Querida amiga:
Yo no sé como has estado, no sé que nos ha pasado.
¿Por qué tanto nos hemos distanciado?
¿Será, que ya me has olvidado?
Querida amiga,
te escribo porque aún me pareces bonita; te escribo para pactar contigo una cita.
Soy muy infantil aún,
lo sé, lo reconozco y
lo siento.
Siendo honesto,
no sé porque te escribo;
supongo que sólo me siento nostálgico, o que mi pensamiento es errático.
Pero sabes que siempre
he sido y te seré sincero; por eso, desde ya te pido perdón por si te molesto.
Detesto extrañarte tanto
en éstos momentos,
tengo tantos recuerdos que guardo dentro; aunque sólo son fragmentos y te juro que no es pretexto.
Tengo un pesar,
un remordimiento que oculto y guardo en secreto, de mí mismo me avergüenzo.
Recuerdo, como nos perseguíamos por el patio o el jardín, corriendo con energía sin fin.
¿Recuerdas todos nuestros juegos de secretos?
Me conociste por completo.
¿Recuerdas, tantas charlas largas, las caminatas por la playa, las fogatas,
las clases de guitarra?
Y mi hermana que siempre nos molestaba, creo que loca está y estaba.
En fin, no te quito más tiempo, sólo quería decir que aún te recuerdo.
Espero que me contestes pronto, sólo si quieres por supuesto.
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La vida en Poesías.
PoesíaÉsta obra narra y cuenta los dos últimos años de vida del escritor en su peculiar forma de escribir. Se prohíbe cualquier copia completa o parcial. Todos los derechos reservados.
