Perdida
Luego de una tarde de trabajo triste y en silencio, entre Ada, Annabel, June , Helena e Inés, cavaron una zanja para poder dar un entierro decente para la pareja de amigos, durante la noche habían caído muchas lágrimas al ejecutar dicha tarea, Inés no podía creer que la única persona que la hacia sentir bien en ese maldito país estaba dentro de un sarcófago de hielo.
Luego de que Ada depositara el sarcófago con sus poderes, cubrieron esté con tierra, pero debido a que estaban en una zona muy seca y de noche no tuvieron flores para la tumba, cada una guarde silencio y pidió internamente a su propio Dios por las almas de los dos caídos.
Una una fueron entrando en el refugio hasta que sólo quedaron Helena y Annabel.
-es difícil estar siempre así, viendo como parte de la demás gente a un lugar donde no podemos acompañarlos, por lo menos por ahora - dijo Annabel
-me cuesta entender como gente tan buena tiene este destino- dijo Helena
-yo creo que no es un tema de entender o no entender, es más bien suerte y destino, siempre he creído que cada uno tiene un reloj que descuenta cada segundo, cuando tu reloj llegué a cero, no habrá forma de escapar de la muerte, no habran cuestionamientos ni decisiones que hubieras podido cambiar, es sólo el destino de cada uno y ya- dijo Annabel
-eres demasiado fría para estas cosas- la recriminó Helena
-sí, soy fría y realista en estas situaciones, en nuestro camino ya hemos perdido bastante gente, te recuerdo que mi compañera ya murió, ya no debería afectarte tanto, personalmente creo que aunque me duela la muerte de los demás, no puedo olvidar la verdadera misión por la que estamos aquí, Porque si olvidamos eso todo nuestro dolor y sufrimiento será en vano- dijo Annabel
-para mí enfrentar una muerte siempre será difícil, a pesar de que no los conocía mucho puedo imaginar el dolor de los demás, puedo imaginar cómo se sentirá Memphis, y mi alma no deja de pensar qué pudo haber hecho algo por esas personas.- dijo Helena. - me hubiera gustado ser más fuerte para poder haber hecho algo-
-no es tu carga ni de nadie, nadie de nuestro grupo tuvo la culpa de la muerte de esos dos- dijo Annabel volteando y llendo hacia el refugio.
Helena suspiro y se quedó un par de minutos sola, al cabo de los cuales volvió a sentir pasos, esta vez era Ada.
-Supongo que sin Memphis te sientes un poco sola- dijo Ada llegando a su lado
-la verdad es que han pasado tantas cosas que ni siquiera he pensado en eso, jamás pensé que vería a personas, seres humanos, morir de una forma tan trágica y violenta, en parte me pregunto ¿porque no fui yo?-
-no fuiste tú porque aún tienes tareas que hacer en esta vida, debes verlo así, si aún no llega tu hora significa que aún puedes hacer cosas para mejorar este mundo- dijo Ada
-siendo sincera creo que no puedo hacer nada, siento que mis poderes son inútiles contra lo que nos vamos a enfrentar- respondió Helena -ya escuchaste la guardia del museo, mi poder sólo hará que Apophis sea más fuerte-
-Eso depende de cómo lo mires, Yo pienso que tu poder será de mucha utilidad, tu mente está cerrada y no ves más posibilidades, tomas como si el poder de la noche sólo sirviera para fortalecer a esa bestia, En cambio yo creo que tú tienes el poder para debilitarla- dijo Ada
-¿a que te refieres?- preguntó Helena
-me refiero a que si te esfuerzas, incluso podrías llegar a controlar Apophis, si tú le dieras poderes a esa bestia para que ella se encargará de Seth, luego puedes usar tu poder para que la noche sea más corta o retrase su llegada dependiendo del horario, lo cual no estaría más tiempo para acabar con Apophis- dijo Ada
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Tártaro II, La maldición del arquero (Historia Completa)
Science FictionLa segunda parte de la historia, Tartaro I , el dolor de una perdida En una tierra diferente, donde el clima, las creencias y las fuerzas son diferentes,donde lo que era bello y puro en Roma, acá será la maldición más temible. Tres dioses han desp...