Capitulo 10

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Vaya noche, después de mi arranque fuimos con Walter, quién es el mayordomo y sub director de la organización y de la academia, además, es el creador y distribuidor de las armas de mi maestro, ha prometido crearme una a mi.

Mi maestro se ha enojado conmigo, me ha dado una bolsa de sangre de transfusiones para que comiera y me he negado, me he asustado cuando noté mis oscuros pensamientos y no quiero perder mi humanidad, me niego, puedo ser una vampiresa pero no quiero ser un monstruo!

O tal vez si? Arg no lo sé, pero, sin importar mis deseos, sé que tengo miedo de volverme loca y matar gente.

-Seras-mi maestro me llama, estamos regresando a su departamento.

-maestro-digo sin mirarlo.

-seras te quedarás en mi casa indefinidamente-afirma

Que...?

-perdón? Pero maestro quiero ir a mi casa, allí están mis cosas yo..-me interrumpe

-nada, la decisión esta tomada, es peligroso que estés sola, además, eres vulnerable, podrás tener fuerza y habilidades sobrehumanas pero eres muy débil, débil contra un vampiro real-maldita sea!

-pero y mis cosas?-me mira y rueda los ojos.

-te compraré ropa nueva Seras, todo lo que quieras-yo lo miro sorprendida pero me callo, seguir peleando con el después de lo de la cena no vale la pena.

Llegamos y el me lleva a mi habitación.

-este será tu cuarto, te buscaré un ataúd, podrás decorarla como desees, si quieres pintar o algo dime con tiempo-ya va, que?

-un...ataúd?-siento que mi piel pierde el poco color que tiene.

-si, te debilitaras si no duermes en un ataúd, podrás usar tu cama de vez en cuando, pero es mejor el ataud, y más que eres apenas una draculina-joder primero la sangre y ahora debo dormir en un ataúd, pero no voy a replicar.

Yo solo miro el suelo, el suspira y me levanta la cara.

-Seras, muchas cosas van a cambiar, sé que no te gusta beber sangre ni la idea de dormir en un ataúd, pero debes hacerlo, es ahora tu naturaleza y créeme, sé que tienes miedo de volverte un monstruo como yo, pero tus ataques serán peores si estás famélica, así que te recomiendo que comas-yo asiento y me aguanto las lágrimas.

El pega un respingo y saca algo de su bolsillo.

-ten, estas píldoras te mantendrán despierta puesto que duermes de día, mientras estemos en la academia deberás tomarlas, pero si dejan de hacer efecto o estás muy mal toma esta-me da una píldora de color azul-te dormirá de noche, te sentirás rara por el cambio así que te recomiendo que no la tomes a menos que sea estrictamente necesario-yo asiento y guardo las píldoras-mañana iremos un poco más temprano a la academia para que te puedan dar uniformes extra y te puedas cambiar.

-usted me llevará a la academia? Maestro no cree que puedan tener ideas erróneas sobre nosotros?-el me mira serio

-ideas erróneas?

-que usted y yo...bueno, que somos pareja o algo así, pueden pensar que me acuesto con usted para sacar buenas calificaciones...-digo yo sin mirarle.

-me importa un comino lo que los demás piensen, pero si a ti te importa tanto, nos iremos temprano para evitar a los alumnos y saldremos más tarde cuando se hayan ido, y, si alguien nos cacha, dile que estás haciendo un curso intensivo de mañana conmigo para historia, cosa que deberías tomar enserio eres un asco en historia-yo lo miro indignada y el me sonríe.

Mi maestro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora