Capitulo 16

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Solo puedo ver los cuerpos de al menos 15 hombres muertos en el piso, que demonios pasó?

-Sebastián-digo yo y el me toma de la mano y avanza a paso largo al ascensor-que paso? Que está pasando?!

-el que te enveneno al parecer no se va a rendir-susurra-vámonos tengo que llevarte con Alucard.

Nos montamos y rápidamente descendemos hasta el lobby y de ahí salimos caminando a la calle.

-es increíble-gruñe entre dientes mientras voltea a todos lados.

-que cosa?-digo yo angustiada haciendo lo mismo.

-el piso de Alucard está custodiado por múltiples sellos que el pone, y son sellos que ni yo puedo romper tan fácilmente-el me toma de la mano y me guía por una calle oculta-ellos no podían ser humanos pero cayeron muy fácilmente.

-me estás asustando Sebastian-le digo mirándolo.

-no te preocupes, mientras estés conmigo nada te va a pasar-el sonríe de forma adorable-sin mencionar que si algo te pasa me metería en un problema muy grave con Alucard, y lo último que quiero es enfrentarme a él molesto-susurra divertido.

-es más poderoso que tú?-pregunto para hacer tema de conversación.

-si y no, admito que es demoniaco, jamás había visto un derroche de poder así, pero claro está que cada quien es algo diferente, el es un vampiro, yo un demonio, cada uno es lo mejor en lo que hace, pero a riesgo de parecer gallina, no me gustaría meterme en una pelea real con el-dicho esto vuelve a acelerar el paso para cruzar la calle y seguir por otro callejón oculto.

-como se conocieron?-continuó interrogando, cuando tendré otra oportunidad como está?

-yo también fui un perro, y de un niño-yo suelto una risita y el hace una expresión de cansancio-el dejo de creer e hizo un pacto conmigo, cuando cumplió su misión me comí su alma. Ese niño era el perro de la reina, resolvía los casos más selectos para La Corona, después de su muerte regrese a mi mundo y años después decidí que quería el alma de la reina, volví a Londres y me encontré con el, Alucard es ahora el perro de la reina, miembro de la mesa de los Caballeros protestantes, cuando nos encontramos por primera vez fue muy incómodo, el quería proteger a la reina y yo quería su alma, pero había un problema, ser protestante no es dejar de creer en Dios, sino en la iglesia y eso me impidió tomarla, después Alucard y yo nos hicimos amigos-vaya, al parecer aquí todos somos perros.

asiento hacia el y me quedo callada. La siguiente pregunta es algo especial y peligrosa, la respuesta puede gustarme o disgustarme por completo.

-cuéntame acerca de sus antiguas siervas-le pido

-ha tenido muchas antes que tu, hubo una época en la cual tenía dos o tres al tiempo, le eran útiles, lo saciaban de todas las formas.

-lo saciaban?-que?

-ya sabes, sexualmente, Alucard es un hombre Seras, tiene necesidades-sonríe-y es un hombre muy hambriento, siempre llegaba a su casa y sus siervas le bailaban danzas exóticas, se desnudaban sin pudor en frente de el y lo complacían, claro está que el las tomaba y las dejaba de lado, nunca las entrenaba y al momento que hubiese una emergencia y tuvieran que salir a combate morían y el simplemente las reemplazaba y se repetía el proceso-Sebastian me agarra y salimos a una calle concurrida, la reconozco, si seguimos derecho llegaremos a la academia.

-tú crees que soy eso?-digo nerviosa.

-no, eres especial, Alucard jamás actuó con alguien como actúa contigo, es como un hechizo que lo atrapa-sonríe-eres la mejor draculina que ha tenido Seras, eres hábil, tierna, protectora y muy hermosa.

-tú crees?-digo emocionada

-si, Alucard te protege, si fueras igual a las demás, estarías más que muerta-en frente de nosotros la estructura de la mansión se yergue con su magnificencia.

Entramos y subimos directamente al 4to piso donde se estaba llevando a cabo la reunión. La puerta principal se abre dejando ver a los miembros de la mesa protestante junto con otras personas, son mis profesores Alexander y Maxwell.

-Serás-susurran ambos sorprendidos.

-Victoria-mi maestro aparece detrás de mi-ya lo saben católicos, no le hagan nada-gruñe en tono amenazador.

-no pensábamos hacerlo, vamos Alexander-el asiente y ambos se van.

-que hacen aquí?-pregunta intrigado mirándonos.

-atacaron el piso, rompieron todos los sellos-dice Sebastian.

-ya veo-mi maestro se ve taciturno, se nota que está agotado y eso que a penas son las 11 de la mañana-bueno, yo...

-ALUCARD!-Integra lo espera al final del pasillo, mi maestro se endereza y camina hacia ella, está le ofrece la mano y mi maestro se arrodilla y la besa, acto seguido toma su brazo y se la lleva caminando como si fueran conde y condesa.

Un calor familiar me hierve la sangre, estoy celosa. Ese pensamiento negativo vuelve a acosarme, como competiré con esa madura sensualidad? Con esa personalidad fuerte y disciplinada? Soy una torpe, soy una virgen.

-si te sirve de algo, Integra jamás ha sido tomada por Alucard-Sebastian da vuelta en sus talones y se ríe mientras se aleja.

Podré hacer eso? Si, pero me arriesgo a parecer una idiota.

Eso me recuerda la lección que me dio en mis primeros días de draculina, no debo caer en la tentación.

Debo hacer que el caiga antes que yo.

Y se como hacerlo, debo dejar que mi lado más oscuro se apodere de mi, debo dejar que mi deseo me lleve como hoja al viento.

Maestro, vas a quedar rendido a mis pies

Mi maestro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora