HumanoMemphis se sentó en el medio de un salón cuadrado que ocupaba casi toda una planta en el subterráneo, según le dijo Saha estaba blindado, ya que ahí sus subordinados practicaban tiros al blanco.
"Ahí podrás trabajar hasta que adquieras el poder que necesitas, sin molestias"
-¿como se supone que conseguiré más poder?- preguntó en voz alta hablando consigo mismo y naturalmente no obtuvo respuesta.
Trataba de aclarar su mente pero no podía, muchas cosas se agolpaban en ella y al ver que no podía reprimirla, la dejo fluir.
¿porque debo buscar más poder?, Soy solo un humano envuelto en una situación engorrosa, una presa fácil para Seth, ya he perdido amigos y familia, además, a pesar de estar rodeado de gente, me siento muy solo, las únicas personas con las que pueden razonar y que entiendan lo que digo están en el otro grupo, Daniel, Jonh y Charles no estaban en África y Máximo había muerto, June ya no era tan cercana, Ada estaba demasiado ocupada tratando de mantenerlos con vida y Annabel con Helena siguen molestas con lo de la pelea... La pelea...Aún recuerdo los insultos de esos idiotas, durante toda mi vida aguante las burlas he insultos de mucha gente, por no querer hacer sentir mal a los demás, ¿y que gane?, Nada, solo un montón de idiotas de los cuales yo era la burla, por pensar distinto a los demás, y ahora que al fin he conocido a una chica que tiene lo que yo siempre done, toda esta situación no me deja estar con ella...
Cerró sus ojos y apretó los puños, todos sus planes se habían retrasado, y el tiempo era algo que no podía retroceder o controlar, estaba frustrado, para los egipcios el solo era un chico idiota que no sabía hacer nada, según las palabras de los compañeros de Elizabeth.
Memphis este dió su mano y género una cantidad importante de rayos, los cuales formaron una cara anciana y de gran barba.
-¿Algo que decir Zeus?- preguntó Memphis con desgano
-Te falta motivación-
-Claro, todo lo que planeo no se cumple, los que quiero mueren y mis sueños se destruyen-
-Eres muy pesimista- dijo Zeus en un suspiro
-A nadie aquí parece importarle demasiado, están todos muy ocupados con su vida, los únicos que lo notan son personas con el mismo problema que yo y no hay solución-
-¿tener un Dios dentro es un problema para ti?-
-No lo sé, en general mi vida siempre ha estado llena de problemas- respondió Memphis
-Eres demasiado suave, si me dices que si yo no me molestaré-
-Eres un mal necesario, sin ti no puedo protejer a los pocos que quedan en mi vida-
-Cuando todo esto acabe yo me iré y serás un chico normal...- dijo Zeus
-Nunca he sido normal... Mis gustos no encajan con el resto, creo en la amistad de diferente sexo y sabes que no me gustan las sustancias extrañas... Eso es lo que hacen los chicos de mi edad, yo prefiero escribir, tomar una cerveza en casa o jugar tenis, y eso me a alejado de la gente, son pocos los que realmente se han dado el trabajo de conocer a una personalidad tan problemática como la mía-
-¿Osea te defines a ti mismo como un problema?- preguntó Zeus
-Si, es lo que me han hecho sentir casi siempre, desde que tengo memoria, desde mi familia, hoy en día al ver mi vida frustrada siento que no tengo la confianza para poder continuar, ni las ganas, o un objetivo... No quiero basar mis metas en alguien más, porque si esa persona se niega, mi vida se destruiría-
ESTÁS LEYENDO
Tártaro II, La maldición del arquero (Historia Completa)
Science FictionLa segunda parte de la historia, Tartaro I , el dolor de una perdida En una tierra diferente, donde el clima, las creencias y las fuerzas son diferentes,donde lo que era bello y puro en Roma, acá será la maldición más temible. Tres dioses han desp...