Victor se separó de Yuuri por la impresión del momento, aunque el pelinegro insistía en seguir con la acción que causó que el mayor se sonrojara más de lo que se encontraba. Él deseaba mucho ese beso, pero no podía estar del todo feliz sabiendo que parte de su amado chico de cabellos negros se encontraba medio inconsciente. El japonés, quien mantuvo sus ojos cerrados todo ese momento, ahora los había abierto sorprendido cuando no sintió más el cálido tacto en sus labios.
-¿Me odias? ¿Ahora me odias?-preguntó el menor con sus ojos acuosos notando como había sido apartado.
Yuuri era terrible cuando bebía, eso es lo que pensaba el ruso mientras intentaba evitar que el menor volviera a llorar. Le dio un pequeño abrazo mientras rogaba porque Jean llegara pronto para que su pequeño se fuera a descansar a la comodidad de su hogar. Se estaba preguntando si Yuuri era tan sincero como ebrio o solamente el efecto del alcohol lo estaba haciendo decir cosas sin sentido, pero debía aprovechar el momento mientras podía, además, siempre dicen que los ebrios son los más sinceros.
-¡Victor!-el ruso pudo reconocer la voz a distancia, pero no esperó que su amigo pelinegro entrara casi derribando la puerta al momento de entrar al baño, al parecer ya se había imaginado lo peor de su amigo-Oh, no has hecho nada...
-¿Qué crees que iba a hacer? No puedo me aprovechar de Yuuri en estos momentos ni en su condición. Maldito enfermo...
-Es que pensé que eras distinto, pero no importa, lo lamento. Toma, aquí tienes la ropa de Yuuri-le entregó la misma ropa que estaba utilizando el pelinegro esa noche-Deja que se vista y lo llevaré a su casa. Lo esperaremos afuera.
El ruso asintió a lo que su amigo dijo, le entregó la ropa al menor y le dio la orden de vestirse antes de dejarlo solo en el baño para que se arreglara. Mientras esperaban, Jean se encontraba hablando con su novia y la amiga del japonés se encontraba al lado de ellos sin decir ninguna palabra, pero aún así miraba al de pelos plateados, quien parecía muy tranquilo. Ella sentía un poco de odio hacia ese muchacho porque por la culpa de él Yuuri sufría y ella se prometió no verlo sufrir nunca más en su vida, eso significaba que no iba a permitir que nadie más lo lastimara.
-¿Quien te crees para estar aquí cuando lo que menos necesita Yuuri es verte?-habló en inglés con voz firme la mujer castaña mientras se acercaba al hombre ruso, además de llamar la atención de los otros dos.-Yuuri no te necesita cerca.
Victor no quiso decir nada al respecto, pues de alguna manera Yuuko estaba diciendo la verdad, él había cometido un error tan horrible en la tarde que se llegó a dar cuenta del daño que causó en el japonés, incluso se lo dejó claro cuando se puso a llorar en el baño solamente al verlo al lado de una chica. Finalmente él no respondió, se acercó a su expectante amigo para decirle algo antes de irse.
-¿No has tomado, verdad?-el pelinegro canadiense negó-Bien, porque si me entero que a Yuuri le ocurrió un accidente por tu culpa, yo te mato.
-Sí, sé que tengo responsabi...espera, ¿te irás? ¿No nos acompañaras a dejar a Yuuri?
-Se me quitaron los ánimos...-dijo algo triste observando de reojos a la amiga de su amor.
Tanto Jean como su novia intercambiaron miradas confundidas por la actitud del ruso. El hombre de cabellos plata terminó dándose media vuelta para irse, sin antes mirar la habitación donde compartió el mejor momento de su vida hasta ahora; Pero antes de irse, se acercó por última vez a Yuuko.
-Pude haber cometido muchos errores, pero aún así Yuuri me quiere...-luego de susurrarle eso último no esperó escuchar más a la chica y se fue por donde vino.
-🌸-
No tenía ningún recuerdo de la noche anterior, desperté recién y ni siquiera recuerdo en qué momento llegué a casa o en qué momento me llegué a dormir en mi cama. Pude suponer que había tomado demasiado alcohol anoche, sentía el olor por todas partes y por el dolor de cabeza era demasiado obvio lo que hice anoche. Me levanté de mi cama aún con el sentir palpitar mi cabeza con cada movimiento, la última vez que estuve así fue para el inicio de año, cuando conocí a...Victor.
Esperen...
-¡Anoche besé a Victor! No...no, tuve que haberlo soñado..yo...ay mi cabeza...
-¿Yuuri? ¿te encuentras bien?
Yuuko llegó corriendo a mi habitación entrando sin pedir permiso, además de tener una cara de preocupación, tal vez se asustó con mi grito y con mi cara de pánico que debo tener justamente ahora. Mi amiga se me acercó con su mirada furiosa y sus brazos se encontraban a cada lado de su cintura, lista para darme un sermón.
-Estoy muy enojada contigo Katsuki Yuuri, ¿Cómo se te ocurre tomar demasiado alcohol y luego hacer un show de pole dance?-al parecer Yuuko si estaba molesta por eso-Además, ¿Por qué estabas con ese idiota de Victor encerrados en el baño?
-¿Qué?
-Sí, anoche cuando un chico, creo que se llamaba Jean, me llevó a buscarte te encontré a ti encerrado en el baño con ese idiota que te lastimó ¿Tienes algo que decir al respecto?
No puedo creer que no estuve soñando, entonces anoche si besé a Victor. No lo puedo creer, tampoco puedo creer que él me dijera que me quería ¡¿Que sucedió anoche?! ¿Pole dance? Ay no, soy un desastre cuando tengo alcohol en el cuerpo, por algo nunca salgo de casa, ¿Que haré ahora? Hice el ridículo frente a muchas personas, además, tengo la maldita costumbre de decir lo primero que se me ocurre.
-¿Yuuri? ¿Te sientes bien?
-Yuuko, creo que estoy mal...-confesé.
-¿Por qué? ¿Qué te sucede? ¿Resaca? ¿El idiota ese de Victor te lastimó?
-No, pero tal vez...solo tal vez hizo que estuviera completamente enamorado de él.
-🌸-
Quiero decir que estaba leyendo estas notitas que había dejado la primera vez que edité esta historia y yo estaba feliz porque la vida universitaria no era tan complicada. Xiado del pasado, no sabes lo que te esperaba xD
-Xiado.
ESTÁS LEYENDO
i'm Your Stalker [Victuuri]
FanfictionVictor Nikiforov fue transferido a Estados Unidos luego de que su colega, Yuri Plisetsky, le recomendara su escuela; un lugar donde, además de ser de excelencia académica, también le daba becas especiales y grandes oportunidades a quienes eran bueno...