Capítulo 40. Shelby.

2.4K 204 5
                                    

Volví a la rutina. Llevaba unos  diez minutos en clase dibujando y me quedaban otros quince para que empezara la clase.

El dibujo iba cobrando forma pareciéndose cada vez más a alguien. Me levanté frustrada en cuanto lo acabé ¿Por qué demonios había dibujado a Neal? ¡Maldita sea! Arrugué el papel y lo lancé a la basura enfadada. Me quedé mirando por la ventana el resto del tiempo mascullando tonterías y maldiciendo.

Escuché una risa ronca y me giré de golpe. Se trataba del entrenador que me miraba divertido. Seguro pensaba que estaba loca.

-Creí que no volvería a verte a estas horas. –Me dijo.

-Solo estaba recuperándome de mi accidente. Estoy de vuelta.

-Bien.

Volví mi vista a la ventana cuando sentí que algo se acercaba a mí. Me giré rápidamente y agarré el objeto que se abalanzaba hacia mí. Abrí el puño y lo observe ¿Una tiza? Miré al frente ¿Por qué me había tirado una tiza este tipo?

-Tienes buenos reflejos. Voy a hacer pruebas para el equipo de lacrosse  ¿Por qué no te apuntas? –Me dijo.

-Tengo cosas mejores que hacer que jugar en tu equipo. –Contesté encogiendo los hombros.

-Tú verás. Las pruebas son mañana a las doce, deberías ir a probar.

Después de eso no volvimos a hablar hasta que empezaron a entrar todos, Ángela se plantó a mi lado, Scott y Stiles delante de nosotros y Maica detrás junto a Danny. La situación había cambiado y mucho. Todo lo que temía estaba ocurriendo.

-Hey, Shelby ¿Qué tal? –Me saludó Stiles.

Miré a mí alrededor y todo me resulto conocido, difícil de olvidar. Si no acababan conmigo acabarían con ellos. No solo serían ellos, también serían sus familias, Peter y sobretodo Derek. Que parecía que era de los más buscados. 

Stiles seguía esperando una respuesta, volví mi vista al cuaderno y lo ignoré como lo habría hecho antes. Escuché la silla a mi lado moverse, vi de reojo como Ángela se levantaba y se sentaba junto  a una chica asiática a la que no había puesto atención  antes y que sé que es hija de uno de los profesores.  Ahora  ella también me odiaba igual que me odiaba yo.

Empecé a dibujar de nuevo, espero no volver a dibujar a ningún id1ota.  Ese es uno de mis mayores problemas. En cuanto empiezo a dibujar pierdo el control y plasmo cosas que no quiero.

El lápiz se deslizaba por la hoja en blanco formando poco a poco un nuevo retrato. Mandibula definida, cabeza alargada…Fruncí el ceño observando la imagen que tenía en el folio.

Miré a Maica y de nuevo al dibujo.  Mentiría si dijera que mis dibujos nunca significan nada. Y ¿Esto qué significaba? ¿Por qué había plasmado a Jackson?

Miré a mi alrededor y lo arrugué.

Se acerca el final.

Pasaros por EL CHICO y TRAS LA PARED.

Grenade (Sin Editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora