i'm Your Stalker [Victuuri]

Capítulo 33

-Pensé que no vendrías...-miré fijamente el rostro de Yuuri el cual se encontraba rojo por tanto haber llorado, realmente no dudo que yo me encuentre igual porque estoy sufriendo demasiado por su partida-No sabes cuánto odio que rompan una promesa...-

-Lo sé-dije secando sus lágrimas-Pero yo te prometí que estaría aquí, tal vez un poco tarde pero aquí me tienes-

-¿Por qué llegaste tan tarde? Estuve asustado al no ver que llegabas, estuve pensando cosas horribles y tal vez hasta te maldecía, pero también pensaba que te había ocurrido algún accidente y eso me aterraba-recibí un abrazó de su parte, al parecer odiaba que lo mirara cuando se avergonzaba-

-No te preocupes, solo fue un problema menor, lo importante es que ahora estoy aquí, a tu lado y además con un regalo para que jamás me olvides, porque cuando sea mayor y no tenga que depender de mi padre, voy a ir a Japón a buscarte-

Me estuve debatiendo desde el lunes sobre que regalarle a Yuuri, quería que se llevara algo que lo hiciera recordarme cada vez que lo viera y al mismo tiempo que fuera el sello de la promesa de que iría por él cuando pudiera liberarme de mi padre. Obviamente mi madre me estuvo ayudando a elegir que darle como obsequio, ella estaba de mi parte cuando le conté que debía encontrar la manera de salir de casa el día jueves para encontrarme con Yuuri. Me enfrenté a mi padre diciéndole que si de todos modos me iba, debía permitirme salir de casa, pero como el hombre terco que era intentó detenerme incluso antes de salir de casa.

Si con mi padre no hubiera peleado, yo hubiera llegado a tiempo para despedirme como corresponde con Yuuri.

-Sabes que no importa recibir un regalo de tu parte, lo único que quería era poder despedirme de ti-

-No te preocupes, además no soy el único que te dio un regalo-le respondí apuntando a las bolsas en sus manos-Ahora me encuentro un poco celoso-del bolsillo de mi chaqueta saqué una pequeña bolsa de regalo-Es algo pequeño, pero espero que te guste-

La cara de confusión que tenía mi pelinegro me parecía demasiado tierna, cuando tomó la pequeña bolsita y la abrió me miró aún más confundido por encontrarse otra bolsa un poco más pequeña dentro de ella.

-Victor, si resulta ser un llavero te juro que te mato-se rió cuando de la bolsita terminó sacando una pequeña caja de regalo-Si hay otra caja más pequeña adentro voy a rechazar tu regal... ¿Qué?-

-Mi madre me recomendó regalarte eso, es por parte suya y mía-Yuuri me miraba confundido al igual que la caja que tenía en sus manos-Cuando le dije que quería regalarte algo con lo cual pudieras recordarme cada vez que lo vieras, recordó que algo así tal vez te gustaría y sería lo que estaba buscando-

-P-Pero Victor, ¿En serio compraste anillos?-sus mejillas se volvieron rojas por la vergüenza mientras evitaba observarme fijamente-Parecen demasiado costosos, ¿Por qué me quieres dar esto?-

-Tienen una bonita historia de fondo. Eran los anillos que mi abuela me dejó para cuando decidiera casarme, ella no se casó hasta los 35 años con mi abuelo, pues él se mantuvo fuera de Rusia por 17 años, pero antes de irse le dio a mi abuela estos anillos como una forma de decirle que estarían juntos sin importar los años que estarían lejos-tomé la caja que tenía en sus manos y saqué uno de los anillos para luego tomar su mano izquierda-¿Podrías llevar este anillo como una promesa de que nos seguiremos amando incluso cuando hayan pasado mil años?-

-S-Si-

Coloqué el anillo en su dedo anular, parecía como si nos estuviéramos casando, pero por ahora solo sería un simple compromiso. Obviamente lo terminé abrazando luego de que me respondiera, escuchaba su tierna e inocente risa cuando volvimos a cruzar nuestras miradas, si algo que saqué de este día fue verlo sonreír a mi lado una última vez.

-Es mi turno-se notaba un poco su nerviosismo al tomar el otro anillo que se encontraba en la cajita-Con estos anillos quiero que prometamos estar juntos sin importar lo que suceda, no importa cuántos obstáculos tengamos que superar juntos...esto suena como una propuesta de matrimonio...-

-No te avergüences...-

-¿Prometes quedarte cerca de mí aunque estemos a kilómetros de distancia?-

-Te prometo quedarme cerca de ti no importa que tan lejos estemos-

Yuuri copió mis acciones un poco más torpe pero por la vergüenza que sentía. Cuando ambos ya teníamos los anillos puestos en nuestros dedos anulares izquierdos, nos dimos un abrazo y un rápido beso que probablemente sea el último por ahora.

-Te odiaré por siempre si es que rompes esa promesa-

-No lo haré, jamás lo haré. Te quiero mucho Yuuri-

-Yo igual Victor...-

No importa la distancia, sé que siempre estarás conmigo.

-🌸-