Tóxico.

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- Moco, vamos. -Le dije mientras zarandeaba su hombro. Parecía estar hipnotizado por sus propios pensamientos. - ¡Hey! O te mueves o juro tirarte una jarra de aceite hirviendo.

Él comenzó a parpadear, mostrándome una de sus mejores sonrisas.

- ¿Te llevo? -Preguntó.
- No hace falta, iré con mi padre.

- Insisto.

Rodé los ojos y me dispuse a caminar hacia la salida. Mi padre y Zayra se refugiaban del mal tiempo en el interior del coche de esta, ambos me miraron y señalé al coche de James, indicándoles que iría con él.

Ambos nos subimos al coche, estaba tan acostumbrada a las altas temperaturas del coche de Kyle que olvidaba por completo que el resto no sentía la necesidad de llevarla tan altas.

- ¿Entonces, tú y Kyle..?

- No -respondí- él y yo no somos nada.

- Escucha, si va a retorcerme el cuello por esto que lo haga, pero te aviso que ese chico no es quien tú crees.

¿Él sabía que Kyle era..? Oh.

- ¿Por qué lo dices?

- Él y yo fuimos amigos durante un tiempo... Luego todo se torció. No pretendo contarte mis problemas, Elena, pero ten cuidado, cualquier día se irá y te dejará tirada.

Sabía que Kyle era capaz de irse sin mirar atrás, no parecía ser un chico capaz de anclarse a un único lugar, sin embargo, no creía que aquello fuera de su incumbencia. Si en algún momento mi vampiro favorito me dejaba atrás, sería capaz de recorrer cielo, mar y tierra solo para encontrarle y exigirle que afrontara la situación como el hombre que se supone que era.

- ¿Eso te hizo a ti? -pregunté molesta- Kyle no es mal chico, no va a hacerme daño ni voy a llorar por él toda la noche, James. Antes de que él me haga daño ya se lo habré hecho yo.

- Tú no eres tóxica -replicó- él si.

- Si lo es o no, no creo que sea tu problema, es a mí a quien debería de importarme.

No hablamos más. Él cada cierto tiempo abría la boca, con la intención de decir algo; espero que disculparse. Pero después volvía a cerrarla como si nada hubiera ocurrido. Cuando llegamos a mi casa divisé el coche de Kyle aparcado frente a nosotros y tuve que contener las ganas de ir y decirle que ni se le ocurriera jugar conmigo, a pesar de haberme enviado directamente a la friendzone. Me bajé del coche e inmediatamente entré a mi casa, oyendo al mismo tiempo como James arrancaba el coche y se iba. ¿Cómo se atrevía a criticar a Kyle, a un jodido vampiro? Podían criticarme a mí, pero no consentiría que dijeran nada de él.

Bastantes problemas tendría ya por ser lo que es. No me molesté en saludar a mi padre, sabía que estaba en el jardín junto a Zayra, había visto la puerta abierta.
Me dispuse a entrar en mi habitación cuando me percaté de que alguien había tenido la misma idea que yo.

— ¿Kyle, que haces? —pregunté— ¡Trae! De eso me encargo yo. —Le ordené al ver como metía mi ropa interior en una maleta.

— Solo intentaba ayudar. —Replicó con una sonrisa burlona en su rostro. ¿Por qué tenía tantas ganas de besarle?

— ¿Abriste tú la puerta del jardín? —Le pregunté. La probabilidad de que hubiera sido él eran altas.

—. ¿Uhmm? No, no he sido yo. Yo soy más elegante. Si me cuelo en tu casa lo haré cuando haya probabilidades de que tu padre me pille, ya sabes, hay más morbo.

— Sabes que mi padre no te diría nada.

— Callate, no arruines mi diversión.

No podía contenerme más. Las ganas de besarle eran muy superiores a mí y el no poder hacerlo me hacía sentir exhausta y cohibida. Besarle se había vuelto una necesidad básica, tal como comer o descansar. Aunque desde mi punto de vista, si tenía que dejar de comer y de dormir por besar a Kyle, lo haría. Era una tentación taaan grande...

— ¿Puedes dejar de mirar mis labios por un segundo? Me siento un aperitivo. —Rió. Sentí como mi rostro comenzaba a enrojecerse efusivamente.

— No sabía que los vampiros hicierais bromas de ese tipo. —Rebatí, intentando esquivar la vergüenza acumulada.

— Tú misma lo has dicho, soy un vampiro. Así que ve a despedirte de tu padre antes de que me enfade.

— Eso ha sonado a amenaza. —Me quejé. Instintivamente mordí mi labio interior con fuerza.

— No hagas eso. —se quejó esta vez él.

— ¿Por qué?

— ¿Podrías hacerme caso, pelirroja?

— Iré a despedirme de mi padre
porque quiero hacerlo, no porque un estúpido me lo ordene.

— Dile a ese estúpido que si tiene la maravillosa oportunidad de conocerte no la deje escapar. Ni a ti tampoco.

Definitivamente este chico sabía cómo hacerme sonrojar. Aún dudando si sus palabras eran sinceras o por el contrario su único fin era reírse de mí, bajé y me despedí de mi padre.

Dejar de comer o de dormir... Solo por él.

Amé a Kyle en ese cap. Hay no le he perdonado el dejar a mi protagonista en la friendzone, pero sigo amándole 😽💕

Dulce asesinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora