Capítulo 44

16 5 0
                                    

Llega la noche y me siento extraño asistiendo a una fiesta. La última fiesta a la que fui, fue hace dos años, incluyendo que en 5 años he asistido a sólo 5 fiestas. De esas, dos fueron fiestas de "Sweet 16" (una, la de Kaitlyn), otras dos fueron dos fiestas de cumpleaños del mismo tipo por dos años consecutivos y, por último, una reunión junto a los compañeros que se cambiaron instituto antes de culminarlo. Nada envidiable.
Llego a la casa de Ashley, tan hermosa por fuera como por dentro. Pero es horrible recordar que hace unos días estaba con Kaitlyn irrumpiéndola. Todo es desconsolador. Incluso ver una araña me recuerda la vez que dijo que soñaba con morir de una forma tranquila y sin dolor.

Ya hay bastante gente. Todos continúan haciendo lo que sea que hacían, pero es como si todos me inundan con sus miradas. Sentía el agua al cuello. El temor por salir corriendo ante las miradas ajenas que me golpeaban en cada centímetro. Pero era sólo yo. Nadie me veía. Ni siquiera se percataron de mi presencia. Veo a todos haciendo escándalo, parece como si no se notara la ausencia de Kaitlyn.

No se me ocurre nada que hacer. No encuentro a mis amigos, y no les avisé que iba en camino. Me paseo por toda la casa, y en cada pasillo encuentro alcohol, jeringas y humo. Es ahora cuando me doy cuenta que Ashley no está en casa. Golpean las puertas, y juraría que es una película de terror, de no ser por los gemidos y palmadas tras los muros.
La fiesta no es aburrida, pero continúa haciéndome sentir vacío. Veo a todos en un mismo lugar. A Billy Waters, David O'Neill, Ángela "no me sé su apellido" y todas las personas que pudieron haberse visto afectados por KAITLYN, o por su usurpadora. Ya alguien les habrá explicado todo, porque no quiero ser yo el que revele lo sucedido.
—Así que resulta que Kaitlyn Margot Danvers murió en un accidente de avión—me dice alguien. Es Karen Dempsey.

—Así parece—le contesté. Nos sentamos en uno de los sillones. Eran tan suaves y cómodos. Fue en uno de estos donde encontré la nota del "BAD SAW..." y todo eso—. Te es muy fácil mencionar su muerte. Para mí, me es tan doloroso decirlo como escucharlo.

—No soy tan hipócrita. Es decir, sentir dolor por la muerte de alguien es algo humano, pero sentir que me falta una parte, eso es echar mentiras.

—Compartiste pocos momentos con ella. No la conociste a fondo.

—Te trataba del asco. Ella sabía que la amabas y aun así continuó jugando contigo. Nunca te dijo frente a frente que no quería nada contigo. Si de verdad lo quisiera, te lo habría hecho saber.

—No lo dijo porque no se dio el momento, pero si ella acudió a mí es porque quería pasar un rato conmigo.

— ¡Sólo te utilizó! Si algo salía mal, ella habría salido huyendo y el detenido serías tú.

Hay un problema ahora. Las dudas, empezaban a entrar en mi cabeza. Dios, ¿Y si tiene razón? No puedo nublar mi idea por unos cuantos comentarios.

—Creo que deberíamos cambiar de tema.

—Daniel, tienes ese talento gracias a Kaitlyn.

—¿Qué talento?

—Echas todo a perder por alguien que no te hacía en su vida. Pides a gritos que la respeten, pero jamás haría lo mismo por ti. En cada conversación sacabas el tema de Kaitlyn, y no lo digo sólo yo, lo dicen muchas lenguas.

—Jamás lo había visto de esa manera...

—A mí no me afecta. Somos libres de pensar lo que queramos. Y a lo mejor no has tenido problemas por ella hasta ahora, pero, ¿Y si en un futuro pasa? No será algo que quieras recordar. Y en la actualidad, no está ella como para reclamárselo y culpar a una muerta.

Tenía razón, y me siento mal por ello. La veía casi como una deidad, una persona que creía era eterna y siempre estaría para mí, y yo para ella. Pero era una mortal, alguien que nunca me miró como yo a ella.

Cuando amanezca ahí estaréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora