Dolor del pasado.
Helena abrió sus ojos y se encontró rodeada de árboles, de gruesos troncos, tan altos que no la dejaban ver la luz de las estrellas... Sentía sus cuerpo pesado y no podía moverse, observó a su alrededor y sentía que aquel lugar se le hacía conocido por alguna extraña razón.
Solo podía mirar al frente, en una dirección... Comenzó a desesperarse y trato de gritar pero no podía mover los labios.
De pronto algo la hizo rendirse... Se veía a si misma caminando por aquel bosque, pero su cuerpo era de hace quince años atrás, pero acompañada de sus padres, ya sabía porque el bosque se le hacía conocido, era el bosque de aquella tragedia que la despertaba cada vez que tenía pesadillas, veía a su madre sonreír mientras la llevaba de la mano, y Helena de tan sólo siete años sonreía mirando la mochila de su padre, el cual caminaba frente a ella guiandolas, se sentía feliz, era la primera vez que sus padres la dejaban decidir algo, un paseo de fin de fin de semana y ella había escogido acampar.
El espíritu actual de Helena revivía un recuerdo que siempre había querido olvidar, como si fuera una película, desde afuera, su pulso se comenzó a acelerar y comenzó a sentir aún más desesperación que antes, tanto por lo que se venía y por el deseo de ayudar en algo a cambiar las cosas...
Sintió el crujir de una rama y una bestia cayó sobre su padre, desde un árbol cercano, vio como el felino negro buscaba su cuello rápidamente y lo mordía en cosa de un par de segundos.
-NOOOOO- Gritó su madre soltando a Helena, la pequeña quedó paralizada mientras la bestia levantaba su mirada hacia las mujeres, debido al grito de la madre.
-HELENA, !CORRE¡- grito su madre y la pequeña comenzó a correr, mientras esquivaba las raíces y las ramas que se cruzaban en su camino, corrió unos trescientos metros y llego al borde del bosque, donde había un camino de tierra.
Miró hacia atrás y se dió cuenta que su madre no la seguía.
-¿Mamá?- preguntó mirando al bosque pero nadie respondió.
El espíritu de Helena vio como el tiempo se congelaba en ese momento, y al pestañear, volvía a repetir el recuerdo desde el comienzo.
________________________________Ada abrió los ojos y el sol le daba de lleno, el calor era casi infernal, miró la escena y supo exactamente dónde estaba, era una cabana a las afueras de Roma un par de milenios atrás, poco después de haber encerrado a los Dioses y aún no sabía manejar su poder.
Trato de moverse y hablar, pero no logro hacerlo, al instante vio a su reflejo con el mismo físico desde que Zeus le había brindado la facultad de no envejecer, bestia una túnica Romana color crema y unas sandalias de cuero, un cinturón que ajustaba la túnica y un prendedor en el cabello que la hacían lucir ordenada sin ningún esfuerzo.
En aquella época Roma estaba en guerra, los bárbaros intentaban tomar la ciudad y ella debido a su buen corazón, había montado aquella cabaña como refugio para los niños son un hogar ni familia, producto de las guerras y las órdenes del César.
Tal como siempre ella nunca había entendido los motivos de una guerra, pero como no estaba dentro de sus posibilidades detenerla, había tratado de mejorar la vida de aquellos niños.
Siempre había tenido el don de la palabra, y en aquella época no era muy difícil conseguir alimento para aquellos niños, la mayoría de los hombres conformaban los ejércitos del emperador, por lo que la gran cantidad de mujeres que existía dentro de aquel pueblo acostumbra va ayudar a las otras familias como un método de supervivencia colectiva.Ada tenía muchos dones, y debido a sus altos conocimientos médicos, la gente acostumbrada a pagarle sus servicios con alimentos.
Y aquella no habías ido a la excepción, traía en sus manos dos bolsas de patatas las cuales había ganado por ayudar con la gripe del hijo de un alto funcionario del Congreso romano.
Cuando estaba a punto de llegar a la pequeña cabaña de madera sintió los gritos acercándose, corrió hacia la cabaña y llegó segundos antes que los bárbaros que se acercaban, estos, al ver la figura de Ada, olvidaron la cabaña y se abalanzaron sobre ella demostrando el sentido animal que los dominaba, Ada reaccionó sin pensar, extendió sus manos y liberó el poder que hace poco le habían entregado los dioses, video como los bárbaros ardían bajo la luz y sus cuerpos se desintegraban rápidamente.
Abrió los ojos sorprendida, nunca tuve la intención de causarles tanto daño y menos aún de tomar sus vidas, pero no tenía ningún control sobre aquel poder que no le pertenecía, suspiró y volteo y algo se rompió dentro de ella.
Dentro de la explosión de poder, la cabaña también había sido arrasada, corrió de los escombros y vio los cuerpos sin vida de los niños a los cuales tanto tiempo dedico, trato de hacer todo lo posible para salvar algunos, pero todos sus esfuerzos fueron en vano.
Sabía que aquel ataque cambiaría su vida para siempre, ya no podría usar ese poder y había arruinado la paz que había conseguido en su vida, además de arrebatarle todo aquellas almas inocentes a las cuales ella había jurado cuidar.
Estaba totalmente sola, había comprendido que era imposible para ella poder disfrutar de una vida normal, las personas a su alrededor habían muerto y nadie tenía una vida eterna como ella, estaba condenada cuidar una pila de huesos sin compañía alguna.
____________________________Horus sobrevolaba el desierto y Apophis lo miraba espectante, el eclipse se hacía cada vez más evidente y las sombras comenzaban a reinar, si esto ocurría Apophis iba a tener total libertad dentro del mundo.
June y Annabel intentaban por todos los medios tratar de abrir las esferas de oscuridad, su preocupación era lógica, no tenía ni idea de qué ocurría dentro de ellas ni del estado de sus amigas.Olvidar a un por completo a los otros dos dioses y a la serpiente gigante que estaba junto a ellas, lo único que deseaban ambas eran no perder más gente de aquel disminuido grupo que había comenzado a la caza de las almas de los dioses.
Horus retomó su forma humana y comenzó a atacar a Apophis, pero sus esferas de fuego no eran suficientes para controlar a aquella bestia.
June lanzaba viento en forma de cuchillas para intentar cortar aquella esfera, era mejor herir a Ada antes que perderla para siempre, Annabel por su parte, intentaba algo similar con Helena sin resultados.
La serpiente siseó y se lanzó directamente sobre Horus, el cual escribo el ataque en el momento justo, la arena se levantó por el impacto y cubrió la zona de una manera similar a una tormenta.
Seth había comprendido su error, era incapaz de controlar el caos y la oscuridad de aquel ser que en los tiempos remotos combatían el, su hermano Osiris, su padre Ra e incluso su sobrino horus el cual estaba combatiendo en este preciso instante, una parte de él deseaba ayudar a Horus.
Sabía que sí se acercaba Horus lo atacaría, debido a esa falsa idea de querer asesinar lo debido a un asesinato que él nunca cometió.
Al mismo tiempo sabía que esta era su oportunidad, sabía que el eclipse no duraría para siempre Y sí dejaba que aquella serpiente hiciera todo su trabajo de destrucción, podría acabar con ella cuándo llegará el nuevo día y sus energías se agotaran, pero para tener un éxito total sobre aquella riesgosa misión y sobre los humanos que intentaban ponerse en su contra, debía adquirir más poder, tenía que conseguirlo de algún modo, tenía claro que Anubis aún rondaba por ahí.
Sabía perfectamente que Anubis no dejaría que él llevará a cabo todo su plan, te buscaría la forma de detenerlo tanto a él como a horus y llevarlos juntos a sus dominios, si permitía que Anubis lo atrapara y lo llevara al Duat, tenía claro que nunca podría volver, allí estaba Osiris efectuando los juicios finales, y no podría escapar de ambas presencias.
Miró la tormenta de arena y se le ocurrió un plan, quizás no era la mejor manera de hacerlo, pero así destruiría el espíritu combativo de su enemigo y a la vez conseguiría el poder que tanto deseaba.
Pasará lo que pasara, sabía sólo una cosa, Horus debía morir
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Tártaro II, La maldición del arquero (Historia Completa)
Science FictionLa segunda parte de la historia, Tartaro I , el dolor de una perdida En una tierra diferente, donde el clima, las creencias y las fuerzas son diferentes,donde lo que era bello y puro en Roma, acá será la maldición más temible. Tres dioses han desp...