Me pregunto si debería escribir, aunque sinceramente es tan sólo otra forma de huir.
Es mi rehabilitación y mi heroína, las dos unidas
tratando de mantenerme con vida.Ya no me siento tan vacío, ni herido.
“No confíes en nadie”.
Me susurra mi cuaderno al oído.Su consejo es para no seguir llorando un río,
es cierto que ya no sonrío porque no encuentro motivos.Tengo la voz gastada
y la garganta desgarrada.Estoy buscando razones para seguir en el buen camino.
Aún no me rindo,
aunque tampoco un sueño persigo.Día a día “tú puedes”.
Me repito.Me distraigo, tomo un libro, bebo tranquilo.
Vivo pensando
y preguntando si ya habré perdido el juicio.Me desquicio recordando cuánto he querido
y cuánto he perdido.Sigo añorando el tiempo que estuve contigo.
Pero, así es el mundo;
los bebés lloran,
los perros ladran,
las personas que no te escuchan, sólo hablan.Y quienes te escuchan,
ya no te hablan.Yo me siento como un escritor maldito; destinado a expresarme con todo lo que rimo.
Encerrado en cuatro páginas, seré libre en mi lápida.
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La vida en Poesías.
PoesíaÉsta obra narra y cuenta los dos últimos años de vida del escritor en su peculiar forma de escribir. Se prohíbe cualquier copia completa o parcial. Todos los derechos reservados.