capitulo 41

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Renacer

Annabel vio acercarse la bola de fuego y cerró los ojos con fuerza, ya no tenía absolutamente nada que hacer y no dejaría a sus amigas abandonadas.

Con sus ojos cerrados sintió un escalofrío por su espalda y el calor desapareció, sentía que sus manos aún tocaban las esferas pero el entorno era muy diferente, abrió los ojos mirando hacia el piso y vio frente a ella un agujero oscuro, lleno de luz negra que parecía salir en una especie de vapor, levantó la vista poco a poco y se dió cuenta que Anubis estaba frente a ella, mientras Memphis estaba delante de él con la energía de Horus en sus manos.

-¿Quién es el patético ahora?- pregunto Anubis

-no me me digas que la entrada al Duat te asustó...- gruño Memphis comenzando a absorber la energía hasta que desapareció.

El agujero se comenzó a cerrar lentamente hasta que fue cubierto por la arena.

-¿Estás bien?- preguntó Memphis

-llegaste justo a tiempo-

-¿Dónde están Helena y Ada?- preguntó Memphis

-dentro de las esferas de Apophis arrojó- dijo Annabel señalandolas...
Luego de un par de segundos se sobresaltó.

-¡June!- gritó y volteó, unos treinta metros más allá estaba June de pie, con la esfera negra flotando a un metro de ella y reduciéndose. -no puede ser... Es imposible - murmuró Annabel

Memphis se acercó y tocó la textura de las esferas, se veía un tanto preocupado.

-¿Que significa esto?- preguntó Annabel atónita, -se supone que tú estabas inconsciente en el laboratorio de Inés... Y se supone que Hanna estaba muerta, ¿Que hace ella aquí?-

Anubis tocó la arena y surgieron cuatro figuras de arena, Annabel las reconoció al instante , Elizabeth, Alex, Máximo e Inés los miraban fijamente, la figura de Inés comenzó a explicar.

-hicimos un pacto con Anubis, yo he dado mi vida de manera voluntaria para que Hanna tenga otra oportunidad, y he venido a ayudar junto a ellos tres, yo ya no tengo esperanza de ayudar en algo, pero sé que  a esa chica lo hará  mejor-

Máximo volteó y se encontró cara a cara con June.

-yo me haré cargo de las esferas de oscuridad - dijo Hanna ya al lado de ellos - hola Annabel, ¿Me extrañaste?-
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Seth bufó desde una duna cercana, no contaba con la llegada de un nuevo Dios, pero si sus cálculos eran los correctos, ellos le darían prioridad a Apophis y a Horus, dejándolo libre por el momento, observó cómo Annabel le daba un abrazo a la recién llegada, esa chica lo hacía sentirse intranquilo, ella no estaba en las disputas anteriores, pero había algo más, algo que lo hacía dudar... Pero no lograba saber qué es lo que era, rebuscó en los recuerdos del humano que servía como contenedor, pero no encontró nada.
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-osea la única manera de traer a alguien de vuelta es cambiando el tiempo de vida de una persona de manera voluntaria y regalarla a la persona que viene de regreso- murmuró Annabel

-no esperaba volver a verte- dijo June mirando a Máximo

-yo tampoco esperaba que me volvieras a ver... Pero supongo que no tiene importancia, yo vine aquí con una misión en específico y debo cumplirla.- dijo Máximo comenzando a caminar hacia Apophis, el resto de las figuras de arena lo siguieron, al igual que Anubis.

-esperenme- bufó Hanna levantándo los índices de ambas manos y concentrando una luz letra en ellos, pasó un dedo por cada esfera y dijo.

-Annabel, hazte cargo de lo demás- comenzando a correr, la esferas empezaron a crujir y grietas pequeñas aparecieron en ellas

Memphis volteó y miro fijamente a Horus, el cual volaba en forma de Halcón en las cercanías de Apophis, -tu eres mío- dijo sacando un par de espadas cortas, las cuales no se veían debido a la chaqueta de cuero que traía.

-te vez diferente... Es como si ya no fueras el mismo,  estás más serio y callado que de costumbre- dijo Annabel

Memphis llevó su mano a la parte de atrás del cinturón y sacó una pequeña cantimplora de cuero, arrojandola a los pies de Annabel. -despiertalas rápido y vayanse de aquí- dijo mirando a June

-realmente te vez distinto- dijo June

-han pasado muchas cosas-

-solo fueron tres horas- lo reprendió Annabel - no puedes ser tan bipolar-

-cada hora es un año en el infierno- dijo Memphis al tiempo que el último crujido se escuchó y las esferas se partieron como si fueran de porcelana. -les explicaré todo más tarde, pero si deseas hablar con Máximo, debes hacerlo rápido, su estancia aquí no será muy duradera-

-¿Cómo puedo hacer eso?- preguntó June

-el está aquí gracias a Anubis, pero él no tiene un cuerpo humano, adoptó su cuerpo original con su propio poder lo cual hizo que sus fuerzas sean mucho menores, es más frágil, entre menos daño tenga, más podrá ayudarnos y más podrás hablar con Máximo- dijo comenzando a correr en dirección a Horus, June se levantó y comenzó a avanzar hacia la serpiente.
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-muy bien, lo haremos como practicamos- gritó Anubis y las cuatro figuras se desvanecieron mezclándose con la arena de lugar -procedamos con el sello-

Apophis mostró sus colmillos y lanzó la esfera hacia Anubis, pero esta no dió en el blanco.

Anubis volteó sorprendido y vio a June con sus manos extendidas -dejame cubrirte a cambio de hablar con Máximo-

-no puedo permitir eso, una vez comenzado el sello las cuatro almas desaparecerán, si quieres decir algo, debes decirlo ahora- dijo Anubis -el está en la arena del lugar, digas lo que digas el puede oírte-

June se paralizó, no había pensado en las palabras para hacer eso, solo sabía que necesitaba hablar con él.

Otra esfera negra voló en dirección a ellos y June no reaccionó a tiempo, fue Hanna quien detuvo con sus manos la oscuridad y la desvío.

-tienes solo una oportunidad- dijo Hanna.

- a decir verdad nunca entenderé tu manera de actuar... Ni la mía... -comenzó murmurando -yo solo quise protegerte de mi y de todo lo que nos pasó y espero que algún día tu alma me perdone, sé que tú dolor hizo que Hades se apodera de tu alma y no hay día que pueda estar en paz, sé que fui una tonta y que debí mantenerte a mi lado, tenía miedo de perderte y al final todo lo que hice fue que te alejaras de mí, me di cuenta muy tarde de todo lo que yo te quería, de la falta que hacías en mi vida... Sé que no puedo solucionar nada, pero necesitaba decírtelo-

-quizás no arregles nada, pero mi alma necesitaba escuchar tu voz una vez más...- dijo la figura de arena que aparecía detrás de June - no tengo nada que perdonar, fue mi culpa y no la tuya, tú no me pediste ni me forzaste a  hacer nada de lo que hice, fue mi inmadurez lo que me cegó y no me permitió aceptar algo tan simple como tú sentir, descansa June, nada de esto es tu culpa- dijo volviendo a desaparecer en la arena.

-ya fue suficiente, debemos sellar a Apophis antes de que el eclipse se complete- dijo Anubis mirando las lágrimas de June, ya que aunque Máximo dijera eso, se sentía culpable de igual forma.

-les ayudaré en lo que pueda- dijo June secando sus lágrimas, Anubis asintió al igual que Hanna.
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Que les ha parecido el vuelco en la historia?

Tártaro II, La maldición del arquero (Historia Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora