180º (Harry & tu)

Capitulo 1: Estamos en la Realidad

-Despiértense es tarde.- Escuche a mi mama gritar desde las escaleras.

"¡Dios odio los lunes!" pensé.

Me levante de mi cómoda cama aun casi dormida, apague el aire acondicionado y me dirigí al baño que estaba en mi cuarto. Me mire en el espejo y hay estaba yo, la chica con el cabello negro hecho un desastre, ojos marrones oscuros y de tez beige. Era definitivamente  un desastre. ¡que horrible me veía! En la televisión la mayoría del tiempo las personas se despiertan casi perfectas, pues esas son puras mentiras, estamos en la realidad donde es todo lo contrario. 

Cepille mis dientes casi sin ganas y lave mi cara, me despoje de toda mi pijama y entre en la ducha para estar aun mas despierta, no podía ir a clases así, me iba a dormir y no prestaría atención a las palabras de los tres profesores que me tocaba hoy y reprobar no seria ideal para mi. He crecido con unos padres tan estrictos, en pocas palabras como dice mi tía "jodidos", que solo quieren que sea casi "perfecta" enseñándome y educándome como se debe, y estoy agradecida por eso pero aveces son tan insoportables que no los aguanto. Somos Ramos, la gran familia Ramos, orgullosos por descendencia pero unidos como familia, con carácter de mierda pero con grandes sentimientos. Creo que por ser "la mayor" y la hija primogénita debía ser el ejemplo un ejemplo a seguir para mi hermana, con notas perfectas, excelente apariencia, vocabulario y mas, sin contar aquellas tareas diarias muy fastidiosas, las cuales cumplía pero a regañadientes, mientras que por otro lado esta mi hermana menor, Ariana Ramos, la casi reina de la casa, dos años menor que yo, ella tenia 14 y yo 16, poseíamos los mismos rasgos, solo nos diferenciábamos por uno que otro, algunos de ellos, la forma de los ojos pues ella los tenia un poco pequeños y yo poseía unos ojos grandes, la nariz, la forma de los labios y el carácter; aunque las dos teníamos un carácter de mierda ella era mas amistosa que yo y mas inmadura, la educaban igual que a mi pero sus "tareas diarias" se las hacia mi mama mientras que yo hacia todo lo mio. 

¿que lindo no?

-Hola .- me saludo mi novio Luis con un corto beso en los labios.

Alto, un año mayor que yo, 17 años, nos conocíamos desde hace algunos años cuando el estaba en tercer año de segundaría y yo en segundo. Siempre supe que vivía por mi casa, lo veía de vez en cuando pero nunca no llegamos a tratar hasta ese entonces y hace 9 meses me pidió que sea su novia y acepte pues el me gustaba mucho. Era moreno, alto, cabello negro y una sonrisa única. Lo amaba

-llegas temprano.- rió.

-¿si verdad?.-cuestione y los dos reímos, a los minutos tocaron el timbre lo que significaba que era hora de ir a nuestros respectivos salones, yo me fui a mi salón, cuarto año sección B y el a Quinto año Sección B.

Las horas pasaron mas lento de lo normal, pero con mi grupo de amigas no me aburrí la mayoría del tiempo. Nos encontrábamos en la ultima hora, por suerte todos los días salimos al medio día. El profesor Miguel de qui mica terminaba de dictar unas formulas para el examen de la próxima semana y aunque nadie le gusta esta materia todos les prestábamos mucha atención, pues nadie quería repetir el lapso por culpa de el.

-¿que dijo? ¿oxido o dióxido? .-me pregunto una de mis mejores amigas, Natasha, tenia la misma edad que yo, pero era menor por algunos meses, morena, estatura promedio, cabello crespo voluptuoso, loca y divertida. Nos conocemos desde que tengo memoria, nos criamos literalmente juntas cuando sus padres se mudaron a la misma residencia que mi familia y yo habitábamos, justamente al frente de mi casa.

-dióxido.- le respondí.

-Eso es todo por hoy, se pueden retirar.- dijo el profesor y ya todos estábamos saliendo del salón.

Me encontré con mi mejor amigo, Johan, alto, tez beige, cabello castaño y ojos color miel, simpático en pocas palabras, al igual que Natasha lo conozco desde que tengo memoria. Lo salude junto con Natasha, llego Luis y salimos de aquella cárcel que tanto odiaba, era literalmente, mi colegio parecía una cárcel. Íbamos caminando hacia nuestras casas junto con un grupo de amigos, era un poco lejos pero era divertido si íbamos hablando y contando payasadas, quizás 40 minutos a pie bajo los rayos del sol no era mala idea del todo si vas con amigos.

 Baby you light up my world like nobody else

The way that you flip your hair gets me overwhelmed

Tarareaba casi inaudiblemente aquella canción que tanto amaba "What Make You Beautiful".

Por estúpido que suene, amaba aquellos cinco chicos. Amaba a One Direction. Ellos eran esas personas que aunque no los conozcas te pueden sacar una sonrisa, te pueden hacer feliz con tan solo escuchar una canción, eran solamente cinco chicos simples que estaban cumpliendo sus sueños y eso era lo que mas me encantaba. Zayn, Niall, Louis, Liam y Harry. ¡Dios Harry! ese chico traía mi mundo de cabezas. Me había imaginado cientos de veces junto a el, siendo felices, pero esas historias solo ocurren en cuentos de hadas. En la realidad las probabilidades de estar con alguien famoso sin tu serlo son de 000,000,09% lo que cuenta como imposible y mas para alguien que no es de Estados Unidos o Europa, para ser exactos alguien que no es de latino América o Venezuela.

-Amo tu voz.- susurro Luis cerca de mi oído, sacándome de mis pensamientos y haciendo que mis mejillas se tornen rojas. 

Amo cantar, y tengo una buena voz según varias personas, pero como me lo dijo Luis es raro, el causa un efecto en mi. Aveces me imaginaba cantando frente a cientos de personas, pero eso es ridículo. 

-¿en que piensas?.- pregunto dándole un pequeño apretón a mi mano la cual estaba entrelazada con la mía.

-nada.- respondí reprimiendo mis pensamientos y dándome una sonrisa tierna la cual respondió y plato un beso en mis labios.

"Lo amo" pensé.