Orgullo
El ruido del bastón provocaba eco dentro del gimnasio debido al suelo de cerámica, vestía un traje color marrón, y una corbata horrible, de un color más claro que el traje, por lo poco que se veía de esta, debido a que era tapada por una espesa barba y cabellera de color gris.
-Si fuera más gordo, sería como santa Claus- murmuró June y Annabel junto a Helena reprimieron su risa.
-Elizabeth, dile a tu amigo que baje del ring y traelos a todos los recién llegados a mi oficina, Alex, tu también- dijo con una velocidad pausada, pero su tono era muy frio, les dió la espalda y salió del gimnasio.
Memphis al escuchar esto bajo del ring y se quitó los guantes de box, y con los mismos vendajes de sus manos se limpio la boca y la sangre que tenía en su ojo izquierdo debido al corte de la ceja. Annabel fue directamente hacia el, su cara estaba roja de ira, lo agarró de la camiseta, a la altura de su pecho y le gritó
-TE DIJE QUE NO TE METIERAS EN PROBLEMAS, MADURA Y APRENDER A SEGUIR ÓRDENES-
-Lo hecho, hecho esta- dijo Memphis con una evidente cara de cabreado -además yo no soy tu marioneta para hacer lo que tu quieras-
Annabel lo soltó al instante, no podía trabajar dirigiendo a algo así
-Annabel tiene razón Memphis, debes cambiar esa actitud, a golpes no se soluciona nada- dijo Helena con voz fuerte
Memphis apretó los dientes y los puños -cállense será mejor-
-Asume tu maldito error- bufó Annabel
-YA BASTA- gritó Ada y todo se callaron. -será mejor que Elizabeth nos lleve a la oficina-
Elizabeth asintió y comenzaron a caminar.
-¿tan grave fue...?- suspiró June -se que no dejas que te provoque a ese punto con facilidad- murmuró, sabía que las chicas se enojarían si lo apoyaba.
-Si no hubiera sido box, hubiera agarrado a patadas sus cabezas... Creo que con eso te haces una idea, y lo volvería a hacer.- bufó Memphis y tanto Annabel como Helena lo miraron con evidente rabia y decepción.
Salieron del gimnasio y se dirigieron a las escaleras, comenzaron a bajar.
-Veo que ahora golpeas más que antes- dijo Alex con una sonrisa
-Es el balance de mi peso- dijo Memphis, aún molesto -al tener más fuerza en mis piernas y ma estabilidad, puedo imprimir la fuerza de mi brazo más mi peso en cada golpe-
-Fue genial- rió Alex -debes enseñarme-
-Cállense por favor, ya no quiero ni oirlos-- bufó Annabel, -ahora yo tengo que poner la cara al general-
-Lamento todo esto Annabel,- dijo Elizabeth desde la parte delantera del grupo -todo fue mi culpa, no de tu amigo, así que por favor deja de gritarle que me hace sentir aún peor, yo asumiré mi responsabilidad con el superior-
Al escuchar esto Annabel y el resto se sorprendió, se detuvieron y las cuatro miraron a Memphis, este seguía muy molesto, las adelanto y siguió bajando junto a Alex y Elizabeth.
-Me preguntó que habrá sido tan grave como para provocarlo así- murmuró June
-No solo a el... Yo desperté al sentir la furia del alma de Zeus...- dijo Ada, mientras reanudaban el paso
-Igual es un idiota- gruño Annabel
-No puede solucionar las cosas a golpes, tanto él como el otro joven estaban heridos- dijo Helena con una voz de decepción
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Tártaro II, La maldición del arquero (Historia Completa)
Science FictionLa segunda parte de la historia, Tartaro I , el dolor de una perdida En una tierra diferente, donde el clima, las creencias y las fuerzas son diferentes,donde lo que era bello y puro en Roma, acá será la maldición más temible. Tres dioses han desp...