Capítulo 7

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Leo de la Iglesia y Guang Hong Ji eran dos personas simpáticas, una pareja que basaban su relación en la inocencia, en la ternura y el cariño, además de la confianza mutua. A simple vista parecían dos niños pequeños creyendo en el amor a primera vista, la forma en que se trataban y se hablaban transmitía mucho esa aura de pureza. Por segundos llegué a sentir incapaz de seguir los pasos de una pareja así, pero su relación era de hace más de 3 años, así qué ¿Cómo no fiarse de ellos cuando han llegado tan lejos juntos?

Me senté con ellos a la hora de almuerzo, parecían nerviosos al tener que hablar sobre este tema conmigo, no porque no supieran, más bien, sí sabían cómo; el único impedimento era qué, según ellos, una relación no venía con instrucciones ni consejos, era algo que sucedía de improviso, cuando sentías como el corazón se iba a salir del pecho luego de latir con tanta fuerza cada vez que tus ojos se cruzara con la simple presencia de tu ser amado y ello te impulsa a hablar con esa persona.

Pero, aún con esos pensamientos en mente, ellos fueron muy amables de tomarse el tiempo en ponerle instrucciones al amor o más bien, ponerle reglas al cómo acercarte y hablar con quien deseas. No podía parar de pensar en lo adorable que eran, pues cada palabra que decían iba acompañada de sonrisas tímidas y sus manos tomadas sobre la mesa, importándole muy poco el si los demás los observaban.

Había escuchado lo que dijeron, anoté los puntos importantes en pequeños post-it y los consejos se encontraban ocupando una plana entera del cuaderno. Leo y Guang Hong me ofrecieron su completa ayuda cuando lo deseara, incluso intercambiamos números por cualquier emergencia. No podía estar más dichoso de tener a buenas personas ayudándome.

—Lo último que te puedo decir, Victor—comentó Leo mientras se paraba de su asiento luego de escuchar el toque del timbre—. El que no arriesga, no gana.

-🌸-

Mi cuerpo se encontraba más relajado luego de que el agua caliente de la ducha cayera sobre mí, ahora me encontraba en un estado más tranquilo y dispuesto a comenzar la misión que Guang Hong y Leo me han impuesto, como la meta más importante a realizar durante todo el año escolar que me queda.

Ser novio de Yuuri antes de Noviembre

Mientras tomaba mi baño nocturno, me acordé de algo que no sé qué tan cierto sea, pero puede funcionar mientras yo confíe en ello; Existía una tradición donde se debía escribir tus metas de manera grande sobre un papel y este pegarlo en un sitio donde siempre lo observes, de ese modo, todos los días te estarás motivando a avanzar poco a poco para conseguir lo que deseas.

Teniendo ello en mente, cuando terminé mi relajante baño, me senté en mi escritorio, sacando mi preciado cuaderno azul de la mochila y colocándolo cuidadosamente sobre la mesa barnizada de nogal. De las últimas páginas saqué una hoja, escribiendo con un plumón negro mi meta, pegándolo frente a mí con un poco de cinta. Me enfoqué nuevamente en mi cuaderno, volviendo a la plana donde había escrito todos los consejos que mis nuevos amigos-si es que podía llamarlos así-me habían dado.

"Consejo número 1: Tu primer paso es hablarle. Si no te atreves a dirigirle la palabra, estás perdido."

Muchos me tenían etiquetado como alguien sociable, no es que lo sea, es solo que, cuando alguien decide hablarme, yo suelo responderle de manera sutil y educada, algo que al parecer le agrada a las personas. La mayor parte del tiempo intento dar respuestas cerradas para evitar seguir hablando, pero ellos insisten en seguir y me terminan catalogando como alguien simpático.

Y, aunque odio comenzar conversaciones, Leo y Guang Hong tenían razón, debía tomar la iniciativa de hablarle a Yuuri porque había dejado ir mucho tiempo y era necesario tener alguna cercanía a él, por lo menos para que sepa de mi existencia.

i'm Your Stalker [Victuuri]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora