Grenade (Sin Editar)

Capítulo 48 DEREK

El chico se quedó mirándonos extrañado, supongo que porque Shelby seguía acariciándome, pero no dijo nada, nada en absoluto.

-¿Quieres decirnos qué c0ñ0 haces aquí, Jackson? Creí haberte dejado claro que no quería volver a verte. –Le espeté.

-Los cazadores no me han dejado de seguir y necesito volver a ver a alguien.

Forcé una carcajada.

-¿Cómo quieres que te lo diga para que me entiendas? No vas a verla, ella ahora me pertenece. -Shelby sacó las manos de mi espalda y me miró levantando la ceja. Siempre me ha gustado cuando hace eso. Tuve ganas de besarla hasta que dejase de hacer esa mueca.- No me refiero a eso, tranquila.

-No va a estar en tu manada, ella no es así.

-La abandonaste, puede que haya cambiado, la he hecho cambiar de opinión. –Dije.

-¿Sabe ella tus intenciones? Cuando se entere te mandará a la mierda tan rápido que no te darás ni cuenta.

-Eso lo decidirá ella ¿No? Después de todo quien estuvo junto a ella cuando tú la abandonaste fui yo.  – Encogí los hombros provocándole. En respuesta él se tiró sobre mi cuello. Shelby , quien antes solo miraba la escena haciendo algunas muecas, agarró a Jackson desde atrás por el cuello.

Con fuerte estruendo, los tres salimos disparados.  Jackson y yo fuimos a parar sobre una mesa pero Shelby se golpeó contra la pared y parecía no tener conciencia. La entrada de la casa estaba destrozada .

-Has traído a los cazadores –Le grité a Jackson mientras corría en dirección a ella. La cogí  en mis brazos y barajé la oportunidad que tenía de sacarnos a ambos por la ventana.

Al ver que no tenía tiempo suficiente, intenté esconderla lo máximo que pude tras el sofá. Cuando se acercaron me tiré al suelo y le hice una seña a Jackson para que me imitara. Cerré los ojos. Les sentí demasiado cerca.

-Hemos matado dos pájaros de un tiro.

Alguien me golpeó la pierna.

-Tío. Es Derek Hale. –Dijo el que me había dado. –Vamos a ganar una pasta.

Agarré los pies de ese tirándole al suelo, después me  coloqué sobre él y le agarré el cuello. El otro cazador fue despedazado por Jackson mientras que yo forzaba al “mío” a que lo viera.

-No me matéis. Por favor. –Pidió él.

Le miré. Aparentaba ser un adolescente, un adolescente tremendamente asustado.

-No quería haceros daño. Me obligan. Por favor. –Pidió de nuevo cerrando los ojos con fuerza.

Necesitaba acabar esto cuanto antes, necesitaba ver si Shelby estaba bien, tenía que estarlo.

-¡Cállate! –Exclamó Jackson sacándome de mis pensamientos mientras le  sujetaba la cabeza al chico dispuesto a romperle el cuello. Le rugí en la cara.

Me dirigí al chaval.

-¿Cuántos años tienes?

-Quince. –Murmuró.

Pensé un momento.

-Si dejo que te vayas, no digas que me has visto.

El chaval asintió frenéticamente.

-No lo haré. Lo juro.

Le solté y salió corriendo.

Jackson me miró enfadado.

-¿Pero qué has hecho? –Exclamó.

Pensé en responderle pero mi prioridad en ese momento era ella.

-Vete y no te acerques a Maica.

 -Intenta impedírmelo. –Me retó marchándose.

Sin perder más tiempo volví a tomar a Shelby en mis brazos, intenté hacerla reaccionar de incontables formas, pero no hubo ningún tipo de respuesta, el corazón no dejó de martillearme en el pecho. Con prisa corrí con ella hacia el coche, la introduje en él  y me puse rumbo al hospital.

-Vas a ponerte bien, te lo prometo. –Murmuré con el corazón en la garganta.

ESTE ES EL PENÚLTIMO CAPÍTULO. Pasaros por Tras la pared y El chico.