[Alucard POV]
Al cerrar la puerta siento que he cerrado la fuente de mi sordo pero latente sufrimiento.
Pero mi atención se desvía rápidamente de lo que siento cuando veo una sombra aparecer desde el suelo hacia mi escritorio. Rápidamente se forma de aquella sombra como el humo una figura femenina.
Las piernas blancas como la nieve y tan largas capaces de tocar el suelo mientras están cruzadas una sobre la otra captan mi atención, a la par que una esbelta figura termina en un endemoniado rostro que conozco demasiado bien.
-Akuma, mi ama y señora-susurro mientras mis colmillos se asoman en una sonrisa burlona.
Los suyos resplandecen como perlas cuando me devuelve la sonrisa. Sus ojos gatunos me miran divertidos mientras su mano juega con una pieza de aquel traje de cuero que carga.
-Mi adorado Alucard, veo que no llevas del todo bien tu decisión-comenta mirando la puerta cerrada detrás de mi.
-hago lo que puedo, pero ya no hay vuelta atrás y fue la mejor decisión que pude haber tomado, la verdad Seras nunca debió ser una vampiresa, y jamás debí dejarme llevar por mis deseos-admito cerrando los ojos y retirando las gafas de montura gruesa que utilizo para aparentar una apariencia más humana.
-oh cariño, pero si dejarnos llevar por nuestros deseos es lo que hacemos nosotros-dice abalanzándose sobre mí y frotando su cuerpo contra el mío.
-en esos deseos si-digo mientras mis manos recorren su cuerpo de manera inapropiada-admiro que verte en ese traje me recuerda viejos tiempos-y no le miento, Akuma es la vampiresa reina, la más hermosa y oscura creación de todos los mundos.
En ese momento el sonido de la puerta nos alerta y a la velocidad que él ojo humano no percibe nos separamos. Seras Victoria entra en la oficina nuevamente con el taller en su mano.
-Profesor Alucard, este taller no es mío, es de-en ese momento levanta la cabeza y me mira atónita, detrás de mi, apoyada de manera casual en el escritorio esta Akuma, vestida con falda tubo negra y camisa blanca, como una elegante ejecutiva-perdón.
-oh mi error-digo quitándole el taller y buscando el que dice su nombre, debí confundirme por estar pensando en su presencia durante la hora de castigo-no te preocupes-comento mientras busco en la carpeta de mi escritorio-te presento a mi esposa, Akuma, cariño, ella es Seras Victoria, una alumna.
-ella es de las que te molestaba?-dice riendo, puedo sentir el rubor color rubí aparecer en las mejillas de Seras-oh no te inquietes, me agrada que traten de entretener a este malhumorado de vez en cuando sabes?
Saco el taller cerciorándome de que sea el correcto y se lo entrego.
-misma nota igualmente-puedo ver una chispa de decepción en su mirada, oh no querida, no te zafarás tan fácil de terminar en taller de verano.
-Bueno, gracias profesor, un placer señorita...-veo que no puede pronunciar su nombre o siquiera recordarlo.
-Akuma, lo sé, es turco-Aclara sonriendo de manera relajada.
-Gracias-dice ella desapareciendo en completo estado de nerviosismo.
Cuando cierra la puerta Akuma suelta una risotada.
-Tu esposa? Enserio? No se te ocurrió algo mejor? Drac-yo la miro con el ceño fruncido.
-qué esperabas? Tengo a una mujer en mi escritorio con el despacho cerrado, tenía que emparentarme contigo o parecería que me gusta follarme gente en mi escritorio, ya tengo suficientes chismes con que soy vampiro para agregar este-le gruño mientras recojo mis cosas del escritorio.
-tranquilo A, no me molesta para nada, estuvimos a punto de ser marido y mujer de todas maneras-cuchillea divertida mientras toma mi mano.
-eso es cierto, hace ya casi 70 años-digo melancólico-si tan solo no me hubieran desaparecido, estaríamos casados y gobernando inferno.
-cierto, pero fue una decisión de los dos, a menos que me digas que extrañas esa época?-me dice caminando de mi brazo hasta el coche que está afuera.
-admito que si-ella levanta una ceja en señal de intriga-oye, me diste el mayor poder que existe en la faz de la tierra, además de darme el único amor correspondido que he tenido en toda mi eternidad-siento que mi muerto corazón se estremece al recordar mi historia con ella, y lo genial que fue luchar codo a codo con aquella presencia tan excepcional como lo es Akuma.
-oye, ella te amo también, que la historia no saliera bien no es tu culpa, hay cosas que no se deben cambiar, cariño-ella pasa su sedosa mano por mi rostro, fría, sin calor que desprender-hay ángeles que no deben caer del cielo-me recuerda.
Apoyo mi cara débilmente contra su mano, puedo sentir que Seras aún está cerca observándonos, supongo que su característica curiosidad hará que se quede hasta que me vaya para confirmar mi historia.
-ahora bésame para que el ángel aún se quede en el cielo-susurra.
Mis labios y los de ella se juntan, pero no solo eso, mi alma inexistente y la de ella se vuelven a unir como viejos amantes que somos. Siento la energía de su magia abrasadora traspasarme y me doy cuenta, que a pesar de mi decisión en el pasado, de todo lo que ocurrió, de todo lo que nos llevó a decirnos adiós mutuamente, fueron sólo obstáculos, y por una extraña razón siento que volví a mi verdadero hogar.
La presencia de Seras victoria sale disparada de donde estaba y puedo sentir como corre y se aleja rápidamente.
Akuma separa sus labios de los míos, pero sus manos están aún en mi cintura como las mías en sus caderas.
-puedo sentir tu confusión, tranquilo, encontrarás tu camino a donde debes estar, por ahora, centrémonos en terminar la misión-me dice apoyando su frente contra la mía, créeme cariño, no soy el único que tiene el corazón dividido.
-ja ja-me río de manera tranquila-Bueno, cómo mi esposa es necesario que te lleve a cenar no?-Digo divertido abriéndole la puerta del coche-my lady-ella sonríe ante mi reverencia y entra.
Yo me monto en el coche y conduzco hacia la oscuridad de la noche.
[Seras POV]
-SE LOS ESTOY DICIENDO EN SERIO, TIENE ESPOSA!-chillo a mis amigos mientras estamos a solas en la biblioteca.
-baja la voz Seras-dice Rip-estás segura, ese malhumorado no atrae mucha gente que digamos-hace una mueca.
-me quede esperando a que salieran, estaban agarrados de la mano y abrazándose, antes de irse se besaron!!!-digo abriendo mucho los ojos.
-y como era?-Pregunta Pip.
-demasiado hermosa para ser real-admito haciendo una mueca.
-enserio?-dice interesado Schro.
-si, era alta, demasiado alta, como de 1,80 metros, y sus piernas, oh por Dios eran larguísimas, y blancas, muy blancas-ruedo los ojos al ver las caras de embobados que tienen mis amigos-su rostro era simétrico, y sus ojos, joder, era como ver un gato.
-dijiste que era turca, los turcos no parecen muertos vivientes-observa Rip, hasta ahora es la única observación inteligente que han hecho.
-eso dijo ella, se llamaba Akuma creo-mi corazón me da un vuelco al recordarlos, como si algo en mí estuviera celosa de ella, pero no solo de su apariencia, sino del hecho que es ella quien porta el anillo de Alucard.
-y por qué te afecta tanto? Es como si te gustara el profesor-observa Schro mirándome fijamente.
-eso es cierto...-añade Rip.
-chicos que no lo ven?-gruñe Pip-esa es nuestra clave, todo son más pruebas de la verdadera naturaleza de Alucard!-dice emocionado.
-o tal vez es solo un afortunado con una esposa gloriosa...-contradice Rip.
-pues yo quiero investigar más a fondo lo que está pasando...-todos me miran intrigados.
Pero ya no es su naturaleza paranormal lo que me intriga, sino su historia con aquella mujer tan irreal con la que está.
ESTÁS LEYENDO
Mi maestro
FanfictionEn la academia Hellsing nada es lo que parece, pero lo más raro es el misterioso profesor de historia.... Seras Victoria, la nueva alumna de la academia más prestigiosa de Inglaterra, llega esperando aprender lo que necesita para vivir pero todo cam...