Capitulo 17

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Tengo que buscar a mi maestro. Corro por los pasillos por donde se retiró con Integra.

Debo mostrarle cómo puedo ser realmente. Quiero hacerlo? No lo sé. Algo dentro de mi me dice que saldré lastimada, que el no es lo que aparenta ser. Bueno, nunca fue lo que aparentaba ser desde un principio.

Llego a un largo pasillo, al final solo hay una puerta, me acerco con cautela y la abro lo suficiente para ver que hay detrás.

Mis ojos se vuelven al menos 2 veces más grandes. Mis lágrimas amenazan con salir pero las detengo. Sabía! Sabía que esto iba a pasar joder!

En frente de mi tengo lo que vendría siendo la habitación de Integra. En la cama, en una comprometedora situación están mi maestro y la jefa Hellsing. Se están besando! E Integra carga puesto un modelito morado oscuro que le va de mil maravillas con su bronceada piel y su rubio cabello.

Ellos están tan metidos en lo suyo que no se percatan de mi presencia. Dejo de mirar cuando la mano de mi maestro empieza a subir por la pierna izquierda de Integra.

Cierro con cuidado la puerta y me alejo corriendo por el pasillo. Bajo a toda velocidad por las escaleras y me tropiezo en la mitad de las mismas. Mi cuerpo cae pesadamente y choca al final con Walter, quien llevaba una bandeja de té, que, asumo era para Integra, en las manos. Está vuela por los aires y es agarrada perfectamente por Sebastian.

-Señorita Victoria! Está bien?-dice Walter tratando de levantarme.

-Serás!-gruñe Sebastian.

Yo me suelto del agarre de manera brusca y trato de huir nuevamente pero unas sombras negras llenas de ojos me agarran los brazos y las piernas. Las distingo perfectamente, son las sombras de mi maestro.

Yo peleo para huir pero las sombras me agarran con fuerza. Siento los pasos pesados de mi maestro por las escaleras junto a unos menos duros pero igual de firmes. Integra.

-Suéltame!-gruño aún luchando.

-Seras Victoria-dice el en un tono que jamás había oído de el. Más burlón, más sarcástico...se está burlando de mí!-a donde crees que vas? Que tus padres no te enseñaron a no espiar a los demás?-COMO SE ATREVE!

-Suélteme-amenazo otra vez. La sangre me hierve por dentro y siento una fuerza que jamás había sentido en mi interior, siento que si lo deseo puedo tumbar esta estructura con solo gritar.

-cierto-los pasos se intensifican alertando que se está acercando-tus padres están muertos.

-SUÉLTEME!!!-grito y el piso y las pereces empiezan a temblar con fuerza. Un estruendo parecido a un rugido resuena por toda la mansión. La araña de cristal que colgaba del techo se derrumba encima de Integra, pero esta es salvada rápidamente por Alucard. Me volteo y lo veo con ella en los brazos, la tiene abrazada con cariño, me mira sorprendido y a la vez cabreado. Yo siento que la fuerza sigue ahí, así que con mis colmillos desgarro las sombras que me aprisionan pero estas no se rinden y me atrapan cada vez más, buscando ahogarme y pararme.

De golpe algo las corta todas, veo de reojo los cuchillos que había en la bandeja de Walter calvados en las paredes. Miro hacia atrás y Sebastian me sonríe y asiente. Mi maestro lo mira molesto y baja a Integra.

Veo como este me vuelve a mirar con los ojos encendidos. Las sombras se hacen más grandes y amenazantes. Empiezan a formar una figura y luego veo un enorme perro negro de ocho ojos en frente de mi. Me muestra sus fauces llenas de filosos colmillos y se acerca con sigilo hacia mi. Aúlla y empieza a correr para saltarme encima, pero su peso nunca me aplasta....

Una pantera negra lo tiene en el suelo. Los rugidos de la misma resuenan por las paredes mientras trata de frenar al perro de mi maestro. Miro a Sebastian y este lo mira fijamente con los ojos encendidos en un color entre rosa y morado.

Mi maestro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora