mes y hasta que fue final de año, aún no me atrevía a hablarle. Cuando se realizó la última clase de ballet del año, decidí quedarme un tiempo cuando todos se habían ido para ver si había mejorado en algo o si no, para el siguiente año renunciar completamente.

Para mi sorpresa, el chico rubio proveniente de Rusia se encontraba en la puerta del salón observándome con su típica expresión de superioridad, creo que por eso no tiene muchas amistades.

-¿Por qué sigues aquí? ¿No crees que te has exigido mucho este año para continuar practicando?-aunque me parecía muy extraño que me dirigiera la palabra, tampoco le contesté y solo me limité a observar como entraba al salón acercándose hasta donde me encontraba en ese momento-Tu no estás hecho para esto, pero tampoco sé que te motivó para seguir aquí y lograr ser mejor de lo que alguna vez pensantes ser. Desde el primer día supe que tu mejorarías, ahora puedo decir que estaba en lo correcto, ¿Qué te motivó?-