Las palabras son sólo eso, palabras.
Es cierto que tienen un peso, que pueden destruir, herir, dañar; dependiendo de quién vienen y a quién van.
Pero siguen siendo eso, sólo palabras.
Y las palabras se las lleva el viento si no son acompañadas por acciones.
Me es imposible negar que en el pasado me has demostrado más de una vez cuánto me has amado, pero repito:
En el pasado, ¿qué haces ahora? Nada, ¿cómo puedo creer en tu palabra?
Por eso te prohibo que me vuelvas a decir otro
“te amo”, u otro
“te quiero”.No quiero que me lo digas, muchas personas ya lo hacen. Necesito que tú me lo demuestres, y si ya no eres capaz ni de eso...
Sólo es muestra que de verdad ya no existe cabida para mí en tu corazón.
Y si te rindes,
si quieres irte,
puedes hacerlo.Siempre amé tu libertad, siempre admiré tu fuerza, siempre hacías tu voluntad.
Y no seré yo quien no te permita abrir tus alas y volar.
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La vida en Poesías.
PoésieÉsta obra narra y cuenta los dos últimos años de vida del escritor en su peculiar forma de escribir. Se prohíbe cualquier copia completa o parcial. Todos los derechos reservados.