Capítulo 39 Shelby.

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-Déjamela –Le pidió o más bien le ordenó a su tío tomándome en sus brazos. Le miré  y rodeé su cuello con mis brazos. –Odio que hayas hecho eso ¿Acaso te sigue gustando ese tío?

-¿Me ves llorando su muerte? –Le cuestioné, permaneció en silencio.- No quería que te hiciesen más daño.

-Me pone furioso el ver a ese tocándote.

-Olvídate de eso. –Murmuré acurrucándome en sus brazos.

Derek seguía pareciendo enfadado con la mandíbula apretada y esos ojos tan expresivos. Siempre tenía ese aspecto peligroso de “no soy un tipo fácil” que en momentos como este, estando piel con piel junto a su cuerpo me resultaba imposible no excitarme.

-¿Alguien tiene una chaqueta? -Preguntó él a los demás.

Stiles se deshizo de la suya torpemente y se la lanzó a Derek quien no sé cómo me sostuvo rápidamente con un brazo y la atrapó al vuelo, después me la colocó por encima.

-Listo. Ya puedes bajarme.

-Puedo pero no quiero –Dijo burlonamente.

-Vamos, Derek. Quiero hablar con Ángela.

-Está ocupada con Stiles.

Dirigí la mirada hacia la pareja que se estaba comiendo a besos. Tiene tela la empollona.

Me encogí de hombros.

-¿Y qué piensas hacer conmigo encima todo el día?

Soltó una carcajada y pensé en lo que podría estarle pasando por la cabeza ahora mismo. Le di en la nuca.

-¡No seas cerdo!

-Yo no he dicho nada. –No contesté, pues en eso tenía razón. –Voy a llevarte a tu casa. Y no pienso dejarte hasta que no estés a salvo.

El camino fue algo largo, sobre todo porqué Stiles iba conduciendo con Ángela a su lado y Maica, Derek y yo aún más apretados.

La primera en dejar el coche fue la chica con la que llevo peleando desde que nos conocemos, la misma que no ha dejado de mirarme en todo el trayecto sonriendo. Raro. Muy raro.

La siguiente parada fue la nuestra, y digo nuestra, porque Derek había insistido en dejarme en la puerta mientras revisaba si había algún peligro en mi casa.

-Ya estás a salvo. –Me dijo cerrando la puerta de mi casa conmigo dentro. No sé por qué pero esperaba más que eso. Me habría conformado con un abrazo.

Me había quedado sola. Otra vez.

Miré mi reloj. Ya eran las nueve de la mañana y no había dormido nada.

Éste será mi día de no hacer nada.

Comí, comí mucho y dormí más.

Pasaros por EL CHICO y TRAS LA PARED nuevas novelas.

Agradecimientos: flopiimaggie,  ximeyedra, BlackAngel_bns, giiselaa9, Amelia_smeet, Jani_caguaidesune,

Grenade (Sin Editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora