Yuuri y Nikolai viajaban en el subterráneo hacia el recinto donde el equipo ruso de patinaje artístico practicaba, preguntándose por qué el rubio les había pedido ir al lugar a pesar de ser sábado; sólo el viejo alfa sabía más o menos algo sobre lo que pasaría al llegar, pero no dijo nada suponiendo que una genuina sorpresa sería mucho más emocionante para el japonés.
En su camino Yuuri lamentaba que ése sábado fuera el último día de Nikolai en San Petersburgo -la mañana siguiente viajaría de regreso a su hogar-, quedándole de consuelo la gran cantidad de recuerdos y fotografías que se tomó con el viejo debido a que habían aprovechado al máximo su estadía en la ciudad dando largos y divertidos paseos.
Aun así Yuuri estaba un tanto desanimado porque Nikolai se iría antes de que pudiera aprender a hacer pirozhkis correctamente, situación que divertía al alfa que le aseguró que después prepararían docenas de pirozhkis juntos.
Si bien Yuuri se mantenía un poco desanimado, admitía que no todo era tan malo, en especial porque logró que Nikolai aceptará ir en marzo a Hasetsu para ver los cerezos florecer; claro que ignoraba que el viejo astuto sólo cedió cuando Yuri se prometió acompañarlo.
Eso sin mencionar que la idea de remojarse en las aguas termales le pareció muy tentadora al viejo, en especial cuando su nieto le dijo que era genial entrar a las termas después de darse un baño.
Saber que en unos meses viajaría a otro país hizo que el viejo se preguntara qué tipo de reacciones provocaba el moreno que lo acompañaba en su tierra natal, en especial porque en el recorrido que estaban haciendo a la pista de hielo notó que unas tres personas volteaban a ver al omega que hablaba con él.
"Y ahora otros dos..." Se dijo Nikolai cuando un par de alfas que viajaban en el mismo vagón del subterráneo que ellos, le prestaron atención al japonés.
Era bastante interesante que el chico no se diera cuenta del pequeño revuelo que causaba, en especial porque toda su atención se centraba en Nikolai que pensaba que quizás Yuuri llamaba la atención por ser un lindo extranjero o a su peculiar aroma natural, aunque también podía deberse a su amabilidad o a que hablaba bien el ruso... En realidad existían muchas posibilidades, pero el resultado era el mismo: nadie se acercaba al omega porque llevaba puesto un abrigo de Yura, y la esencia del muchacho era muy fuerte.
—Disculpe —Yuuri había chocado con un hombre de cabellos castaños mientras ayudaba a Nikolai a sentarse en un asiento que quedó disponible.
El hombre no dijo nada, sólo se alejó cuando se percató de la divertida mirada que el viejo le daba.
—Es una lástima que tu abrigo nuevo se ensuciara — comento Nikolai al chico que estaba parado frente a él.
—Oh, bueno, sí, pero me la pase muy bien anoche — Yuuri contestó con una amable sonrisa.
—Menos mal que Yurochka tiene muchos abrigos y chaquetas que puedas usar —Nikolai, astuto, hablaba con malicia para evitar que otros “chocaran” por accidente con el japonés—. Y también es bueno que no le moleste que uses su ropa.
—Si, Yurio es muy amable.
El alfa rió diciéndose que su rubio podía ser muchas cosas, pero en definitiva no amable, no al menos con otras personas que no fueran el japonés o él.
También rió recordando los sucesos que llevaron al japonés a usar la ropa de Yuri, preguntándose si viviría lo suficiente para seguir divirtiéndose a costillas de las ridículeces de los muchachos.
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Katsudon.
FanfictionTras dejar Rusia y el patinaje artístico, Yuuri recibe una inesperada llamada de un joven alfa ruso. Yuri sólo desea el amor del japonés, y será paciente hasta obtenerlo. YURIO×YUURI, VIKTOR. OMEGAVERSE. Ninguno de los personajes de Yuri!! On Ice m...