capítulo 26

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  visitante.

El "complejo" como lo llamaba Inés no era más que un condominio a las afueras de la ciudad, casas de un color beige con bastantes erosiones en la pintura. La reja pintada de un negro perfecto tenía varios letreros de cuidado con el perro y de alta tensión, pero fuera de eso, era un condominio común, y en mal estado.

-prefiero el Hotel de donde venimos- gruño Annabel

-es natural, ya que al estar habitado por en su mayoría extranjeros, la temperatura ambiente al cual se maneja es mucho más tolerable, en cambio si vas a un hotel común, te las apañas como puedas- dijo Elizabeth mientras abría la puerta y el calor entraba a raudales.

Las chicas bajaron y sintieron como el sol quemaba su piel, de todas, Annabel y Helena parecían las más sensibles al sol, ya que su piel era demasiado blanca.

Corrieron a la casa que indicó Inés y abrieron la puerta, la temperatura era casi igual al exterior pero el sol no les llegaba directamente. La casa estaba totalmente vacía, a excepción de una barandilla que bajaba hacia algún subterráneo, no tenía mueble alguno y además de eso el piso era cubierto por una capa de polvo, la cual se levantaba con cada paso y Javiera comenzó a toser, Inés dejó la puerta abierta y las chicas vieron como se estacionaba Alex.

Inés comenzó a avanzar y descendió por la escalera, el grupo de mujeres la siguió y se toparon con una puerta metálica, el metal estaba brillante.

-esta puerta se ve mejor que toda la casa- dijo June

Inés acercó su rostro a un costado de la puerta y una pequeña luz brilló, sonó un chasquido y la puerta se deslizó hacia un costado, dejando salir una ráfaga de aire fresco y revitalizador.

Al sentir la temperatura del subterráneo, el grupo se apresuró a entrar, parecía un hospital, paredes y cielo blanco con el piso con tonos color beige, era un pasillo largo con puertas a ambos lados, a su derecha otra escalera volvía a descender.

-Memphis y Alex se quedarán abajo, es la zona de experimentos con materiales peligrosos, la zona está aislada y podremos lidiar con la radiación, las piezas del pasillo están libres, dormirán ahí, la pieza del fondo era un laboratorio que podemos acondicionar para sus actividades mágicas o como le llamen, ¿alguna pregunta?- preguntó Inés

-¿donde está el baño?- preguntó Annabel - necesito una ducha, odió el calor-

-cada habitación tiene su propia ducha-

Y al escuchar esto, todas soltaron una sonrisa.
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Alex cerró la puerta del furgón y suspiró, conocía a Memphis hace años y no le guardaba ningún tipo de rencor por haber jugado con la radiación y contaminarlo, pero si le dolía pensar que estaría aislado de Elizabeth, tenía claro que no podría verla.

Abrió la puerta de atrás del furgón y vio a Memphis sentado con la mirada perdida.

-¿en que piensas?- preguntó Alex

-mi manera de evolucionar fue la equivocada, la he cagado y ya no puedo hacer nada para arreglar eso- dijo poniendose de pie de manera lenta, era obvio que sentía que sus piernas le fallarían en cualquier momento.

-¿ y Zeus?, ¿que piensa el?-

-esta frustrado por depender de un grupo de mujeres, que según él no saben luchar- dijo Memphis

-pues no está muy equivocado que digamos - murmuró Alex - tu aumentarse tu poder, pero ellas aún no hacen nada-

Memphis bajo del furgón y dijo -pero el precio que pagaremos por mí estupidez es demasiado alto-

Tártaro II, La maldición del arquero (Historia Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora