Tártaro II, La maldición del arquero (Historia Completa)

capitulo 30

Trampa de Arena.

La arena se comenzó a mover bajo los pies del grupo, todos retrocedieron un par de pasos y vieron como una pequeña entrada hacia las profundidades de la tierra los recibía, aquí el pasadizo era oscuro como boca de lobo, olía a polvo y encierro de muchos años, el aire era denso, casi irrespirable.

Alex volvió al vehículo y sacó un trozo de madera desde la maleta, abrir su mochila y sacó una polera la cual envolvió en la madera se impregnó la tela con un poco de combustible de un bidón que usaba en caso de emergencias del vehículo, sacó un encendedor y encendió la antorcha.

-eso nos será de utilidad- dijo June

Alex asintió y se dirigió hacia el túnel pero Anubis lo detuvo.

-yo voy primero- dijo Anubis -así puedo indicarles es por dónde podemos avanzar, además la luz debe ir en medio del grupo, así los que vienen más atrás podrán ver con claridad.-

-la luz no es problema- dijo Helena generando una esfera de luz lunar, Ada la imitó.

-Me parece muy bien- dijo Anubis -pero contra Apophis no les recomiendo usar esa luz, les recuerdo que el se hace fuerte de noche, tengan cuidado donde pisan, los escalones son pequeños y rústicos debido a la época en la que fueron construidos, toda su concentración debe estar puesta la hora de avanzar.

-comienzas a asustarme- gruñó Helena

-sólo quiero ayudarte a que no recurras el camino de las almas en pena el cual yo debo cuidar y guiar hacia su juicio-
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Seth tenía varios vigías de arena dentro de la pirámide, a través de la información que recibían sus marionetas podía saber la ubicación exacta del grupo y de Anubis, vio como ese dios esquivaba cada una de las trampas puestas para ellos o para cualquier invasor a la pirámide, escupio el suelo frustrado una parte de él deseaba que Anubis no recordará todas las trampas pero a su vez sonreía, porque aunque recordaba  las trampas y ellos las esquivaran, también podía activarlas el mismo, decidió jugar un poco y envía la primera de sus tres marionetas, debido a su descanso y el poder del cetro, había logrado reconstruir una más, dejando un poder suficiente dentro de él en caso de algún tipo de enfrentamiento.

El cetro le había sido muy útil, cuando aquella extranjera se lo había entregado no le había dado importancia, pero con el tiempo se había dado cuenta que con el, había podido liberar su poder con un mejor control e intensidad, e incluso sentía una rápida recuperación de su energía, con él podría destruir todo y comenzar nuevamente un nuevo régimen.
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-cuesta respirar aquí- dijo Annabel

-el escalón que acabo de saltar no deben tocarlo- dijo Anubis dando un paso más largo.

Mientras el grupo repetía su movimiento sintieron el ruido de arena correr, como cuando se desliza, pero en un sonido mucho más fuerte.

-cálmense, estás cámaras amplifican el sonido- dijo Anubis llegando a la primera cámara, era una gran galería iluminada por rayos de luz que se reflejaban en espejos, era un arte verlo de tan cerca, pero si un espejo cambiaba su orientación, todo estaría a oscuras.

El piso era de roca sólida, al igual que los bloques en las paredes, los gerogrificos inundaban el lugar a medida que la luz de la antorcha avanzaba.

-Memphis nos matara cuando sepa que se perdió este espectáculo- murmuró June - a él siempre le han gustado estás cosas-

-cuando todo acabe les daré un recorrido como corresponde- dijo Anubis - con la mirada fija al frente, la primera galería llegaba a su fin y venia un pasillo mucho más estrecho.