Capítulo 5

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Me alejé de ahí antes de seguir escuchando falsas teorías. La hora que restaba se la tomaron libre todos los maestros, por lo que mismo fue para nosotros. Caminé por toda la escuela pensando que hacer. Mi mente estaba en blanco. Mis opciones para entretenerme eran a) Jugar un partido de futbol aunque esto resultara peligroso para mi olfato, o b) ir a las gradas y mofarme de quienes estaban jugando, o c) quedarme sentado hasta que las clases terminaran. Sin duda todas eran malas ideas.

Ignorando las tres anteriores, decidí buscar a alguien con quien charlar. Tardé cerca de quince minutos en encontrar a ese alguien. Entré al salón de tecnología de tercero y el ambiente olía a murciélago. Los tipos eran oscuros, portaban playeras oscuras de videojuegos y su mirada era oscura, sin hablar de sus uñas. No dije una sola palabra y me retiré antes de que me lincharan por vestir de color azul vivo.

Fui al salón de Dibujo, pero fue aun peor idea que la anterior. Era uno de los salones más numeroso. Esto significaba conocer gente, aun a unas horas de no volverlos a ver. Eran chicas simpáticas, pero me odiaban por una sencilla pero exagerada razón: Año con año, la escuela organiza un concurso de dibujo, el cual es un tanto especial porque es un tema diferente cada ciclo. Por ejemplo, en primer año el concurso era realizar un paisaje usando pintura acrílica. En segundo, era hacer un retrato de su mejor amigo. Los participantes tienen que mandar un dibujo a los jueces y estos lo calificarían. Según escuché, este concurso siempre lo había ganado un estudiante de dibujo, por obvias razones. En tercer grado decidí probar suerte y me inscribí el concurso. Fui la burla por muchos días y era considerado el "caballo débil". Para mi fortuna, el tema había sido "personajes de comics". Desde que tengo uso de razón me ha gustado dibujarlos. Era un punto a favor. Los resultados se dan una semana después y nadie puede ver los dibujos hasta que se hayan dado los lugares. Tuve siete días para soportar las burlas. Sin duda, pasado los días, grande fue mi alegría al escuchar mi nombre entre los ganadores, habiendo sido el primer lugar. La noticia conmocionó a la escuela y se quedaron en estado de shock. Todas las chicas creían que había hecho trampa y no terminaban de aceptar que un chavo de mi clase les había ganado. Mi objetivo nunca fue hacerlas sentir mal, pero nunca aceptaron mis disculpas. Si algo bueno obtuve de esto fue la gran cantidad de personas que me comenzaron a hablar. La mayoría de las jóvenes me conocían como un tipo buena onda. SOLO ESO. Esto cambió al darse cuenta de mis habilidades, y se acercaban a mí considerándome una "cajita de sorpresas".

En fin, las saludé de forma gentil pero me aleje antes de que me contestaran. Su mirada fulminante lo decía todo y su gesto con la boca era desagradable.

Me dirigí a las canchas de Football. Me senté en las gradas y cruce las piernas de una forma cómoda. En las gradas del frente, del otro costado de la cancha, tuve una visión de un ente deslumbrante. A lo lejos la veía. Era mucha la distancia pero podía distinguirla claramente. Su figura, su piel eran inconfundibles. Kaitlyn Margot Danvers estaba frente a mí. La miraba, la apreciaba y un cúmulo de pensamientos atacaba mi cabeza. La veía, esperando ser alcanzado por sus ojos azul turquesa, pero ella no lo hacía. No sabía si se había percatado de mi presencia o me había pasado por alto. Charlaba con unas cuantas personas más. En su mayoría varones.

Esta era probablemente la última vez que la vería en el colegio. O siendo más frío, la última vez que le vería. Al observarla rememoro tantas aventuras que en la actualidad son casi increíbles, por el hecho de que eran más que épicas, y porque nadie creería que ella y yo alguna vez fuimos amigos cercanos. Quizás haya relaciones que maduraron por más de tres años, pero estos tres años fueron los mejores y suficientes para edificar una gran historia. La veo y no creo que este día haya llegado. El tiempo de despedirse estaba aquí, pero no podía siquiera decir "adiós".

Sus expresiones eran cambiantes, pero de todas ellas predominaba el asombro y la risa. Su risa era música para mis oídos. Escuchar su felicidad era medicina para mi alma. No alcanzaba a oír si reía, pero por su rostro quiero suponer que lo hacía. Su belleza era magistral. No había ser como ella sobre la faz de la tierra. Su estilo era único. No puedo decir que era perfecta, pero creo que las debilidades y los fallos son los que hacen a uno interesantes e incomprensibles. Hacer mucho con lo poco que se tenga es lo que realmente nos hace especiales. En este caso, Kaityn era capaz de lograr casi cualquier cosa. No puedo definirla en unas simples palabras. Escribiría un libro en honor a ella y, aun así, muchos detalles quedarían fuera de él.

El título de su autobiografía sería como "El enigma de la vida" o "You don't K-now M-e, D-earie (No me conoces, cariño)", haciendo énfasis en la KMD.

Te amo. Siempre lo he hecho. Vivo en la esperanza de estar con una chica que he querido desde el pasado que vive el presente.

Cuando amanezca ahí estaréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora