Grenade (Sin Editar)

Capítulo 32 Shelby.

Después de un largo camino con una estup1da venda en los ojos me metieron en una horrible casa que a parte de ser oscura olía tremendamente mal.

-¿Os habéis meado en las paredes? –Pregunté asqueada.

-Habrá sido tu amiguito. Nunca se sabe cuándo un perro va a levantar la pata para marcar su territorio.

-Espero que me mates pronto. No creo poder soportar otro chistecito de esos. –Le contesté al capullo que me había estampado contra el suelo al salir del bar. Del cual, por cierto podría haberme quedado a dormir y nada de esto habría pasado.

El tipo me llevó hasta una habitación totalmente destrozada a excepción de una cama en una esquina en la cual estaba él.

-Lo siento. –Se disculpó nada más verme-  Me dijeron que estabas aquí y que si yo venía te dejarían con vida.

Encogí los hombros haciendo una mueca.

-Gracias por intentar ayudarme.

-Solo la he cagado

Me senté a su lado.

-No tendrías que haberte fiado. –Le reñí a modo de broma para intentar hacerle sentir mejor- A mí me enseñaron una foto, pero tranquilo que salías guapo.

Sonrió un poco.

-¿Cuándo quieres que salgamos de aquí? –Me preguntó para después levantar un brazo del que colgaban unas esposas partidas por la mitad mientras alzaba las cejas.

-¿Si te digo que quiero esperar a ver qué pasa creerás que estoy loca?

-No más de lo que ya pensaba –Admitió.

-Te pegaría pero creo que ya tienes suficiente –Le medio advertí señalándole las heridas del pecho.

-Sí. Mejor no lo hagas. –Se lo tocó. Aún debía de dolerle.

 -Deja que te lo vea.

Extendió los brazos y yo me acerqué más a él, pasé el dedo cuidadosamente.

-Ya está casi curada.

Él cerró los brazos y se me pasó por la cabeza la idea de que me iba abrazar así que me aparté de golpe provocando que se riera.

-No voy a  morderte, tranquila.

-Yo no te dejaría –Contesté indiferente.

Me acosté en la cama y le miré.

-Voy a dormir. He tenido una noche movidita.

Se tumbó a mi lado ¿Por qué hacía eso?

Le di la espalda.

-Duerme bien, Shelbs.