La vida se escapa lentamente de mi cuerpo, mientras cuelgo en las orillas de un precipicio.
Me sujeto como puedo
con las pocas fuerzas
que le quedan a mi viejo
y maltratado cuerpo.
Escucho que alguien
se acerca y me dice:
“Yo te quiero”.
Pero ahí se queda,
de pie frente a mí,
sin ni siquiera hacer
el mínimo intento
de ayudarme.
Sonrío en respuesta
a sus palabras pero
no soportaré mucho más.
Mi estúpido brazo izquierdo se cansa y se suelta, sospecho que no me quiere.
La persona vuelve a hablar, ésta vez grita haciéndose escuchar:
“Tú me importas demasiado,
para mí eres especial,
yo te quiero de verdad”.
Mi brazo derecho
cede un poco más,
estiro mi mano libre
en su dirección,
la persona sólo se ríe
en ésta ocasión.
La esperanza se rompe
y lo último que pasa por mi mente es que no se puede creer en todo lo que dice
la gente.
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La vida en Poesías.
PoesíaÉsta obra narra y cuenta los dos últimos años de vida del escritor en su peculiar forma de escribir. Se prohíbe cualquier copia completa o parcial. Todos los derechos reservados.
