Problemas de parejas.

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La vida es un largo camino
y cada problema, cada adversidad... No es más que una piedra en ese camino.

Y habrán muchas,
de verdad muchas piedras.
Algunas pequeñas e insignificantes,
algunas más grandes e importantes.

Pero en pareja –sonrío ante la sola idea de verme con mi pareja–, todo debería ser más fácil.

Porque ya no sólo eres tú,
ya no estás solo, ahora son dos y deben apoyarse,
y deben ayudarse
el uno al otro.

Una pareja debe caminar tomados de la mano
sin jamás llegarse a soltar,
porque si lo hacen...
Entonces será el final.

Debes seguir sin importar
cuantas piedras haya en el camino. Te debes esforzar,
luchar, seguir adelante,
avanzar a paso firme, juntos. Confiando el uno en el otro.

Confiando que tu compañera nunca te soltará, que nunca se rendirá, que nunca se dejará vencer.

A mí en lo personal
me gusta apresurar todo.
Me gusta vivir corriendo.
Pero eso es incorrecto.

No debes ser egoísta,
no debes pensar en sólo
lo que a ti te gusta.

Sino qué también debes pensar en tu pareja. Piensa en un ritmo que a ambos les guste, y que les acomode. De otra forma sólo harás que se canse.

Habrán dificultades
que más que piedras, serán un gran muro.
Como la falta de interés,
o la falta de tiempo,
o incluso la temida distancia.

Pero si las cosas se hablan
con sinceridad y seriedad.
Y con la dedicación de ambos, si ambos ponen un poquito de su parte.. pueden superarlo,
pueden ser felices.

El verdadero problema está cuando uno de los dos no quiere seguir,
no quiere continuar,
no se quiere esforzar,
no quiere caminar,
no quiere avanzar a tu lado, ni siquiera tomarte de la mano.

Cuando tu pareja ya no hace nada, cuando se rinde.

Puedes ser persistente y seguir aferrandote a su mano, tratar de avanzar
aunque ella o él, no se mueva.

Puedes empujarlo, y seguir amando, y creer que tu amor, que tu esfuerzo, será suficiente.

Pero tarde o temprano,
ella o él se acostumbrará,
querrá que siempre estés allí, que la sigas acompañando, ayudando, y amando.

Sin dar ni ofrecer nada a cambio. Sin poner nada de su parte.

Tú te cansarás, no querrás seguir arrastrando un peso muerto.

No querrás seguir,
al lado de alguien que ya no te ama ni hace nada por ti.

No querrás estar con quién ya se rindió.

Y ella no querrá que tú también te rindas.

Lo peor pasará
cuando tú también te detengas, y te darás cuenta de lo poco que has avanzado, lo poco que has logrado.

Ella te detiene, te encadena, te limita.

Te dolerá, ver que sin importar cuanto te esfuerces por ella o él,
ya nada será igual. Porque todo ha terminado.

Y la verdad es que si quieres volver a ser feliz la tendrás que dejar ir.

Y ahora te pregunto:

¿Vas a seguir, o te vas a rendir?

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