Yuuri y el abuelo Nikolai recorrían Hasetsu caminando a paso lento y sin mayor preocupación que disfrutar del paisaje que la ciudad les ofrecía.
El moreno era un buen guía para el ruso que visitaba por primera vez Japón, pero aunque disfrutaba la compañía lo único que en verdad deseaba ese día era estar lejos del arrogante alfa que había dejado en claro que no tenía la menor intención de disculparse después de haber peleado por algo tan absurdo como sus celos sin sentido.
Gracias a aquella discusión y hasta ese momento, Yuuri no supo lo desesperante que podía ser la forma despreocupada en la que el rubio actuaba, notando con irritación que sacaba provecho de su deseo de mantener las apariencias para tocarlo y tratarlo como si nada hubiera pasado, cosa que lo hacía pensar que Yuri Plisetsky era simplemente un idiota.
Debido a eso Yuuri tenía unas enormes ganas de decirle al ruso que fuera a molestar a otra parte y a otras personas, pero no podía hacerlo después de ver la sonrisa burlona con la que lo miraba y que desgraciadamente le gustaba tanto como lo enfadaba en esos momentos.
¿Por qué, se preguntaba el moreno, Yurio tenía que ser tan insistente respecto a los imaginarios coquetos de Keiji? Gracias a tal supocisión seguía tratando de observar a Keiji para descubrir si en verdad le coqueteaba sin notar nada extraño en su actitud, así que no tenía más opción que pensar que el ruso exageraba las cosas; obviamente no creía que el chico mantenía su distancia después de lo ocurrido en las aguas termales, lo que reforzaba que pensará que Yuri distorsionaba las cosas sin razón alguna.
Lo que no imaginaba era que pese a su esfuerzo por no dejar ver la tensión en su relación, los viejos y astutos ojos de Nikolai ya se habían percatado del problema, preguntándose qué habría dicho su nieto para arruinar el buen ambiente que compartió con su pareja.
Fue en vista de la tensión entre su nieto y Yuuri, que el viejo y perspicaz alfa aprovechó el momento que se le presentaba para volver a pasar algo de tiempo a solas con el chico que realmente le agradaba, sonriendo cuando éste aceptó su propuesta sin pensarlo dos veces.
De esa manera y conociendo a Yuri como lo conocía, Nikolai suponía que el disgusto del omega no era algo que pudiera tomarse a la ligera, pues en el breve tiempo que compartieron en Rusia pudo comprobar que gozaba de una paciencia casi descomunal para tratar con su nieto y su mal carácter, por lo que le quedaba deducir que esa pelea se originó por un tema delicado.
Lo complicado sería averiguar si en realidad la pelea tenía bases sólidas o si por el contrario se originó gracias a alguna de las quejas infantiles del rubio -lo que parecía ser lo más probable-, pero nada de eso preocupaba en realidad a Nikolai porque sabía que con un pequeño empujón todo se resolvería.
En resumen esa era la razón por la que el viejo se permitía ser entrometido y es que en vista de la divertida actitud de la pareja, sería un verdadera pena que pasaran los últimos días que podían compartir enfadados.
Así, mientras esperaba el momento adecuado para tocar el tema con Yuuri, reía al recordar la cara del rubio cuando esa mañana y antes de salir del onsen le dijo que simplemente dejara de ser un idiota.
Tras un largo paseo donde el ruso supo que en la ciudad natal del moreno también se podía disfrutar de un recorrido por globo aerostático, decidieron parar a tomar un descanso y beber con tranquilidad algo caliente -Nikolai un té de menta que se estaba volviendo su nueva bebida favorita por encima del expresso, mientras Yuuri degustaba un latte-, comentando también que el clima de Hasetsu no era tan duro como el de San Petersburgo.
Hasta ese momento su conversación se centró en la experiencia del viejo en Japón quien sinceramente se la estaba pasando de maravilla porque en ningún momento del día se estaba quieto; si no paseaba con su nieto lo hacía con cualquier miembro de la familia Katsuki e incluso con Minako que no dudó en acompañarlo más de una vez. También había aprendido a hacer el katsudon casero que a Yuuri tanto le gustaba con la intención de sorprenderlo con su platillo favorito en la siguiente ocasión que visitara Rusia.

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Katsudon.
FanfictionTras dejar Rusia y el patinaje artístico, Yuuri recibe una inesperada llamada de un joven alfa ruso. Yuri sólo desea el amor del japonés, y será paciente hasta obtenerlo. YURIO×YUURI, VIKTOR. OMEGAVERSE. Ninguno de los personajes de Yuri!! On Ice m...