Mi maestro

Capitulo 33

[narrador O]

-debe ser un asunto importante si te atreviste a mostrarte así-comenta Alucard mientras suben las escaleras camino a la oficina de Integra.

-mucho, es tan importante que puede cambiar el curso de la guerra, y nuestro destino-Alucard la mira preocupado, sabía que sus palabras no le gustarían para nada a la ama Hellsing, quien estaba (de manera extraña) de muy buen humor, pero era de esperarse, Seras Victoria ya no estaba en su camino.

Caminaron en silencio hasta la oficina de la jefa Hellsing; Akuma respiro de manera profunda y entró abriendo ambas puertas de madera de manera brusca.

Dentro de ella una vieja llama de envidia se empieza a encender, ella sabía que Alucard estaba pensando en Seras y Pip, y en cómo desollaría al francés si se atrevía a hacerle algo indecente a la rubia.

Integra la observo con cara de mala leche mientras se endereza en su silla.

-su majestad, que le hace venir hasta acá con tal urgencia?-dice fumando Integra, sus ojos pasan de los de ella a los de su vampiro buscando respuestas.

-tengo algo muy importante que decirle-Akuma se sienta en la silla frente a ella, Alucard la imita-se trata del papel que tendrá el ejército de infierno en la misión.

-qué ha pasado con eso?-dice molestándose, su buen humor se esfumó como el humo de su puro en el aire-por favor, no más misterio.

-está mañana mi fiel compañero William vino a mi de manera urgente-el enorme perro negro que representa a William aparece, Alucard no había visto ni notado cuando apareció o siquiera si estaba con akuma desde el principio, supuso que esa es una de las características esenciales de un buen siervo, algo que victoria nunca tuvo, discreción-resulta que mi corte, quienes reinan conmigo y me aconsejan, no aprueban mi participación ni la de mi reino en una guerra terrenal.

-creí que el trato estaba hecho Akuma, tú nos ayudarías y nosotros te daríamos las almas de esos bastardos-ella asiente.

-lo se, pero dados los recientes hechos que han ocurrido, con Victoria involucrada, y a las acciones que se tuvo que recurrir para ganarle al peón de Aliester, en donde yo resulte herida, bueno, mi corte dice que es muy arriesgado y que puede poner en peligro el futuro de mi reino, al ponerme en riesgo a mi-Integra la mira como si estuviera viendo a una loca.

-mira Akuma, tú eres la vampiresa mayor, ni el mismo Alucard te puede igualar, no entiendo cuál es el miedo de tu...consejo, me parece que las razones que das son absurdas para quebrar un trato conmigo, Íntegra Hellsing-dice la rubia en un tono condescendiente; en ese momento el suelo se ilumina con varios símbolos de los cuales aparecen 7 demonios, vestidos con hermosas túnicas blancas bordadas con dragones rojos y dorados.

En la frente de Akuma sale la corona que Alucard había visto previamente, era un símbolo para recordarle a Integra cuál era su lugar.

-disculpe que se lo diga, Integra, pero creo que por un momento olvidó cuál es su lugar, usted es solo la cabeza de una organización que caza lo sobrenatural, yo soy la reina de todo lo sobrenatural y lo no terrenal en este mundo y en los otros que existen, así que no me vuelva a contestar con ese tono, entendido?-Integra, en un nerviosismo no visible, asiente con cuidado-porque puede ser la última vez que emita un solo ruido antes de que mis garras destrocen su garganta-a una velocidad inigualable akuma poso sus garras doradas en el cuello de Integra.

-mis disculpas, su majestad-dice con un tono de voz un poco quebrado mientras la presencia de la reina regresa a su lugar.

-creo que es necesario que hablemos nosotros como representantes de la corona y de nuestro pueblo-dice una de las cabezas entre las 7 que estaban paradas detrás de akuma-claro esta, si su majestad nos lo permite.

La mencionada hace una seña con la mano derecha en señal de que pueden continuar.

-a pesar del trato que se ha hecho, nos parece que a estas alturas los métodos y las estrategias que han realizado no valen la recompensa. Nos preocupa que pongan en riesgo a nuestra reina, porque como saben, ella es la salvadora de Inferno y quien dirige y guía a nuestro pueblo-empieza un miembro del consejo.

-ahora bien, nos parece también que el poder de nuestra ama es muy valioso para ser gastado en una guerra terrenal, que además no nos beneficiará en nada-La cara de íntegra era un poema.

-Perdón la intervención, pero tengo entendido que ustedes son un reino belicista, que los hace querer echarse para atrás con esta?-observa Integra.

-porque esas guerras estaban ganadas antes de empezar, y no solo eso, nos beneficiaban con esclavos, tierras, oro, entre otras cosas; la suya no implica ninguna ganancia mas que la salvación de su raza, que además, nos da igual, debido a que, a pesar de que los humanos son la mayor fuente de almas, si el vampiro los mata, igual llegarán a nosotros-argumenta otro miembro.

-pero estamos conscientes de que, si ese vampiro consume muchas almas también consumirá poderes y experiencia, y eso no nos conviene porque podría poner en riesgo nuestra monarquía como la conocemos, es nuestra única razón por la cual le vamos a plantear un trato nuevo-finaliza una chica.

-y ese trato cuál es?-dice integra hacia Akuma.

-el trato, es que yo reciba la mayor protección del miembro más poderoso de su ejército, o sea-dice Akuma mirando a Alucard-tu, si algo llega a pasarme y es tu culpa, nos retiramos sin mirar atrás.

-es un trato justo, Alucard te protegerá en todas las peleas sin vacilar, verdad?-dice integra mirándolo con severidad.

-si, ama-responde el vampiro de manera monótona. Estaba pensante, la verdad aquel asunto no era el que ocupaba su cabeza, sino el de aquella rubia con ojos azules que ahora parece estar gustando de Pip, el idiota francés.

-Bueno, el trato está cerrado, ahora, si me disculpa su majestad, debo trabajar-insiste Integra.

-me retiro-Akuma se levanta con elegancia mientras su corte desaparece como humo en el viento. William vuelve a su apariencia canina mientras sigue a su ama muy de cerca.

Cuando las puertas se cierran pasan unos segundos de silencio antes de que la voz de la ama Hellsing llene el lugar.

-Alucard, como no cumplas esta misión, no solo le habrás fallado a tu reina y a la organización, le habrás fallado a la humanidad, y a tu querida Seras Victoria-con lo último, la ama logra hacer que el vampiro voltee de manera abrupta.

-si, mi señora-Alucard se levanta haciendo una corta reverencia.

-Alucard-el vampiro miro los ojos penetrantes de su ama, quien nunca, por muy difícil que esté la situación, nunca había visto esa mirada de preocupación latente y de terror-sé lo mucho que adoras a la rubia, y lo que hiciste se supone, es por su bien-Integra se levanta de su silla-así que esto no es un consejo ni una recomendación, es una advertencia, da un paso en falso con Akuma y tu querida Seras Victoria es comida de Ghouls, entendiste?

Alucard nunca había percibido aquel tono de verdadera amenaza en la voz de Integra, siempre tenía un poco de burla o de ironía, pero ahora, sonaba tan seria y fría que el vampiro juraría que si tuviera a Victoria y a un ghoul a la mano, la arrojaría a él sin dudarlo, sin siquiera hacer una amenaza antes.

Ese sentimiento de sangre helada que hacía estremecer el cuerpo de Alucard, que solo había sentido tres veces antes a esa, le indicó que ya en este punto nada era un juego.

Y que el verdadero rey del tablero ya no era el...

Era Akuma...