La serpiente del Caos.
La grieta se hizo más y más grande, mientras que a lo lejos un humano salía de la pirámide escoltado por dos marionetas de arena, el humano de aspecto moreno y de gran musculatura tenía en sus manos un cerro de piedra, mientras miraba sonriente la grieta en el piso.
-sal serpiente del Caos, devora el Nilo y el mundo bajo mis ordenes- gritó El humano que estaba poseído por Seth.
La tierra temblaba más fuerte y las chicas no podían nisiquiera ponerse de pie, mientras miraban atonitas el espectáculo, de un Dios que las ignoraba, y una grieta que se hacía más y más grande.
June levantó su mano y dirigió una ráfaga de viento hacia Seth, pero una de sus marionetas de arena se puso en medio de la trayectoria.
-esto es un terremoto- bufó Annabel
-no sacamos nada con movernos, por lo menos no tenemos estructuras que nos puedan caer encima- dijo June
-no sé cómo puedes estar tan tranquila- chilló Helena para lograr que su voz se oyera por sobre el ruido subterráneo.
La grieta comenzaba a ser más y más grande, veían tanto la grieta en si, como la cantidad de arena que iba desapareciendo por caer en ella.
Helena cerró los ojos y trató de calmarse, pero le era imposible enfocarse con aquel terremoto.
-tenemos que alejarnos- dijo Ada y Helena abrió sus ojos, su iris y su pupila estaban de color gris... Había logrado enviar energía a sus ojos directamente para poder ver a través de la luz de Artemisa.
-la cantidad de energía oscura que sale de la grieta es impresionante- gritó Helena comenzando a moverse nuevamente por el suelo, las cuatro no podían ponerse de pie.
-debemos apresurarnos o la grieta nos acabará antes de poder hacer algo- dijo Annabel.
June era la más rápida y se sentó en la arena mirando a Seth cuando estubo lo bastante lejos.
Pasado un minuto el resto la alcanzó.
-que extraño- dijo Helena - Seth no tiene luz en su alma, no puedo ver ni energía positiva ni negativa saliendo de él--¿Y las marionetas?- preguntó June
-si tienen alma, aunque son distintas entre sí, están llenas de odio- contestó Helena, se puso de pie y apuntó sus manos hacia el sol con los ojos cerrados y pasados unos segundos cayó de rodillas, -la luna está fuera de su trayectoria normal y no puedo cambiarla-
Annabel abrió su bolso, sacando un artefacto explosivo, apretó un par de teclas y el reloj marco 20 segundos.
-June ayúdame- pidió Annabel lanzando el artefacto en dirección a la grieta aunque estaban muy lejos de ahí, June y Ada dirigieron la carga con ráfagas de viento.
-3...2...1...- dijo Annabel y la explosión llenó el lugar con un ruido subterráneo muy potente... Haciendo que el terremoto se detuviera.
De pronto un zumbido llenó el aire, además del sonido de la arena caer hacia las profundidades de la tierra.
-se acerca- dijo Helena.
-yo lo atacare- dijo June
-intentare sellar a Apophis con la daga de hielo, espero que el poder de Demeter alcance para acabar con la bestia- dijo Ada -Helena y Annabel acaben con Seth-
Helena veía a Seth desde lejos, con la arena que había suponía que su arco y flecha no sería suficiente para alcanzarlo.
-tenemos que estar más cerca - dijo Helena
-sera mejor movernos cuando salga la bestia, al parecer Seth no tiene deseos de moverse de aquel lugar- dijo Annabel casi gritando para que Helena la escuchará.
En ese instante la cabeza de una gran bestia salió del agujero, y a decir verdad, su cuerpo parecía una serpiente, pero su cabeza era más parecida a la de un lagarto, con grandes colmillos y dientes, una piel de escamas duras, negras y brillantes, solo interrumpida por cicatrices de antiguas batallas, tardo bastante en salir debido al largo de su cuerpo, hasta que salió una cola sin cascabel, la serpiente silvo y comenzó a reptar hasta la sombra que producía la pirámide, pero la sombra no la cubría por completo, ya que aquella bestia de caos media casi 100 metros y el grosor de su cuerpo era similar al de un camión.
-es... enorme- murmuró Annabel
-debemos sacarla de la sombra, no le gusta el sol- gritó Ada pero ninguna de las chicas se movió, todas estaban estupefacientes por el tamaño de aquella serpiente.- que esperan para moverse grupo de tontas- gritó Ada mientras el gigantesco reptil serpenteaba en la sombra y cubría su cuerpo de arena.
-Seth aún no se mueve- dijo Helena.
June movió sus manos y soltó una ráfaga de viento que solo ayudó a Apophis a cubrirse más de arena.
-hazlo de manera fina, como una cuchilla - gritó Ada dando el ejemplo, pero una de las marionetas había absorbido el impacto.
Extendió su mano y sobre ella apareció un arco y en su espalda un cajac, hechos totalmente de luz blanca como la luna.
Le disparó a la marioneta más cercana y esquivo el ataque deshaciendo su forma y reapareciendo más lejos.
-hay que sacarlos de la arena- dijo Annabel
-llevarlos a la ciudad sería una locura- gritó June y respiró profundo, la serpiente no salía de su zona de sombra.
-el eclipse debe ser obra de Apophis, si no lo acabamos antes de que se complete podrá moverse libremente- dijo Ada
-alguien viene - dijo Helena indicando el horizonte.
Ninguna vió algo en ese momento, pero a los segundo vieron un halcón que volaba directo hacia ellas.
-ya está aquí- sonrió Seth mientras el Halcón descendió y al tocar el piso se convirtió en un humano rubio de piel pálida.
-¡Seth!, Ven a hacerme frente, maldito asesino- gritó Horus, en sus ropas habían varias rasgaduras y quemaduras.
-yo no he matado a nadie, tu quítate de mi camino, necesito arreglar está mierda de mundo, y debo partir la limpieza contigo ya que tanto deseas que mate a alguien.- dijo Seth
mientras las chicas escuchaban con atención. -Apophis, acaba con el nieto de Ra- ordenó Seth apuntando a Apophis con su baculo.Apophis levantó su cabeza y miró a Horus fijamente, luego volteo y miró a Seth que estaba bastante cerca.
Apophis agitó su cola contra Seth, golpendolo y destruyendo el flanco de la pirámide.
-Seth no puede controlarla- murmuró Ada mientras retrocedia -vengan conmigo, hay que hacer otro plan-
-No veo a Seth a través de la pirámide- dijo Helena
-¿Lo mató?- preguntó June
-no lo creo,- dijo Annabel, -no bajen la guardia-
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La puerta de la habitación del hotel sonó y Hermes camino lentamente a abrir, sabía perfectamente lo que era.
Carolina lo miraba de lejos, era un engreido pero no le había costado llevarse con él, era frío y malvado, sólo deseaba tener más reconocimiento además de ser un mensajero y un Dios de los ladrones.Vio como recibió un paquete, firmó y cerro la puerta.
-es irónico que el mensajero de los dioses utilice el correo- dijo Carolina con ironía mientras Hermes abría su paquete.
-no puede ser- dijo Carolina -yo le entregué eso a Seth- mientras miraba atonita el cetro de Az.
-claro, le entregaste una réplica con parte del poder del original, pero si mi cálculo no se equivoca, solo le alcanzará para despertar a Apophis, lo demás no me interesa, esa religión siempre fue una molestia-
-¿Que planeas hacer ahora?- preguntó Carolina.
-el cetro es para Lara como un regalo muy útil, pero primero debemos ir al aeropuerto, Antonella ya debe estar por llegar.-
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Tártaro II, La maldición del arquero (Historia Completa)
Science FictionLa segunda parte de la historia, Tartaro I , el dolor de una perdida En una tierra diferente, donde el clima, las creencias y las fuerzas son diferentes,donde lo que era bello y puro en Roma, acá será la maldición más temible. Tres dioses han desp...