capitulo 20

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Decadencia

Eran las 10 de la mañana y June era la única despierta, Ada estaba en la misma posición incómoda en la que se había dormido la noche anterior, no tenía noción del tiempo ni la hora real, pasado un rato noto que la luz ambiente era superior a la experimentada el día anterior, le recordaba a la luz de los dormitorios de su hotel, suave y tenue, especial para algún acto romántico.

Suspiró, así no podría mejorar y la cámara seguía ahí, si no podía entrenar no podría ayudar al resto, cerró los ojos y sintió una pequeña corriente de aire proveniente del aire acondicionado, quizás eso podría servirle.
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Elizabeth golpeó con fuerza la puerta metálica, al minuto, luego de un ruido bastante suave la puerta se abrió, Alex se asomó y al ver a Elizabeth se le escapó una sonrisa.

-¿quieres pasar?- preguntó Alex y ella asintió mordiéndose la parte interior del labio para no sonreír, paso junto a Alex y avanzó para separarse de él, mientras el cerraba la puerta ella liberó el aire de sus pulmones y se dirigió hacia Memphis. Estaba sentado en el suelo con la espalda apoyada en la pared, muy desordenado, con barba, despeinado y la polera con varios signos de quemaduras, al igual que su piel, a pesar de ser blanco se veía más pálido de lo normal.

Elizabeth lo miró sorprendida - te vez bastante enfermo y solo te deje un día solo, Alex no sirve para cuidarte-

-tengo el estómago revuelto, quiero vomitar- murmuró Memphis

-no te sobre esfuerces, nadie más está entrenando-

-eso no significa que yo no pueda hacerlo, mi vida y mi alma no depende de los demás- dijo Memphis levantándose.

-no te hagas el héroe ahora...- gruño Elizabeth mientras Alex se paraba a su lado

-¿héroe?, Realmente no tienes idea de lo que siento en este minuto, yo soy responsable de mi vida, de lo que hago y dejó de hacer, por lo tanto viviré mi vida cómo se me de la regalada gana-

-arrogante- dijo Elizabeth

Memphis rompió a reír y Alex dijo. -dime en que estás pensando-

-en que estoy maldito, que haga lo que haga nada me resulta, así que disfrutaré mi vida con las cagadas que tiene, me cargaré a esos dioses y partiremos​ de cero-

-no estás maldito, tienes amigos- dijo Elizabeth

-lo se, pero no me refiero a eso, me he dado cuenta que la vida es muy distinta a lo que pensaba antes.-

-¿y eso es malo?- preguntó Alex

-no, es una especie de liberación, yo haré lo que se me ocurra y fin del asunto.-

-es una discusión sin sentido- dijo Elizabeth

-exacto, porque tú quisiste tenerla, lo que yo haga no influirá en ti- dijo Memphis

-date cuenta que estás decayendo, si mueres tu entrenamiento no tendrá sentido-dijo Elizabeth

- hierba mala nunca muere - dijo Alex

-no lo ayudes Alex- bufó Elizabeth

-que patética eres, Alex no tiene la culpa, asume que no tienes nada más que decir porque te metes en un tema donde no tienes idea de nada- dijo Memphis agachándose y colocando los escudos en sus brazos.

Elizabeth se mordió el labio, odiaba a las personas arrogantes.

-y si piensas que es arrogancia, te demostraré que acabaré con los dioses- dijo Memphis.

Tártaro II, La maldición del arquero (Historia Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora