Grenade (Sin Editar)

Capítulo 1

Capítulo 1 Shelby.

El profesor me miro sonriendo ya que como cada mañana yo era la primera en estar allí, sentada en mi silla en la esquina derecha de la clase donde podía ser yo misma y estar en mi mundo sin que nadie me mirase raro. Siempre he preferido pasar desapercibida.

Aún quedaban 20  minutos para que la clase empezara así que saqué un cuaderno y empecé a hacer bocetos de la casa abandonada en el bosque en la que estuve anoche. Dibujar siempre se me ha dado bien y siempre que veo algo extraño lo dibujo y esa casa no tenía nada de normal. Parecía estar habitada pero según mis investigaciones toda una familia se había quemado ahí menos Derek Hale el cual estuvo viviendo ahí durante un tiempo. Unas voces en la puerta me sobresaltaron.

-¿Qué quieres que haga, Stiles? Derek dice que será la peor noche de luna llena. –dijo entrando en la silla.

Scott y Stiles tan obvios como siempre. Me extraña que no lo sepa ya todo el mundo.

Los dos se me quedaron mirando, Stiles me saludó y Scott simplemente se sentó, después lo hizo Stiles al ver que no le respondía. Algún día Stiles también se dará cuenta de que aunque ellos sean los únicos a los que soporto de clase no quiero ningún tipo de contacto con nadie.

La clase empezó cuando el director junto con una chica rubia con gafas entraban por la puerta. La rubia solo miraba al suelo, parecía estar pasando el peor momento de su vida.

-Chicos. Ella es Ángela, vuestra nueva compañera. Portaos bien con ella. –miró a la chica quien solo se dedicaba a observar el cuaderno cerrado que llevaba en las manos- Siéntate en esa silla libre.

Miré a mí alrededor dándome cuenta de que el único sitio libre estaba junto a mí.

-Hola –susurró sentándose-

-Hola-le contesté y volví mi atención al dibujo.

-¿Qué dibujas?

-Lo que ves –susurré. No quería hacer que su primer día fuese horrible pero si soy amable con ella quizá crea que vamos a amigas y eso en mi mundo no existe.

-No eres muy habladora ¿No?

-Lo has pillado. –dije yo. Ella volvió su cara hacia la pizarra y empezó a escribir como una loca todo lo que había en ella. Así que no solo era su pinta, es toda una empollona

La nueva no volvió a hablarme en toda la mañana aunque nos tocaron varias clases juntas. Al final del instituto los pasillos estaban desiertos pero se oía barullo fuera, lo cual solo puede significar una cosa: Pelea. Espero que la manada de Scott no esté involucrada.

En el patio había un corro de adolescentes con las hormonas a tope y en el interior alcancé a ver la cabeza hueca de Maica. No puede vivir sin demostrar que es la diva reina del instituto seguramente alguien había amenazado con quitarle su trono dorado imaginario.

Estuve a punto de marcharme cuando oí la voz de Stiles gritándola que dejara en paz a la otra chica porque no le había hecho nada, y después la voz de Maica diciendo que “la empollona le había tirado su refresco encima”

 ¡Mierda! Mi novata.

Me metí en el corrillo como pude y empujé a Maica la cual no dejaba de gritar. Los chicos enloquecidos exclamaban “Pelea de chicas”. Una de tantas –pensé- Ya que este año Maica y yo habíamos chocado varias veces. La nueva estaba en el suelo mirando sus gafas destrozadas pero no se podía apreciar ni un rasgo de tristeza en ella, más bien parecía furiosa, furiosa y contenida. Maica me pegó un tirón de pelo bastante doloroso.

-Te vas a arrepentir de eso –exclamé mientras me acercaba enfadadísima hacia ella con el fin de arrancarle todas las extensiones de cuajo, pero su novio o su guardaespaldas se puso en medio con todos los músculos tensos –Tu, relaja las garras. –le susurré justo cuando Scott se acercaba con intención de pararle y se me quedaba mirando con el ceño fruncido. Le dirigí una mirada de “No te metas en mis asuntos” y observé mi alrededor. Los chicos que presenciaban la pelea se empezaron a ir, ya todos saben que las peleas de Maica duran hasta que llega Jackson. Scott seguía mirándome extraño, Jackson estaba abrazando a Maica y diciéndole lo idiota que soy y Ángela, mi novata parecía estar más relajada sentada en el suelo al lado de Stiles quién le estaba ayudando a arreglar sus gafas. Me arrodillé junto a ellos.

-¿Estás bien? –La pregunté.

-Si. Gracias. De no haber llegado la hubiese dado una paliza –me contestó ella, solté una carcajada.

-Estoy segura-bromee.

Stiles se quedó mirándome raro. Otro más. Me estoy empezando a pensar en hacerme una foto para dársela a el y a su amigo que parece estar alucinando conmigo.

-Stiles ¿Puedes llevarla a su casa en tu…coche? –Aunque más que un coche parecía un montón de chatarra con ruedas.

-Si. –contestó mirándola.

-Vale y tú tendrás que acostumbrarte a evitar a la Barbie.

Salí de allí y me dirigí a mi coche para dejar de ser el mono de feria.