capitulo 40

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Cansancio.

Memphis jadeaba exhausto, las últimas semanas Hanna había desarrollado nuevos poderes, con lo cual ella ejercía presión sobre él, forzando su mejoría debido a que ambos tenían un deseo casi incontenible de derrotar al resto.

Con las charlas en las breves visitas de Anubis, les había explicado que Hanna ahora tenía los poderes de Neftis, madre del mismo Anubis, la cual fue pareja de Seth, pero había concebido a su hijo al hacerce pasar por su hermana gemela Isis y teniendo relaciones con Osiris.

Tenía cierto control sobre la oscuridad, la arena, y un dominio sobre las almas que se habían perdido por el camino del Duat.

Por su parte Memphis había podido dominar mejor la electricidad, aumentar su potencia, y la distancia de sus ataques, los campos magnéticos y había desechado las ideas radiactivas, de nada le servía ganar una batalla y no vivir para contarlo.

-supongo que ya es suficiente, ve a dormir- ordenó Anubis mirando a lo lejos sobre una roca.

Memphis se sentó en el suelo e intento calmar su respiración y al cabo de un par de minutos lo logró, pero no dijo nada al respecto, Hanna lo observó en silencio un par de minutos y pregunto.

-¿En qué piensas?-

-en nada específico- respondió Memphis de manera automática

-no te creo, estás mirando el vacío hace rato.- respondió Hanna

-realmente no pienso en nada, solo estoy cansado, ha sido ya mucho tiempo aquí y al principio moría de ansiedad, quería ser mejor lo más rápido posible, quería que las cosas se dieran a una mayor velocidad... Al pasar el tiempo comenzó mi frustración, los resultados que yo quería no se daban, y veía el tiempo pasar, aquel tiempo que jamás podré recuperar.-

-eres un tonto, tú si has avanzado- dijo Hanna

-entre más tiempo pasa, más muere mi ansiedad, y más de fortalece el miedo, miedo a que algo no resulte, miedo a no llegar a tiempo, o a que Anubis decida jamás liberarnos de este lugar- dijo Memphis

-¿osea que ante menor inseguridad, mayor miedo?-

-supongo que esa es la equivalencia, al principio me frustraba no ver resultados, hoy en día ya no me sucede aquello, estoy en una etapa de resignación donde siento que muchos esperan demasiado de mi y yo no sé si pueda llevar a cabo esos deseos.-

-¿Desde cuándo haces las cosas por los demás?-

-no es eso, en realidad no me siento parte de los vivos o de los muertos, en el mundo real por decirlo así me queda poca gente que en realidad me importa, han pasado tantas cosas malas que siento que yo mismo soy un portador de desgracias a mis cercanos, a su vez también he pasado ya varias veces al infierno y nisiquiera ahí me han recibido- dijo soltando una carcajada.

-eso es casi como una autodestrucción mental, sabes que en ambos mundos tienes gente que te quiere, solo que los de acá no podemos pedirte que te mates, sería ser demasiado egoísta de nuestra parte.- respondió Hanna

-aun así, no esperaba que me enjuiciaras por lo que siento, solo quería sacarlo de mi-

-que te entienda no significa que yo esté de acuerdo- dijo Hanna

-las mujeres son extrañas, cuando uno les pide hablar no saben que decidir, pero cuando uno no quiere nada, sus opiniones son aplastantes- dijo Memphis

-las mujeres siempre sabemos lo que queremos, la idea es ver si los hombres realmente pueden entendernos y dar en el clavo-

-¿No crees que pides mucho enviando solo señales confusas y sueltas?- pregunto Memphis y Hanna se encogió de hombros.

-me gustaría que tuvieras otra oportunidad.- dijo Memphis y Hanna abrió aún más sus ojos con evidente sorpresa, Memphis continuó - a decir verdad siento que te conocí en la época equivocada, me hubiera gustado trabajar contigononque fueras parte de mi vida en un momento menos turbulento, me gusta la gente que es como tú, decidida y que vive su vida sin reproches, pero al mismo tiempo que hace lo mejor para ayudar a los demás y a si misma...

Realmente me hubiera gustado compartir un poco más mi vida contigo y no solo un estado de media muerte, bajo un régimen de entrenamiento estricto y doloroso-
-así que te gustaría darle una nueva oportunidad - dijo Inés desde lejos y Memphis levantó su mirada, Máximo, Alex y Elizabeth los miraban fijamente junto a Anubis con un una sonrisa.
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June intento empujar la esfera negra, la cual tenía una textura similar a la goma y lo consiguió, comenzó a hacerla rodar y Annabel comenzó a imitarla, ara dear ambas esferas juntas.

Cuando las esferas estuvieron juntas, ambas jadeaban de cansancio, la arena del Sahara solo hacia que la tarea fuera más pesada... Annabel extendió una de sus cantimploras y June bebió, intentando calmar su propia respiración mientras observaba al pequeño Halcón que volaba en círculos sobre Apophis, intentando buscar una solución sea tan grande problema.

-mis habilidades aquí no servirán de mucho- dijo Annabel

-se supone que entrenaste con Ada... ¿No lograste nada?- pregunto June
-aprendi a usar cierto elemento que aquí no existe... O mejor dicho te lo bebiste- gruño de regreso, -puedo controlarlo a la perfección pero no generarlo-

-realmente entiendo - murmuró June -intentare leer los ataques de Horus y les añadire potencia, creo que es lo mejor que puedo hacer por el momento, tu quédate con las esferas y dime si notas algún cambio- ordenó comenzando a alejarse, si Apophis la atacaba, no quería que Annabel saliera perjudicada.

Corrió algunos metros y observó el horizonte, el calor se hacía más tolerable debido a que el eclipse ya iba a la mitad. Observó que Horus solo volaba alrededor de la serpiente y no atacaba, mientras está lo miraba fijamente, moviendo su cuello para seguir cualquier movimiento.

- Horus debes atacarlo- gritó June -yo te ayudaré... -

Horus descendió y antes de tocar el piso tomo su forma humana, lejos del alcance de la bestia por la luz solar que aún había. Horus extendió sus manos y le arrojo una esfera a June, la cual esquivo y estalló cerca de ella, arrojandola al suelo.

-los dioses no aceptamos órdenes de humanos- bufó

-no es una orden, es mi ayuda, si no la aceptas nunca podrás acabar con ella-

-yo solo deseo que Seth salga y acabar con él, lo que pase con el resto del mundo no es mi responsabilidad- dijo Horus mientras June se ponía de pie

-vaya vergüenza de Dios, eres solo un maldito humano caprichoso con el poder de un Dios, estoy segura que el verdadero Horus abría actuado de una manera diferente, no le llegas ni a los talones a los dioses de otros países que yo he conocido- gritó June llena de rabia

-humana insolente, debo castigarte por tus injurias-

-no acepto un castigo de un idiota como tú, si eres un Dios, demuéstralo y acaba con la bestia.- dijo June provocandolo mientras veía que más allá Apophis preparaba otra esfera desde la sombra de la pirámide.

-te haré sufrir- bufó Horus generando otra esfera en su mano derecha

-Horus por favor... la bestia atacará de nuevo-

-lo se... Y tú castigo será diferente- dijo volteando hacia Annabel y lanzando la bola de fuego contra ella y las esferas negras.

-NOOOO- Gritó june mientras veía que Horus se alejaba en su forma de Halcón y el ataque de Apophis iba directo hacia ella, mientras el de Horus contra Annabel.
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Tártaro II, La maldición del arquero (Historia Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora