Final.

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Shelby había pasado una semana en el hospital después de aquello. Se sentía demasiado débil así que no la dieron el alta. Yo me curé al día siguiente. Scott habló con el Sheriff montando algún tipo de chanchullo para cubrir lo ocurrido. Así que ahora sólo me quedaba esperar a que la solitaria Shelby saliese por la puerta del hospital.

Hizo su aparición con la ropa que le traje hace unos días. Sus botas negras, pantalón militar y camiseta ajustada. Me encantaba verla así. Tan ella.

Se acercó hasta mi coche con una sonrisa seductora, o al menos provocaba ese efecto en mí.

Me prometí a mí mismo dejarme de miramientos y gilipolleces. La abracé, pegué su cuerpo a mi coche y estampé mis labios a los suyos con hambre. Ella dio un salto sin alejarse. Sostuve sus piernas en mi cadera e invadí su boca con la lengua.
Cuando el deseo se hizo insoportable, me separé sin bajarla de mis brazos y dije aquello que creía necesario, lo único o que podía hacer que ella se quedara conmigo.

–Te quiero.

Se rió, mordió mi mejilla  y me besó de nuevo. Lo interpreté como un "Te quiero" Porque ella era así, exactamente igual que yo. Pero sólo había que saber cómo leerla.

Entramos al coche en silencio, mirándonos el uno al otro.

No iba a salir todo sobre ruedas pero eso era lo que más me atraía, saber que las cosas se iban a poner feas. Porque podíamos juntos haríamos que funcionara. Además sin problemas sería demasiado aburrido.

Grenade (Sin Editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora