Capítulo 3. Shelby.

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Habían pasado 3 semanas desde que la novata llegó, en las cuales ni Maica ni Jackson aparecieron por el instituto y la nueva y yo hablábamos cada vez más.

-No sé por qué vienes tan pronto. Ni si quiera yo lo hago. –me dijo ella en cuanto llegó a clase unos diez minutos antes de que empezara.

-Tu vienes a estudiar, yo vengo porque no tengo nada mejor que hacer.

-¿Tus padres no te dicen nada de por qué vienes pronto y sacas malas notas?

-No tengo padres, Ángela.

-Perdón. ¿No tienes nadie más? Tios, primos, abuelos, novio, novia –la miré ceñuda- Vale, olvida lo de novia.

-Ni familia ni amigos ¿Me ves con pinta de tener novio?

-No. Eres demasiado amargada. No digas que no tienes amigos, tu y yo somos amigas.

-No, no lo somos. –rodó los ojos y se quedó mirando a la puerta, seguramente esperando a Stiles como hacía cada mañana. Se ve que la chica está loca por él. Mal asunto porque creo que es gay.

-Maica lleva mucho tiempo sin venir ¿No? Y Jackson también.

-Estarán haciéndose una liposucción o algo así. –dije encogiéndome de hombros.

-He oído que ha desaparecido y que algún animal ha asesinado a sus padres.

-¿Un animal? ¿Qué clase de animal? Te crees todo.

-Dicen que parece ser un oso pero aquí no hay y no creo que el único que haya decida entrar en la casa de Maica.

No creo que sea un oso, novata. –Pensé.

-Seguro que es todo una trola y la pija vuelve a clase con uno de sus carísimos vestidos. –Solo unas palabras para que se tranquilizara. Pero yo no dudaba que la historia del "animal" fuese cierta. -¿Esperas a alguien? –la pregunté para cambiar de tema.

-¿Qué? No. ¿A quién iba a esperar?

-No sé, como no dejas de mirar a la puerta... Pero te advierto que Stiles suele llegar tarde.

La chica se puso roja como un tomate. Lo siento novata pero te tengo muy calada. Llegó el profesor. Últimamente se me pasaba el tiempo volando. Nunca había tenido a nadie con quien hablar ni antes ni durante ni después de las clases. Todos los alumnos empezaron a entrar, todos menos Scott y Stiles por desgracia para Ángela.

A la hora siguiente entraron los dos a clase. Scott pasaba silencioso mientras que Stiles miró a Ángela y empezó a tropezarse con todo lo que pillaba. Solté una carcajada ocultando las risitas de mi novata.

-Cuando el Señor Stilinski deje de destrozar mi clase empezaremos. –La clase se río.

Stiles se sentó y levantó los pulgares.

-Ya está. Empieza.

La profesora sonrió y dio comienzo a la clase justo en el momento en el que Maica entró acompañada del director.

-Chicos. Vuestra compañera ha tenido que ausentarse durante estas semanas porque ha pasado por un mal momento. Espero que todos la apoyéis y la ayudéis si lo necesita.

Maica atravesó la clase para ir a su pupitre y se paró a saludar a Scott. Un momento ¿Desde cuándo ellos se saludaban? Maica siempre le ha echado miradas de superioridad a él. ¿Qué leches pasa? Me dediqué a observarla pero ella no había sido convertida, estoy completamente segura.

Scott –susurré. Él giró la cabeza mirándome ceñudo.- ¿La han transformado? –negó con la cabeza mi susurro. Ángela me miró y yo intenté disimular.

-¿Qué has dicho? –me preguntó.

-Nada que si la han transformado, ya sabes, parece otra. –Ella sonrió y pude respirar tranquila.- Pero creo que no me ha oído. Estamos lejos.

-Yo tampoco lo creo.

Al acabar las clases perseguí a Scott hasta un lugar privado.

-Cuéntame qué pasa aquí.

-¿Por qué debería hacerlo? Que yo sepa tu aún sigues sin decir nada.

En ese momento se nos acercaron los gemelos que habían llegado hace poco a Beacon Hills.

-Jackson se cargó a los padres de la pija. Se ha quedado en casa de Derek estos días.

-¿Fue él?

-Y ahora ha huido. Nosotros tenemos mucho que hacer antes de ir a buscar a ese niñato así que ya aparecerá. –me contestó el otro gemelo. Jamás conseguiré diferenciarlos.

-¿Qué piensa la policía?

-Que ha sido un animal y mi padre nos cubre las espaldas –respondió Stiles.

-No sé cómo tenéis tanta suerte. Stiles ¿Puedes venir un momento?

Stiles miró a Scott, luego a los gemelos, después a mi y empezó a seguirme lejos de ellos.

-Y bien...¿Vas a pedirme disculpas por ignorarme todo este tiempo? –Me reí.

-No. Definitivamente no. Te voy a proponer otra cosa. Una cita doble.

-¿Te gusto? –preguntó asombrado.

-¡No! ¿Estás loco? No.

-¿Entonces que quieres? No me entero.

-Ya veo. Es simple: una cita esta noche a las ocho Ángela, Scott tu y yo.

-¿O sea que te gusta Scott?

-No. Me gusta Ángela, vosotros vais para disimular.

-¿En serio?

-No, idiota. –suspiré - Mira te gusta Ángela y tú a ella pero si no es así no se va a atrever y tú no tienes muchas luces por lo que veo así que simplemente haz esto: convence a Scott de que venga conmigo.

-De acuerdo.

-A las ocho estaremos en la bolera. Convéncele. Si a las ocho y cuarto no estáis allí nos iremos y tu te olvidarás de Ángela.

Grenade (Sin Editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora