Tú, frente a mí
como un mago
te apareciste,
me interrumpiste.Me pareciste
tan inteligente y triste.Tú, me cegaste de repente como la muerte
al resto de gente.Pero aun así la vanidad en tu rostro percibo.
No sé si fue por el invierno frío.
Recuerdo que te conocía más que como un amigo.
Jugábamos como niños,
no te quejabas y te quedabas toda la noche
aquí conmigo.Sentía hasta las cosquillas en mi ombligo,
no necesitaba ni mi abrigo.Tus palabras me calmaban.
Con tu presencia
todo me parecía
más lindo.La luna nos apoyaba,
su luz con gentileza
nos otorgaba.- Nos daba -
En un mar de estrellas rojas...
¡Qué tontas, querían competir con tu boca!
¿Recuerdas, esas tardes largas en las que tú me buscabas sólo porque sola o aburrida estabas?
Mi interior se quemaba,
y yo gritaba, ¡rogaba!Que el tiempo se parara,
para admirarte como a una hada.Y guardar para siempre los sentimientos de cuando nuestras almas se juntaban, y bailaban.
Sólo bastaba una palabra, y nuestro mundo de magia se llenaba.
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La vida en Poesías.
ŞiirÉsta obra narra y cuenta los dos últimos años de vida del escritor en su peculiar forma de escribir. Se prohíbe cualquier copia completa o parcial. Todos los derechos reservados.