Capítulo 36

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Me levanto agitado, como disparado por un resorte. Me doy cuenta que tan solo he dormido 3 horas antes de empezar un nuevo día, pero vamos, eso no importa cuando se trata de proteger a alguien... y encontrar a tu amor con ello.

Es martes, el segundo día de vacaciones y vaya que es una "excelente" forma de comenzar. Me dirigí a la ducha ya no tan preocupado en descubrir en donde encontrar a Kaitlyn, no porque haya perdido interés, sino porque ahora sé en dónde estará en unas horas.

Tomé un baño normal, prestando atención a cosas que no había visto antes. "Es raro esa ventana de ahí": pensé. Sé que todos los baños tienen una, pero es extraño que esté posicionada justo a la altura de la regadera. A veces me siento como que alguien está viendo a través de ella, o que estoy a la vista de todos por esa rendija. Veo la mayor parte de la calle por aquí, pero quiero pensar que ellos no poseen la misma visibilidad.

Apenas salí del baño y le marqué al celular de Ashley. No le he dirigido la palabra desde el domingo y no sé si esté molesta conmigo. Mi cabeza estaba enfocada en una sola cosa que nunca le di la importancia que merecía una chica como Ashley. No me detuve ni un momento a reflexionar qué era lo que le había hecho, si de verdad estaba siguiéndome o solo lo hacía para no hacerme sentir mal.

La llamé, esperaba a través de la línea por su contestación.

— ¡Ashley!—le dije alegremente—. ¿Cómo has estado?

Su respuesta fue tardada. Pasaron alrededor de 10 segundos sin escuchar palabra de ella.

—Muy...bien...—dijo entre trabas.

—Debí haber evitado que te fueras—le dije—. Lo siento.

—No...es...nada...discúlpame por haberme comportado como una diva.

—Escucho tu voz rara, ¿Pasa algo?

—No es nada...es solo que...son las 6 de la mañana—bostezó.

Olvidé qué hora era. Digo, si alguien me hablará a las 6 de la mañana mi respuesta sería similar. Quizás ni siquiera contestaría.

—Es importante—le dije—. He descubierto información acerca del paradero de Kaitlyn. Debemos ir con Karen.

Hubo una pausa de 10 segundos. Esta vez ningún ruido sonaba por la bocina.

— ¿Ashley?

— ¡En 20 minutos estoy allá!—exclamó—. Llevaré el auto. Estate listo.

Colgó de inmediato. En definitiva sabía que no se encontraba molesta. Su voz dulce se notaba normal, solo cansada por el hecho de haberse levantado más temprano de lo habitual. No me canso de decir que Ashley es una chica sumamente agradable. No existe rencor ni mucho menos malicia en su persona. Esto no significa que sea propensa a ser agredida, significa que es un tesoro tenerla a tu lado.

Me vestí tomándome mi tiempo. Debía lucir fresco a pesar de que apenas si dormí. Sin embargo, mis pensamientos se interrumpieron por el claxon del auto de Ashley. Realmente había tardado 20 minutos, eso es impresionante, supongo. Cogí mis cosas, pero antes algo llamó mi atención. Mi laptop se encontraba prendida a pesar de no haberla encendido antes. "Es de anoche": pensé. Ayer tenía tanto sueño que olvidé apagarla. Checo unas cosas antes de irme, pero de la mayoría no había obtenido respuesta. Consulto las noticias y todas son trágicas:

· Impactante choque de tráileres.

· Accidente rumbo al Oeste del país en avión deja 40 muertos.

· Robo a mano armada deja herida a dos mujeres y un mayor de edad.

Habíadecenas más pero estas fueron las primeras en aparecer. Cerré la laptop sin abrirlas notas, salí de la casa y corrí rumbo al auto de Ashley. Casi brinqué dentro de él por la ventana. Su rostro parecía molesto, pero de sus labios se escapó una tímida risa. Me miró, me sonrió y encendió el auto.

Cuando amanezca ahí estaréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora