Mi cuerpo estaba recostado sobre el pecho de Kyle, estaba segura de ello. Igual que sabía que eran sus manos las que acariciaban las zonas del cuello donde algunas horas antes, Adam había dejado su huella.
— Kyle. —Susurré.
— Dime, pequeña.
— ¿Dónde estabas?
Sentí como su cuerpo se tensaba al instante y no hizo falta que respondiera, yo sabía que él había ido a alimentarse y no le culparía por ello.
— Tenía que haber estado allí para acabar con el problema de raíz. Tienes que decirme quien ha sido.
— ¿No puedes distinguir su olor?
— Cuando hay ciertos fluidos corporales de por medio no puedo distinguir un olor de otro.
Pensé en la amenaza de Adam. Sabía que Kyle se esforzaría por protegerme, pero tal vez eso no fuera suficiente, lo había hecho una vez, y quien sabe cuantas veces lo haría si se enterara de que lo había delatado.
— No pasa nada, no quiero que tomes represalias.
— Elena, ¿puedes ser coherente por un maldito momento? No es ninguna tontería lo que ha hecho. Sino dejas que le mate, por lo menos toma medidas legales.
— Es mi problema, soy yo quien decide que hacer y he decidido que no voy a hacer nada al respecto.
— Ahora mismo no puedo ni mirarte a la cara —Admitió— pensaba que te conocía. Creía incluso que me querías, pero me estás demostrando todo lo contrario, lo único en lo que puedo pensar es que te ha gustado. ¿Es eso, Elena? ¿Por eso no me dices su puto nombre?
— Kyle, yo...
— ¡Pensaba que era yo quien te haría daño y ya veo que no! No puedo ni soportar que otro haya hecho lo que yo anhelaba hacer hasta hace unos minutos.
— ¿Eres idiota o qué? —espeté— No tiene ni pies ni cabeza lo que estás diciendo. Lo estás jodiendo por tus estúpidos celos.
— ¡No creo que tenga que pedir perdón por decir lo que pienso! —escupió con odio cada palabra— No me creo que seas capaz de eso, Elena, ¿quién coño eres? No puedo fiarme ni de tu nombre.
¿Qué bicho le había picado?
Me levanté de la cama rápidamente, aún sintiendo el dolor de la violación inundar por completo mi cuerpo. Pero necesitaba salir de allí, no podía soportar las palabras de Kyle por mucho más tiempo. Lo había visto en sus ojos, si, el odio más puro y envenenado que había visto en mi vida.
Jadee cuando bajé las escaleras, mis piernas temblaban y mi cabeza pedía a gritos descansar.
— Elena.
Miré a Kyle. Estaba al final de las escaleras, observando y analizando cada uno de mis movimientos. Pronto, se encontraba frente a mí.
— Lo siento, pequeña. Me he pasado.
— No te has pasado, idiota. Has excedido todos los limites de gilipollez habidos y por haber.
— Lo sé, me lo merezco.
— ¡Pues claro que te lo mereces, no eres capaz de aceptar mi decisión sin comenzar a soltar tonterías!
— Elena...
— No, Kyle. Elena nada. Me voy a casa.
Posiblemente el orgullo fuera el responsable de todo ello, y durante el camino a mi casa no podía dejar de pensar en ello.
Creía que me querías, sus palabras resonaban en mi cabeza una y otra vez, torturandome. Hasta ahora, no había conocido el lado celoso de Kyle, pero ahora desearía no haberlo hecho.
Volvía a sentir lo mismo de siempre; soledad. Y lo más triste de todo sin lugar a dudas era el hecho de estar rodeada de personas.
Aquel sentimiento me acompañó en todo momento, incluso cuando Leila estaba junto a mí, intentando hablar conmigo.
— ¿Esos chupetones te los ha hecho Kyle? —Preguntó— Vaya tío.
— Leila, no quiero hablar de él.
— ¿Pelea de parejitas?
— No somos novios.
— Así que si, habéis discutido, ¿me lo vas a contar o te lo tengo que sonsacar?
— Preferiría no hablar del tema.
Ella bufó molesta y volvió a su puesto de trabajo mientras yo me dedicaba a lo mío, aunque ya no había mucha gente en el local, los jugadores disminuían diariamente y pronto el bingo se encontraría desahuciado.
Pero hasta entonces, yo pensaba seguir trabajando.
— Señorita. —Me llamó la señora Treber. Me acerqué rápidamente junto a ella, por lo que yo sabía, había estado enferma durante unas semanas.
— ¿Qué desea?
— Mi nieto estaría encantado de volver a verte —rió delicadamente— Le has caído muy bien, hacéis buena pareja.
— Señora, no quiero ser grosera pero...
— Debí suponerlo —me interrumpió.
— ¿A qué se refiere?
— Mi pequeño John asusta a las chicas con facilidad... Pero creeme, es un buen chico.
— No niego que sea un buen chico pero...
Ella comenzó a toser hasta tal punto que corrí para llevarle un vaso de agua, sin duda la señora Treber estaba enferma todavía.
— Estoy muy mayor ya, Elena, solo quiero ver a mi nieto con una chica. Dale solo una oportunidad más.
— Bien.
Me había enternecido aquella mujer, se podía ver a la legua que quería a John como a su propio hijo, y yo me sentía incapaz de negarle algo a una madre.
— El sábado a las tres de la tarde en la cafetería bar Rockwest, díselo.
Había aceptado una cita con John, otra vez. Con la diferencía de que esta vez había sido por voluntad propia.
Se acerca el final.
Chanchanchannnn...
4k agjdhsjsjs sois los mejores.
POOOOOR CIERTO.
¿Alguien sabe como registrar la novela es save creative o cómo se llame? Porque ya he tenido problemas respecto a imitaciones.
No digo que me copien todos, porque yo misma sé lo que es buscar una idea y tratar que sea original, más aún cuando películas como crepúsculo tratan sobre el mismo género. Pero, considero que, una persona que ha estado leyendo mi novela, y que repentinamente comience a escribir un libro, cuya protagonista trabaje, que tenga que pagar todo, etc... ME SUENA.
No me estoy metiendo con NADIE, no voy a dar nombres, ni nada.
Pero, pues eso. Que me gustaría tener la novela asegurada y que en un futuro nadie haga de las suyas.
Protejamos la novela.
Oos ammmo❤
PD. Se acerca el QyA.

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Dulce asesino
VampirosSabía que él acabaría con mi vida, mi mera presencia lo ameritaba. Y quizá, después de todo, no mereciera más que eso; había buscado mi propia muerte al conocerle. Todos nos guiamos por nuestros deseos más internos, y sabía que su único deseo era b...