Una de las sensaciones que más le gustaban al moreno era sentir cómo el sudor resbalaba por su piel al mismo tiempo que, lentamente, recuperaba el aliento perdido después de haber patinado durante horas.
Con una suave sonrisa Yuuri se dijo que si bien se mantenía en forma pese a ya no patinar de manera profesional, se encontraba muy lejos de alcanzar el nivel que tuvo durante sus años activos.
Aún así le agradó saber que seguía siendo capaz de realizar algunos giros y saltos, por lo que se dijo que fue presuntuoso de su parte querer imitar alguna de las coreografías que vio en la Grand Prix de ese año.
Ese descubrimiento lo hizo pensar en los programas que su Yuri había realizado en la Final, mismos que lo impresionaron por su perfección y ahora demostraban lo mucho que había mejorado en los años que no tuvieron contacto.
También se dijo que si bien siempre fue consciente de la dificultad de los programas de Yuri nunca consideró que serían tan extenuantes, en especial porque el chico los realizaba desde temprana edad sin que pareciera que eran programas pesados y que necesitaban de una excelente condición física y de un grande temple.
—Bueno, Yurio es muy estricto consigo mismo... —comentó el moreno tomando agua.
Sí, Yuri era muy crítico cuando se trataba de sus presentaciones o de algo que en verdad le interesaba, tanto que no se rendía hasta alcanzar sus objetivos o la perfección que buscaba.
Sonriendo a la nada, Yuuri pensó en los verdes ojos del alfa que estaba tan lejos de él.
—... Sería bueno patinar con él aquí.
Con un pequeño suspiro se preguntó si en verdad los Nishigori castigarían a las trillizas hasta que las vacaciones de Año Nuevo acabaran, en especial porque las niñas no sólo eran buena compañía sino porque también aprendían rápido. Sin embargo, entendía también que Yuuko y Takeshi debieran disciplinar a sus problemáticas hijas cada que era necesario.
Aquel pensamiento posó una duda en su mente: ¿Cómo se comportaría Yuri si se convirtiese en padre?; sin duda sería un hombre estricto, se dijo tras unos segundos de meditación, no había otra forma de imaginárselo.
Pero también podía ser que fuera tan amoroso y paciente con sus hijos como lo era con él, le dijo a Yuuri una vocecilla que imaginaba al rubio besando las mejillas redondas de un pequeño al mismo tiempo que le sonreía...
"¿Qué estás pensando, Yuuri?"
Avergonzado por sus extraños pensamientos el chico sacó su móvil de la mochila que estaba junto a él y buscó una forma de distraerse, pero no lo logró del todo gracias a que se desanimó al no ver nuevos mensajes de Yuri en la pantalla.
Yuuri, que sabía que los Plisetsky pasarían el Año Nuevo juntos, supuso que los alfas debían estar de paseo, razón por la cual él no tenía noticias del chico desde la noche anterior. Aún así pensaba en lo mucho que le hubiera gustado estar con ellos, su familia y amigos cerrando el año, compartiendo las tradiciones de Hasetsu y riendo sin preocupaciones.
—Yurio me traería a la pista —dijo Yuuri con una sonrisa—, a él no le gusta mucho descuidar sus entrenamientos... Por eso ha llegado tan lejos.
Yuuri patinó un par de horas antes de despedirse de Takeshi -Yuuko y las niñas tenían "cosas féminas" que atender-, no sin recordarle al hombre que esperaba verlo con su familia para la cena que Hiroko tenía preparada para Año Nuevo, y salió a la ciudad preguntándose de qué manera debía disfrutar de su día libre.
En lo primero que pensó fue en ir a visitar a su doctor para preguntarle qué tan normal podía considerar que era haber tenido un celo en Rusia pese a todas sus previsiones, más pronto recordó que el hombre solía tomarse los últimos días del año para descansar con su familia, por lo que debería esperar antes de poder agendar una cita.
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Katsudon.
FanfictionTras dejar Rusia y el patinaje artístico, Yuuri recibe una inesperada llamada de un joven alfa ruso. Yuri sólo desea el amor del japonés, y será paciente hasta obtenerlo. YURIO×YUURI, VIKTOR. OMEGAVERSE. Ninguno de los personajes de Yuri!! On Ice m...