Capitulo 4. Dejame Curarte

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Hotaru se sentía extraña y sumamente nerviosa por estar sola en el departamento de Matsuoka usualmente siempre estaba en compañía de Haruki y Yukimura.

Mientras observaba a su alrededor, se dio cuenta que el departamento de Matsuoka estaba demasiado ordenado  y limpio, a diferencia del de Yukimura que siempre había cosas tiradas en el suelo y el de ella que tenía muy pocas pertenencias.

Matsuoka salió del pasillo y al ver a Hotaru sentada en uno de los sillones de su sala, su corazón comenzó a latir más rápido de lo normal, cuando ella se dio cuenta que él la observaba su rostro se ruborizó.

   — ¡Ma-Ma-Matsuoka san que bueno que regresaste! — Dijo nerviosa.
Se levantó y camino hacia él.
— Estaba buscando el botiquín, ven vamos a curarte esas heridas.
— ¿A dónde? — Pregunto ruborizada.
— Al baño.
— Pe-pe-pero...
— Hotaru, es imposible curarte las heridas aquí — La tomo del brazo y la llevo al baño.

Con delicadeza Matsuoka limpiaba las heridas de Hotaru.
— Debes ser más cuidadosa, esto podría haber afectado tus entrenamientos para el torneo.
   — Tachibana lo siente mucho, debido a mis descuidos está afectando los entrenamientos — Dijo con tristeza y sus ojos empezaron a humedecerse.
   — No lo digo por los entrenamientos, lo digo por ti, debes cuidarte más, si te lastimas que caso tendría participar en el torneo sin uno de nuestros más valiosos miembros —Dijo sonrojado.
Hotaru al escuchar sus palabras no pudo evitar  sonrojarse algunas lágrimas rodaron por sus mejillas, Matsuoka al darse cuenta de la reacción de ella se puso totalmente nervioso.
   — ¡Qui-quiero decir no solo yo pienso de esa forma estoy seguro que Yuki y Haruki piensan igual! — Exclamó y comenzó a ponerle las banditas en las heridas para así ya no mirar su rostro y sentirse más nervioso y apenado de lo que se sentía.
   — Escuchar a Matsuoka san decir esas palabras hacen que Tachibana se sienta sumamente feliz — Dijo para después estrechar las manos de Matsuoka.
Sorprendido  la miro y vio su hermosa sonrisa, esa sonrisa que lo había cautivado desde la primera vez que la conoció y que aún desconocía que fuera una chica.

Los dedos de Matsuoka se entrelazaron con los de ella, sus manos en comparación a las de él eran pequeñas y a pesar de las heridas que tenía eran suaves,   lentamente las acerco a su rostro y comenzó a besarlas tiernamente.
   — ¡¡Ma-Ma-Matsuoka san, queee-eee estaaas haciéndo!! — Exclamó totalmente apenada por lo que estaba pasando.
   — Curando tus heridas no es obvio — Respondió mientras seguía besando las manos de Hotaru.
   — ¡¡E-eeso n-no ee-ees curar las heridas!!
Matsuoka ignoró las palabras de Hotaru y siguió besando delicadamente cada parte de sus  manos, ella trató de apartar sus manos de las de él pero en aquel momento se sintió tan débil que no tuvo fuerzas para hacerlo.
   — ¡¡Ma-Ma-Matsuoka san por favor detente yaa!! — Dijo, pero su voz perdía fuerza.
Matsuoka alzó la mirada y la vio, se encontraba totalmente sonrojada y con una extraña expresión en su rostro, cuando se dio cuenta de lo que estaba haciendo soltó sus manos y se alejó de ella.
   — ¡Ho-Ho-Hotaaru, lo siento tanto yo-yo....! — No pudo terminar.
Hotaru seguía sonrojada y con esa expresión extraña en su rostro.
  — ¡Ta-Ta-Tachibana no se siente muy bie-bien, gra-gracias por curar las heridas de Tachibana — Dijo y salió corriendo del baño.
Matsuoka solo se quedó parado sin poder decir ni hacer nada. Finalmente exclamó
   — Eres un idiota Masamune, porque hiciste eso.
Hotaru al llegar a su departamento se recargó en la puerta y se dejo deslizar lentamente hasta caer en el suelo, abrazó sus piernas y susurro:
   — Tachibana se siente muy extraña.

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Otro hermoso y soleado día en el complejo departamental tsukishiro, pasaba del medio día, fuera del departamento 202 se encontraba Kanae tocando insistentemente.
   — ¡¡Hoootaruuu, yo sé que estás ahí ábreme!!.
Al no recibir respuesta alguna toco con más insistencia.
   — ¡¡Ho-ta-ruuuuu, no me iré hasta que me abras, y si tengo que hacer un escándalo, lo haré!!
En ese instante la puerta se abrió, una sombría y demacrada Hotaru abrió la puerta.
   —  Habíamos quedado de vernos hoy en mi casa temprano para hacer más pruebas de.... — Cuando Kanae vio el estado en que se encontraba su amiga dijo preocupada.
   — ¿Ho-Ho-Hotaru, pero que te pasó?
   — Tachibana no se siente bien, lo siento por no haber podido avisarte.
Kanae la tomo del rostro y lo acercó al suyo para medir su temperatura.
   — ¡¡Hotaru, tienes fiebre¡¡ — La empujó hacia adentro y cerró la puerta del departamento.
   — ¿Qué estás haciendo Kanae?
   — No es obvio, voy a cuidar de ti — Respondió la pelirrosa, mientras la llevaba a su habitación.
   — No es necesario que hagas eso Kanae — Respondió Hotaru, su rostro estaba totalmente rojo debido a la fiebre.
   — ¡¡Por supuesto que no voy a dejar a mi mejor amiga sola cuando más me necesita!!, además este siempre ha sido uno de mis sueños poder cuidar de ti— Respondió totalmente feliz por la situación, mientras acomodaba la cama para que ella volviera a recostarse.
   — ¿Pero no sé qué hacer para que baje tu fiebre? — Se preguntó algo pensativa  — ¡¡Ahhh ya se!! le preguntare a Ichi, ella es enfermera debe saber algo al respecto — Saco el celular de su bolsa y empezó a teclear.
   — ¿Ichi? ¿Te refieres a Akabane san? — Pregunto Hotaru.
   — Si nos hemos mantenido en contacto por lo de los uniformes del festival, es una chica muy agradable, algo seca pero agradable — Respondió Kanae mientras seguía tecleando.
   — Tachibana nunca hubiera imaginado que Akabane san es amigable.

  — Bueno creo que lo principal es medirte la temperatura ¿tienes un termómetro o algo así? — Pregunto Kanae.
   — Si creo que Tachibana tiene uno, debe estar en el baño — respondió.
   — Muy bien iré por el, mientras que tu recuéstate y trata de descansar — La tomo de los hombros y le dio un ligero empujón a la cama.
   — ¡Kanaee! — Exclamó débilmente.
   — Nada de peros — Refutó  mientras la cobijaba.
Kanae salió de la habitación mientras que Hotaru recostada en su cama pensaba
   ~Tachibana es muy resistente a las enfermedades, no entiendo porque me siente así, comenzó  a sentirse extraña después de llegar del departamento de Matsuoka san~
   — ¡Hotaruu! No tienes ningún termómetro aquí, supongo que tengo que ir a comprar uno, también comprare medicinas y algo de comer.
   — ¡Kanae ya te dije que no es necesario!, tal vez si Tachibana descansa todo el día la fiebre se detenga.
   — Hotaru no seas tonta, hoy voy a cuidarte no importa lo que digas — Se acercó a ella y acaricio su mejilla.
   — Ahora descansa en lo que yo vuelvo.

Continuará......

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