Tártaro II, La maldición del arquero (Historia Completa)

capitulo 14

Límite

La sala de tiró, totalmente blindada y sin mueble alguno, era un lugar bastante asfixiante para el grupo, Helena se veía muy incómoda, a pesar de ser un salón  tan grande, no le gustaban los lugares cerrados y sin ventanas.

-Supongo que en este lugar nadie saldrá herido, aunque en lo personal me gustaría tener un poco de luz, y aire más natural- dijo Ada

-Me retiro- dijo Alex,- trataré de obtener más información- dijo llendo hacia la puerta

-Esto parece una prisión- se quejó Helena

-Es el único lugar disponible para que ustedes puedan entrenar- dijo Alex saliendo y cerrando la puerta.

-A mi me parece bien- dijo June

-Creo que tienen que dejar de quejarse- dijo Annabel

-Ya veremos quien se quejará...- dijo Ada -la evolución en un concepto básico en la búsqueda de nuevas metas, de nuevo poder, básicamente no es solo el hecho de adquirir más fuerza, sino que aprender a usar cada vez mejor y de distinta manera lo que ya sabemos, para que nuestro abanico de posibilidades sea más amplio y variado. cada quien debe idear su propia evolución, usar el elemento de la manera más cómoda y menos complicada posible, ya que serán habilidades que se aprenderán para poder combatir de una manera mejor, más limpia y sin errores-

-Osea que la maestra nos dice que cada quien se las arregla ¿no?- preguntó June

-Mas o menos, yo solo puedo guiarte, no puedo hacerlo por ti- dijo Ada -Annabel, ¿puedes quedarte con Helena?, La luz es más complicada de trabajar, y como tú no tienes poderes, es mejor que le ayudes un poco- dijo con un guiño.

Annabel asintió, se alejó de June y Ada, Helena la siguió de inmediato mientras trataba de pensar que podría hacer con la luz de la luna

-June, Helena, quiero que piensen cual es su debilidad, frente a su poder, la evolución contempla encontrar nuestras propias debilidades y poder tener algun recurso extra para contrarrestar la situación- dijo Ada
Annabel y Helena se sentaron en el suelo en una es esquina del salón.

-¿la debilidad del viento?- preguntó June

-Así es- dijo Ada

-Pues supongo que algo sólido y duro que este aferrado en el piso, algo que no pueda mandar a volar, como la maza compacta de arena que vimos en la mañana- dijo June

-Entonces debes atacar con todo lo que tengas y veremos si puedo quedarme aferrada al piso- dijo Ada alejándose unos 7 metros de ella.

June obedeció, juntó energía en su mano y la libero como una fuerte ráfaga, Ada movió su mano derecha y una luz salió de ella, June cortó la ráfaga al no poder ver a Ada debido al brillo que había sobre ella.

-Yo no dije que te detuvieras- dijo Ada, había una capa de hielo cubriendo toda la zona delante de ella, desde el piso hasta más allá de su cabeza, se notaba que el hielo se había asentado en el suelo de manera firme y que era una barrera bastante dura.

June estaba atónita, jamás pensó que el hielo podría ser usado así, sabía que Ada tenía el poder de casi todos los dioses, aunque fuera en baja cantidad, pero jamás pensó que se defendería así.

-Mira tus pies- dijo Ada y June le hizo caso, sus botas estaban cubiertas de hielo desde las pantorrillas hasta el piso, no podía moverse.

-¿que demonios....?-

-Esta tan obsesionada con el poder y el ataque que olvidas tu defensa, estamos en una zona donde tu poder se ve aumentado en una cantidad bastante notoria y aún así no me hiciste absolutamente nada- dijo Ada chispeando sus dedos y el hielo, tanto del escudo como de las botas de rompió. -¿otra vez?, Me defenderé de otra manera-