Especial romance lemmon 😏2/3

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Serás pov

Me besó! Me está besando!! Siento que debo pellizcarme para comprobar que no estoy soñando.

-no estás soñando mi preciosa Seras-dice mi maestro rompiendo nuestro contacto.

-maestro...

-shh-susurra mientras agarra mis manos y me levanta, luego, y sin separar nuestros labios, me carga cuál princesa y salimos de mi habitación.

Traspasamos la puerta de enfrente y por la oscuridad de esta habitación y el ambiente lúgubre sé que es la habitación de mi maestro.

El sigue besándome mientras se dirige a su silla/trono, se sienta y yo me acomodo a ahorcadas sobre el.

-te deseo..-susurra en mi oído mientras su lengua recorre mi cuello de manera sensual y deliciosa.

-hazme tuya-gimo cuando me da una pequeña mordida en mi cuello seguido de un chupetón-hazme tuya Alucard.

El sonríe y sopla mi cuello causándome un excitante escalofrío por toda mi columna vertebral. De golpe agarra mis ropas y con un ágil movimiento de manos las arranca con desesperación dejándome en ropa interior a su merced.

-oh Seras, cuanto no llevo yo torturando mi pobre mente con la idea de hacerte mía-confiesa y eso me causa una paz inimaginable, me ha deseado, eso significa que se ha fijado en mi.

Vuelvo a gemir cuando con una mano acaricia uno de mis pechos mientras la otra se la acerca a la boca, con una mirada hambrienta y llena de deseo me mira mientras con su colmillo y una sonrisa demasiado sexy para este mundo se quita el guante blanco. Oh demonios, puede este hombre ser más sexy?

Alucard pov

Tenerla allí, encima de mi, gimiendo ante mi contacto me está poniendo la polla muy dura. Puedo sentir el roce de la virgen entrepierna de Seras con el bulto que tengo en mis pantalones y eso me hace soltar un gruñido desde lo más profundo de mi garganta.

Ya con mi mano desnuda por fin puedo tocar la suavidad de la piel de mi pequeño ángel. Es tan deliciosa que ni yo podía soñar conque así sería. Oh dulce y embriagante...

Retiro el molesto sujetador de los pechos de Victoria liberándolos para mí. Sus pezones rosados están erectos por mis caricias y su espalda arqueada por el placer me da carta libre a hacer con ellos lo que se me venga en gana.

Con una mano aprieto y rozo mientras que con mi boca chupo y los lamo, ella empieza a gemir con más fuerza ante mis caricias y eso me va poniendo cada vez más duro.

Con mi mano libre acaricio su intimidad debajo de esas simples bragas de algodón blanco, está tan húmeda.

-estás muy húmeda-susurro a su oído, solo recibo un gemido de su parte.

Acaricio más e introduzco un dedo en su vagina, ella chilla pero sigue mi juego con sus caderas e instintivamente las mueve al vaivén de mi mano. Introduzco el segundo dedo y los muevo en forma de tijera para acostumbrarla, ella sigue aferrada a mi y su cabeza mira el cielo en pleno placer.

Demonios estoy tan excitado que ya duele. De ser cualquiera otra sirviente le hubiese ordenado que se encargara pero ella es especial, y quiero que esta noche sea su noche, ya tendremos mucho más tiempo para juegos aún más viles.

Saco mis dedos de su vagina y me los acerco a la boca, chupo uno y pruebo su sabor, el sabor que nadie más que yo ha probado y que sabe a gloria.

De golpe veo sus ojos, que ya no son azules como el cielo sino rojos como el infierno, y eso me está calentando más, está teniendo un ataque.

Ella agarra mi mano y se mete el otro dedo a la boca, chupandolo como si fuera mi pija y saboreándolo con placer.

Seras pov

Siento como si algo oscuro me hubiese absorbido, como si la vergüenza que sentía ya no existiera. Ahora algo oscuro me había poseído y lo iba dejar hacer.

Con mi fuerza desgarro las prendas que aún cubren su torso, y descubro una piel tan blanca como la nieve y un abdomen bien marcado y formado, oh gloria a quien halla tallado a este hombre!

Empiezo a besarlo de forma necesitada sintiendo mi sabor salado en sus labios. Paso por su mandíbula y bajo a su cuello, el cual muerdo absorbiendo su dulce néctar, bajo aún más dejando un rastro de sangre y besos por su abdomen  hasta llegar al bulto que tanto deseo liberar.

Rompo sus pantalones y libero su pene erecto en frente de mi, oh demonios, es gigantesco! Es la virilidad que todo hombre desearía y que obviamente no tienen.

Yo me lamo los labios y lo miro a el, sus pupilas dilatadas solo son sinónimo del placer que siente al verme así, y yo disfruto que me mire con esos ojos.

Agarro su pene entre mis manos y empiezo a lamerlo, el se aferra a la silla como reacción, lo cual me incita más a continuar. Empiezo a masturbarlo, mientras que con una mano subo y bajo con la otra masajeo sus testiculos, mi lengua lame la punta, todo al mismo tiempo.

Mi maestro gruñe y se contrae ante el placer. Yo sonrío de manera sádica mientras me arrodillo y me meto toda su polla en la boca, empiezo a chuparla y a masajearla.

-Seras...-gruñe y de golpe me agarra por los hombros y me vuelve a sentar encima de el-quiero acabar dentro de ti-susurra con oscura tentación.

Empieza a introducir su pene en mi, yo siento un dolor desgarrador que indica que mi virginidad se está extinguiendo. El sigue metiéndola y de una estocada la termina de introducir arrancándome un grito ahogado y varias lágrimas de dolor.

El las besa y se queda quieto dentro de mi, para que me acostumbre a su presencia. Poco a poco voy dejando de sentir dolor y empiezo a sentir un cosquilleo en el vientre y en la columna vertebral. Es hora del placer.

El empieza a penetrarme con más fuerza, rápido y duro. El sonido seco que produce mi trasero al chocar contra sus piernas es lo que llena la habitación, eso y nuestros gemidos que cada vez son más sonoros.

De golpe se levanta y me pega contra la pared de piedra sin parar sus embestidas. Yo le clavo las uñas a medida que siento que el climax está cerca.

-vamos Serás, dámelo-gruñe embistiendo más rápido y más profundo.

-maestro!-chillo sintiendo como toda la presión acumulada de mis músculos se sueltan.

Llegue al orgasmo y con dos embestidas más mi maestro lo hace también. Siento como un líquido caliente se desparrama dentro de mi mientras que mi maestro gruñe aparentando su mandíbula y levantando su cabeza en puro extasis.

Ambos estamos con la respiración agitada y el cuerpo bañado en sudor y sangre. Nos miramos y una sonrisa se escapa de los labios de ambos.

-Round 2-susurra con excitante promesa mientras sale de mi y me mira con malicia.

Oh está va a ser una noche larga larga...

Mi maestro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora