Tártaro II, La maldición del arquero (Historia Completa)

capitulo 48

Juicio

Zeus observó a su alrededor y no podía ver nada más allá de su campo de fuerza.

-apuesto que ya no puedes verme- dijo Seth haciendo resonar su voz en todo el campo de arena para no ser identificado.

-no, no puedo verte, pero...- dijo extendiendo su brazo izquierdo con una espada corta y disparó un rayo hacia la arena, la tormenta se detuvo al instante.

Zeus sonrió mientras veía que la arena volvía a su posición natural, Seth regeneraba su cuerpo con la arena que controlaba.

-¿como pudiste hacer eso...?- preguntó Seth comenzando a evidenciar su cansancio con la respiración agitada.

-es fácil, trabajé con Eolo toda mi vida, sé dónde esta, siento su presencia-

-maldito...- jadeó Seth intentando ponerse de pie

-devuélveme a Eolo junto a la chica que has absorbido y podremos negociar-

-yo no quiero negociar contigo - bufó Seth logrando ponerse de pie, mantener la capa de arena protegiéndolo requería un gran esfuerzo, al igual que las esferas de poder.

-vaya que eres terco, tú no podrás ganarme, de hecho si me provocas podría matarte en este instante, si no deseas negociar, por lo menos has que esto sea divertido.
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-¿Porque no lo acaba de una maldita vez?- bufó Hanna

-por que quiere recuperar a June- dijo Helena

-eso es muy insensible de tu parte- la reprendió Annabel

-no habló de eso- dijo Hanna

-¿Entonces?- preguntó Ada

-yo solo le di un pulso de oscuridad, para que el vuelva a ser como antes, la personalidad que se durmió despertará pasado un rato y Zeus volverá a dormir, además Memphis es un humano, su cuerpo no resistirá tanta carga como la que Zeus aplica en él, si doy otro pulso lo más probable es que él no sobreviva-
Ada cerró los ojos e intentó hablar con Zeus telepáticamente.
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-pareces cansado- dijo Zeus simulando un bostezo

-Ra vendrá y te castigará, por la muerte de su nieto, y por oponerte a mí, su hijo.-

-¿Ra?, En realidad del único Dios que deberías preocuparte ahora es de mi, yo soy el Dios que juzgará tus pecados- sonrió y levantó su mano derecha, hizo sonar sus dedos y desapareció.

-que demonios...- dijo Seth pero su frase quedó incompleta, Zeus lo golpeó por la espalda con una esfera de energía.

Seth inclinó hacia adelante y la espada cubierta con energía cortó ambas piernas del sorprendido Dios y antes que tocará el piso aparecío un nuevo campo de energía que lo aisló de la arena.

La esfera comenzó a elevarse un par de metros y Zeus le introdujo una esfera de energía, haciendo detonar todo.

El bulto de arena cayó y antes que tocará el piso, Memphis lo volvió a sostener en el aire mientras el Dios intentaba reconstruirse, lo golpeo un par de veces y lo lanzó hacia arriba, lanzando un rayo negro lleno de oscuridad y desintegrandolo por completo.

Zeus volteó hacia la pirámide y dijo -ya deja de hacer tontas distracciones de arena, yo deseo pelear en serio.-

El Seth con forma humana salió de los escombros y arrastraba en una mano el cadáver de Horus y en la otra a June.

-este par de cadáveres ya no me sirven de nada, ya les he quitado todo su poder- dijo Seth sonriendo, los arrojó al suelo y los cubrió completamente con arena.

-aunque debo decir que tú teletransportación fue muy impresionante, cuando absorba tu cadáver aprenderé todos tus trucos.-

Zeus se llevó una mano a su cabeza, sentía un dolor muy fuerte, tenía claro que su tiempo era limitado, pero al parecer al ver a June muerta, el dolor hacia que el alma de Memphis quisiera volver, apretó los dientes, solo había hecho tiempo para salvar a June y había fracasado.

-te sentenció a morir- bufó Zeus juntando toda la energía que le quedaba en sus espadas.

-ya sé cuál es tu punto debil, ataca y morirás- rió Seth

Zeus comenzó a correr hacia Seth, anteriormente se había podido teletransportar gracias a las balas que había imantado, las cuales le había pasado Annabel,, usando esos puntos de referencia, pero no había ninguna cerca de él.-

Un grito desconcentro a Zeus, el resto del grupo era atacado con arena, y esa fracción de segundo fue crucial, Seth, el cual había envuelto su puño en arena, golpeó a Zeus en el pecho haciéndolo volar varios metros hacia atrás, cayó en la arena de espalda y se golpeó la cabeza.

Ada intentaba defender al grupo junto a Hanna, pero el enemigo era demasiado poderoso y estaba en su territorio más beneficioso.

La arena comenzó a cubrir el cuerpo de Memphis lentamente mientras Seth miraba como las muchachas peleaban contra la arena movediza.

-ahora yo soy el que juzga a los demás- río Seth dejando solo la cabeza de Memphis fuera de la arena.

A lo lejos comenzó a verse una camioneta moverse por la arena, se dirigía directamente hacia ellos, no había nadie más en los alrededores, Seth la miró intrigado, sintió un gran poder que emanaba de aquel vehículo. Enterró a las muchachas hasta la cintura y esperó.

La camioneta se detuvo y las puertas se abrieron, de ella bajo Daniel, el amigo de Memphis que tenía a Hefesto en su interior, y Bárbara, la abogada que les había salvado de los conflictos con la policía Egipcia.

-lamento haber llegado tarde, Memphis me encargo que trajera a este muchacho a penas aterrizará el avión.- dijo Bárbara de manera seca y sería, se dirigió hacia Ada y tomo sus manos para sacarla de la arena.

Daniel comenzó a avanzar hacia Seth.
-vaya, otro Dios grecorromano...- suspiró -estoy comienza a ser aburrido-

Daniel miró a su alrededor y vio a Memphis enterrado, el cadáver de June y volvió a mirar a Seth. -veo que ya te has divertido lo suficiente- dijo Daniel con total calma, mientras Bárbara terminaba de sacar a Ada de la arena.

-mas tarde sacaremos a las demás, por ahora solo Ada nos será útil-

Helena y Annabel la miraron en forma de protesta pero ella las ignoró, tomó la espada de los bors que estaba semi enterrada y volvió a subir a la camioneta.

-ella tiene razón, además no tiene poderes mágicos por el momento- dijo Ada

-el refuerzo está lleno de oscuridad- dijo Hanna lentamente

-es verdad, yo también puedo verlo- dijo Helena concentrándose

-¿eso es bueno o malo?- preguntó Annabel

-depende de como lo veas, al parecer su oscuridad es permanente, no tiene un límite de tiempo como la de memphis.- dijo Hanna

-,Hefesto... ¿Dónde estuviste?- preguntó Ada pero no obtuvo respuesta.

Daniel se agachó y tomo las mismas espadas que tenía Memphis, las observó un segundo y al hacerlas chocar entre sí un fuego negro como el carbón apareció en ellas.

-vaya, al fin algo un poco común, primero rayos negros y ahora fuego negro, lamentablemente la oscuridad no me da miedo- siseó Seth comenzando a cubrirse de arena nuevamente.

Memphis abrió sus ojos y se encontró con la arena hasta el cuello, con un cansancio extremo y sin ningún rastro de poder, se había agotado por completo, observó a Daniel cómo se acercaba a Seth, con un fuego oscuro que lo hipnotizaba.

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