No pude dormir, ni siquiera pensé en hacerlo. Su cuerpo entre el mío me tenía embobado. Hasta el corazón más helado puede calentarse.
Se revolvió poniéndose cara a cara conmigo y abrió los ojos.
-Buenos días. –murmuró adormecida.
-Serán noches.
Abrió los ojos de par en par y se levantó a toda prisa.
-¡Oh, mierda! Kellan está abajo. Te va a matar. –Se lamentó poniéndose la ropa velozmente.
Me reí.
-No creo que se haya enterado. –La tapé la boca- Escucha.
Se quedó con la mirada perdida hasta que captó el sonido de sus amigos haciendo nada bueno.
-¿En serio? ¿En mi casa? –Exclamó.
Carcajeé.
-La verdad es que envidio a ese tío. Llevan como dos horas así. -Comenté risueño.
-Tú has estado bien.
La miré alzando las cejas.
-¿Sólo bien?
-Muy bien –Admitió apoyándose en la almohada con una sonrisa.
La acaricié despacio desde la mejilla hasta su ombligo pasando por su cuello y su pecho.
-No te alejes de nuevo. –Me miró algo más seria.- Ya pensaremos en eso de que te vas a ir. –Abrió la boca supongo que para quejarse pero la interrumpí.- Vístete y salgamos antes de que acaben.
Asintió con la cabeza, me dio un vistazo que consiguió quemarme de nuevo, cogió su ropa y se la comenzó a poner. Yo también aproveché para mirarla por última vez desnuda antes de vestirme ¿Cómo no iba a hacerlo?
La pareja salió como si nada de la habitación mientras yo besaba apasionadamente a Shelby provocando que me separara de ella malhumorado y me pusiera a fingir que cocinaba.
-Hola chicos –Nos saludó sonriendo Nelly.
-Hola par de fogosos. Espero que me hayáis cambiado las sábanas. –Contestó ella.
-Lo haremos –Murmuró Kellan.
-¿Qué le has hecho? –Preguntó su mujer a Shelbs refiriéndose a mí al notar mi humor de perros.
Ella encogió los hombros.
-Es un cascarrabias, no puede vivir conmigo sin que nos pelemos.
La miré conteniendo la risa. Maldita listilla.
-Nosotros nos vamos a ir a casa. Voy a cocinar algo muy bueno para mis pequeñas. –Dijo Kellan- Así que…Adiós.
Nelly frunció el ceño y después sonrió.
-Entonces tendremos que irnos. –contestó melosa.
Cuando lo hicieron me quité la camiseta.
-¿Qué crees que estás haciendo? –Me cuestionó la listilla.
-Nada. Nada en absoluto –Susurré conociendo el efecto que eso causaba en ella.
Alzó ambas cejas.
-Ni lo sueñes. No pienso volver a caer. –Dijo negando con la cabeza.
-¿No?
Contestó con un sonido negativo.
-Bien…
Tras decir eso me abalancé como un león hambriento hacia ella, la subí en la encimera y la besé con todas las ganas que llevaba aguantando durante toda la noche y mañana.
-Cómo me gustas, nena. –Mascullé tirando de sus pantalones hacia abajo.
Se rio.
-Bruto. –susurró en mis labios.
Sonreí y uní nuestros labios. El timbre sonó y nos separamos. Segunda vez que nos interrumpían hoy. Ella me puso cara de “Es lo que hay, ve a abrir”
-Sea quien sea lo voy a matar –Gruñí abriendo la puerta. En cuanto lo hice, un peso muerto calló sobre mí. Lo agarré como pude y lo arrastré hasta el sofá.
Shelby salió de la cocina y en cuanto nos vio abrió la boca sorprendida.
-¿Pero qué has hecho? –Exclamó ¿En serio cree que soy así, un asesino?
-¿Estás loca? Vino así.
Me miró como si aún sospechara.
-¿Quién es?
-Y yo que sé ¿Crees que elijo a quién matar? Yo lo hago y punto. –La espeté enfadado.
Me miró mal y le agarró los pies a quien quiera que sea este.
Agradecimientos: XxDaarkknessxX, giiselaa9, MontserratMarquez, Rubcullenhale00, Angela200109, Amelia_Smeet, LulyPiriiz, ximeyedra, Jani_caguaidesune, kerenmikaelson, paaulaang.
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Grenade (Sin Editar)
FanfictionBeacon Hills es como una granada colgada de la anilla que con un pequeño golpe de viento explota provocando catástrofes. Derek tendrá que enfrentarse a estas catástrofes y aunque cuenta con la ayuda de Scott y su manada también tendrá que luchar con...