Una brillante repetición
de los acontecimientos.
Sólo para revivirte y mantenerte en mis recuerdos.
Sé que no te hubiera gustado verme así,
es cierto.
Por eso, ahora niego mi dolor.
¡Lo siento!
A mentir ya no vuelvo.
Te deseo lo mejor del mundo, aunque ya no sea nuestro.
Te fuiste sin más, debería callar, dejar de llorar; ni mis lágrimas
en rimas plasmar.
Debería, debería dejar todo atrás.
Pero la verdad, ¡no sé hacer nada más!
¿Y cómo? Si ya no sé
ni amar.
Tú te fuiste y aún no sé,
¿por qué así lo decidiste!
¿Por qué nada
me dijiste!
Ni te despediste, sólo te fuiste. Te fuiste.
Me pregunto
si de verdad me quisiste
después de todo lo que me diste.
¿O quizás te arrepentiste?
Te fuiste, te fuiste.
Y se fue también toda
mi alegría.
Se quedó conmigo melancolía y una inmensa agonía.
Se fue el color de mi vida.
Desde entonces se acomodó la rutina en mi retina.
Se fue también contigo la melodía.
Ya no siento en nada armonía.
Ni el calor del sol al mediodía.
Se quedó conmigo
tu sonrisa de buenos días.
Tu promesa de que
por siempre junto a mí te quedarías.
Y quién lo diría.
Ahora soy yo el que le recuerda al mundo
que exististe un día.
Quiero pensar que aún sigues con vida...
En mis tonterías,
en mis poesías.
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La vida en Poesías.
PoesíaÉsta obra narra y cuenta los dos últimos años de vida del escritor en su peculiar forma de escribir. Se prohíbe cualquier copia completa o parcial. Todos los derechos reservados.
